«Las empresas poseen las habilidades, el capital y el alcance para poner en práctica los principios de la economía circular»

G. GUITER

ASTURIAS

Ellen MacArthur
Ellen MacArthur

Entrevista con Ellen MacArthur, premio Princesa de Asturias de Cooperación 2022 por su defensa de la «economía circular», del medio ambiente y la sostenibilidad, a través de una fundación

22 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Ellen Patricia MacArthur nació en Whatstandwell (Derbyshire, Inglaterra) el 8 de julio de 1976. A los 29 años de edad se hizo famosa al circunnavegar el planeta en solitario. En 2003 fundó la Ellen MacArthur Cancer Trust, que ayuda a jóvenes enfermos de cáncer a superar sus problemas a través de la navegación y en 2010 creó la Fundación Ellen MacArthur, organización sin ánimo de lucro que tiene como objetivo cambiar los hábitos de producción y consumo de la economía mundial y acelerar la transición hacia la llamada economía circular. 

-¿Qué es la economía circular que promueve su fundación? ¿Por qué cree necesaria la transición y por qué puede ser una oportunidad económica?

-Hoy en día nuestros modelos económicos se basan en un sistema lineal. Tomamos los recursos naturales, hacemos cosas y luego, a menudo después de un tiempo muy corto, las desechamos. Es decir, el ciclo es: tomamos-hacemos-desperdiciamos.

El resultado es una alta contaminación y generación de desperdicios, y podemos verlo a nuestro alrededor. Los impactos negativos de nuestro modelo económico actual no pueden ser ignorados.

Los materiales valiosos se descartan descuidadamente, lo que es una pérdida económica y nos obliga a depender de una mayor extracción de materias primas, con consecuencias en la biodiversidad y los niveles de emisión de gases. En una economía circular, rediseñamos la forma en que producimos y usamos las cosas que necesitamos: nuestra comida, ropa, movilidad, incluso hogares e infraestructura. Se basa en tres principios: eliminar el desperdicio, mantener los productos y materiales dentro de la economía y ayudar a la naturaleza a regenerarse.

-¿Y el plástico?

-Los envases de plástico son un ejemplo muy visible de cómo nuestro actual modelo lineal nos está fallando. Los desechos plásticos se pueden ver en todos los países, en todas las comunidades. Al cambiar la forma en que usamos los envases, podemos reducir el uso de plásticos vírgenes, podemos reutilizar los que ya se han producido y podemos reciclar o compostar cuando sea necesario.

Queremos mantener el valor de los plásticos dentro de una economía circular y queremos que los desechos no lleguen al medio ambiente.

Al actuar ahora, estamos evitando costos más altos en el futuro que si no haciéramos nada y simplemente permitiéramos que los impactos negativos continúen acumulándose. Pero la lógica de una economía circular va mucho más allá de los plásticos. Es relevante para todos los flujos de materiales, tanto técnicos como biológicos.

-¿Qué se consigue en la práctica?

-Mediante la aplicación de los tres principios de una economía circular que antes mencioné, se pueden desbloquear nuevos beneficios económicos y se reducen las amenazas a los ecosistemas, porque lo que no se desperdicia, no es necesario reemplazarlo.

Durante los últimos 10 años, la Fundación ha redactado múltiples informes que cubren muchos sectores destacando el valor económico de una economía circular. Pero lo que es más importante, también nos permite abordar algunos de nuestros desafíos más apremiantes, como afrontar la pérdida de biodiversidad y reparar nuestro sistema climático.

-¿Cuál ha sido la recepción y los resultados de su idea desde que lanzó su campaña?

-Las empresas poseen las habilidades, el capital y el alcance para tomar los principios de la economía circular y ponerlos en práctica. Es por eso que, desde el principio, la Fundación ha estado ayudando a las empresas a comprender cómo se puede llevar a cabo este cambio.

-¿Y se prestan a ello?

-Sí, en su mayor parte, las compañías líderes se han mostrado receptivas a la economía circular. Saben que el cambio debe ocurrir, para ellos es un simple hecho económico, cuando la escasez y la volatilidad de los precios se convierten en la norma para muchos recursos.

En lo que respecta al trabajo que realizamos sobre nuestro Compromiso Global sobre plásticos, las empresas que representan el 20 % de todos los envases de plástico producidos en todo el mundo se han comprometido con ambiciosos objetivos hasta 2025 para crear una economía circular de ese material.

En cuanto a los resultados, siempre estamos presentando retos y apoyando a las empresas para que logren un progreso más rápido y ambicioso.

-¿Y los poderes públicos?

-Esto tiene que hacerse en colaboración con los políticos. La decisión en el mes de marzo de los estados miembros de las Naciones Unidas de comprometerse a negociar un tratado global para llevar los plásticos a la economía circular es una oportunidad única en la vida y demuestra que estamos progresando, incluso si sabemos que no será un proceso fácil.

-¿Qué es más útil: reciclar más, consumir menos, reutilizar o cambiar hábitos?

-Desafortunadamente, no podemos centrarnos solo en uno de ellos. Todos ellos son partes de la solución. El reciclaje es una herramienta útil, pero es importante tener en cuenta que no podemos salir de esta crisis solo con el reciclaje.

En lo que se refiere a los plásticos, la inversión se destina a la recolección y clasificación para aumentar las tasas de reciclaje, pero nunca habrá suficiente infraestructura para mantenerse al día con el flujo que viene desde arriba. Tenemos que detener ese flujo. La innovación es fundamental en este proceso. Debemos encontrar formas de eliminar los envases innecesarios y utilizar menos plásticos vírgenes. También necesitamos que las empresas eleven sus ambiciones y acciones en torno a modelos de reutilización de envases de ese material.

Las empresas líderes ya están abordando estos problemas y los legisladores también están analizando cómo pueden respaldar este cambio.

-Pasemos de la teoría a la práctica. Hable sobre proyectos concretos que sirvan de ejemplo práctico para sus ideas.

-Hay muchos ejemplos, incluidas muchas marcas globales líderes que están innovando y desarrollando formas de producir o vender productos que integren los principios de economía circular integrados. El fabricante de automóviles Renault mantiene los materiales en uso durante más tiempo al aplicar la restauración de piezas de motor usadas mediante la refabricación. Esto también reduce los residuos y la necesidad de materias primas y energía.

Pero también hay muchas iniciativas más pequeñas que impulsan esto. El proyecto Jeans Redesign es un ejemplo de cómo una industria puede adoptar los principios de la economía circular. Unas 100 marcas, fábricas y manufactureros están produciendo jeans diseñados para usarse más, preparados para ser rehechos y elaborados con insumos reciclados o renovables.

-¿No cree que la reducción en el uso de plástico y el aumento de materiales alternativos resultarán en un costo inasequible para los países más pobres?

-En el modelo de tomar-hacer-desechar, los costos a largo plazo aumentan a medida que se acumulan los desechos y aumenta la contaminación. De hecho, actualmente los países más pobres sufren mucho más el impacto, ya que simplemente no disponen de los sistemas de recolección para manejar esta acumulación de desechos plásticos.

Pero todos los países terminarán pagando más a largo plazo, en términos de un medio ambiente empobrecido y un clima dañado, si no comenzamos a invertir en formas de producir cosas con menos desperdicio y que retengan su valor por más tiempo.