¿Será la Inteligencia Artificial más inteligente que los humanos?

S. IRENE DÍAZ

ASTURIAS

La inteligencia artificial o deep learning se ha convertido en un reto para los científicos
La inteligencia artificial o deep learning se ha convertido en un reto para los científicos PIXABAY

22 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2022 ha recaído en Geoffrey Hinton, Yann LeCun, Yoshua Bengio y Demis Hassabis. Los tres primeros pueden ser considerados los padres del aprendizaje profundo (Deep learning, en inglés). Demis Hassabis es CEO y cofundador de DeepMind, una de las mayores compañías de investigación en inteligencia artificial del mundo. Sus contribuciones han sido determinantes en el desarrollo del aprendizaje profundo.

El aprendizaje profundo es una red neuronal artificial, que se parece remotamente a la estructura neuronal del cerebro, cuyo aprendizaje se traduce en el ajuste de unos pesos que definen la relación existente entre cada par de neuronas. Desarrollar algoritmos que puedan realizar estos ajustes y a la vez descubrir arquitecturas de red que permitan resolver problemas distintos de forma eficiente es un reto. Hinton, LeCun y Bengio reconocieron la importancia de construir redes profundas utilizando muchas capas, de ahí el término «aprendizaje profundo». 

El Aprendizaje Profundo es un subcampo del Aprendizaje Automático, que a su vez lo es de la Inteligencia Artificial (IA). En esencia permite adquirir nuevas habilidades observando muchos ejemplos y encontrando e identificando patrones, como hacemos los humanos. Este gran avance es posible no solo gracias al paradigma del aprendizaje automático en sí mismo, también a la gran cantidad de datos disponible, procedente de sensores y otros equipamientos, y de la vertiginosa mejora de la capacidad de almacenamiento y de cómputo.

Como puede observarse, los principios en los que se basa son simples (lo que no significa que las técnicas que lo llevan a cabo lo sean) y nos resultan familiares. El propio Hinton asegura que el mejor enfoque para resolver un problema con la ayuda de un ordenador es utilizar el enfoque que se usaría con los humanos: «mostrando ejemplos». Bengio describe el tipo de aprendizaje que despliegan las redes neuronales como «una forma de intuición». La intuición, tan humana.

El enfoque anterior puede parecer que acota sus aplicaciones, ya que induce a pensar que se basa más en la imitación que en la creatividad, una característica inherentemente humana.  En realidad, estamos viendo que es posible avanzar hacia la creatividad. Por ejemplo, Google recientemente ha sido capaz de reconstruir unas pinturas desaparecidos de Gustav Klimt, gran maestro del color.

Pero lo más importante de todas estas contribuciones científicas es el gran avance que ha supuesto en nuestra sociedad. Porque la IA es gaseosa, no la vemos, no podemos tocarla, pero está aquí, en nuestras actividades diarias. Se utiliza por ejemplo en Biomedicina o en Economía o en actividades tan cotidianas como desbloquear el móvil con reconocimiento facial, buscar información en la web o usar un asistente de voz. Existen diademas que alimentan a personas discapacitadas reconociendo cuando tienen hambre o sed, cámaras que reconocen automóviles entre miles de millones en cuestión de segundos ….. pero ¿Será la Inteligencia Artificial más inteligente que los humanos? Evidentemente las máquinas pueden ya resolver problemas que los humanos no podemos resolver. Por poner un ejemplo: los aviones permiten viajar mucho más rápido de lo que los humanos podremos hacer nunca por nuestro propio pie, pero la sociedad no los percibe como un ataque a la esencia del ser humano.  Así debemos ver la IA, como una oportunidad para crear un mundo mejor. Es otra gran revolución industrial, que cambiará, o quizá ya ha cambiado, la estructura socioeconómica mundial, y que nos proporcionará nuevas oportunidades para el desarrollo de nuestra sociedad. Prueba de ello es este premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica.

S. Irene Díaz Rodríguez es catedrática de Ciencia de la Computación e Inteligencia Artificial de la Universidad de Oviedo y directora del Departamento de Informática de la Universidad de Oviedo