«Vamos a volvernos locos»: el triunfo de una película 100% «made in Asturias»

Marcos Gutiérrez ASTURIAS

ASTURIAS

Una imagen del rodaje de Vamos a volvernos locos
Una imagen del rodaje de Vamos a volvernos locos

La cinta ha prolongado su exhibición en los cines

12 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

«Vamos a volvernos locos» es el título de una película realizada en el Principado y con un equipo completamente asturiano. La cinta, que se exhibirá una semana más de lo inicialmnte previsto en los cines de Parque Principado, es fruto del trabajo de La Fábrica de Humo, Desenfocado Producciones, Valle Producciones y RTPA.

Está dirigida por José Luis Velázquez y protagonizada por Aida Valladares, Félix Corcuera, Bea Canteli, Xuacu Carballido, Manuel Pizarro, Virginia Rey, Dulce Victoria Pérez y Roberto Soriano. Es una precuela de su corto «Vamos a llevarnos bien», donde se muestra a la familia de Manolo (el fallecido) durante el velatorio, mientras él se pasea por la sala comentando lo absurdo de su propio funeral. En esta ocasión el director lleva a la familia a una boda, la de Álex (la hija bohemia de Manolo), mientras su hermana Nati se asegura de que la ceremonia sale a la perfección.

Carlos Méndez es, junto con Álvaro Bárcena y Pablo Moro, uno de los fundadores de La Fábrica de Humo. Comenta que «Vamos a volvernos locos» se estrenó «el 7 de octubre en Cinesa Parque Principado». Adelanta que la exhibidora les ha confirmado «que la película va a estar más de los siete días de rigor, hasta dos semanas».

En este sentido, una cinta comercial «tiene que programarse en cines durante al menos siete días para competir en los Goya o, al menos, para que seas precandidato». Considera que ese aumento del periodo de exhibición de «Vamos a volvernos locos» es una buena muestra de que «está funcionando». «La respuesta de la gente está siendo estupenda y Cinesa está teniendo un comportamiento ejemplar», destaca.

Apuesta por Asturias

Carlos Méndez comenta que «la parte de contenido y guion es cosa de Desenfocado, que son la dimensión creativa de la película. Luego estamos nosotros, La Fábrica de Humo, y está coproducida con la RTPA».

En la producción de la cinta también participan ayuntamientos como el de Ribera de Arriba, Morcín, Tineo y Oviedo. Méndez apunta que el grueso de la grabación se desarrolló «en el restaurante Peña Mea, en Llanera», durante tres semanas, con el resto de localizaciones repartidas por los concejos antes mencionados. El cocreador de La Fábrica de Humo insiste en que la película «es producción 100% asturiana. Hasta la música».

Una escena de la película Vamos a volvernos locos
Una escena de la película Vamos a volvernos locos

Cree firmemente en que «si hay apoyos económicos, institucionales y sociales se puede producir lo que quieras en Asturias». «No necesitamos depender de producto nacional o extranjero. En todos los niveles tenemos grandes profesionales: actores, equipo técnico, sonido, dirección de foto», añade.

En la película han participado profesionales «que llevan trabajando en medios audiovisuales cuarenta años». Por desgracia, considera que, en ocasiones, «parece que siempre es mejor pagar lo de fuera que lo que tenemos aquí».

La vuelta a las salas

Uno de los miedos que existían en el segmento de la producción audiovisual respecto a la pandemia es que la vuelta a la normalidad no llegara a ser tal para los cines y que las salas quedaran relegadas a un segundo plano, percibidas como un lugar peligroso. «Lo hablaba con gente de exhibidoras y todos teníamos ese miedo», comenta Carlos Méndez.

«Vamos a volvernos locos» se gestó aún en plena pandemia, «a finales de 2021», con el equipo pertrechado de «mascarillas, sujeto a controles y evitando aglomeraciones». Ante la vuelta a la normalidad «todos teníamos ese miedo de ver qué podría pasar». Sin embargo cree que «desde que la pandemia remitió hay un auge de las salas. Fueron dos años encerrados en casa y la gente estaba cansada».

Cree que son «compatibles las plataformas de streaming con la exhibición en cines». Carlos Méndez se congratula del hecho de que, por ejemplo, «pequeñas salas de pueblo y teatros están experimentando una recuperación».