La Ley de la Memoria: la llama viva del legado democrático

La Voz

ASTURIAS

La norma asturiana ha supuesto un verdadero impulso al reconocimiento a las víctimas de la dictadura

26 nov 2022 . Actualizado a las 11:25 h.

La entrada en vigor el 1 de marzo de 2019 de la Ley 1/2019 para la Recuperación de la Memoria Democrática en el Principado ha supuesto un verdadero hito en Asturias para superar, de una vez por todas, las memorias heredadas del franquismo, erradicar más de medio siglo de imposición de una historia interesadamente falseada, y construir una verdadera memoria democrática basada en la primacía de los derechos humanos.

Esa fecha ha marcado un antes y un después para el reconocimiento de las víctimas y para la restitución de la verdad y de la dignidad; ha acelerado el estudio de las fosas de la memoria y ha abierto la puerta a la recuperación e identificación de esos miles de asturianos que sufrieron asesinatos, torturas, encarcelamientos arbitrarios, detenciones ilegales y trabajos forzados.

También es la apertura de un periodo en el que se ha avanzado significativamente en la supresión o reasignación de los símbolos de la Dictadura, en el estudio y el análisis de lo que ésta supuso

Todo ello se está haciendo de acuerdo con las Recomendaciones de la ONU de 2014 en relación con las desapariciones forzosas y sobre el desarrollo de los derechos humanos en España. Y en base a estos cuatro pilares del Derecho Humanitario Internacional de verdad, justicia, reparación y garantía de no repetición.

Es una cuestión de Ley porque, como dice la norma asturiana en su preámbulo:

«La recuperación de la memoria democrática es una obligación ética, política y también legal de los poderes públicos. Recuperar del olvido a quienes defendieron la democracia y sus valores frente a la rebelión fascista es un imperativo ético y moral que el Principado de Asturias no puede obviar. Los demócratas estamos en deuda con ellos».

En este contexto, el Gobierno del Principado, fundamentalmente a través de la Consejería de Presidencia, ha desarrollado múltiples iniciativas al respecto en los últimos meses en varios frentes.

Para la recuperación de la memoria de las víctimas

Una adecuada reparación moral e histórica es absolutamente necesaria para que la paz llegue a todas las personas que aún no han podido disfrutar de ella y el Principado está firmemente comprometido con ello.

El Gobierno de Asturias ha decidido instituir el día 23 de septiembre como el Día de la Memoria Democrática de Asturias; una conmemoración que coincide con la efeméride de salida de los niños y niñas desde El Musel en 1937 huyendo de la Guerra Civil y de la represión franquista.

El 23 de septiembre de 2021 se celebró este día con la plantación del Primer árbol del Jardín de la Memoria que se está erigiendo en uno de los patios de la antigua Cárcel de Oviedo. Este jardín incluye una escultura compuesta por cinco prismas de color rojo que simbolizan a todas las víctimas del franquismo.

Esa antigua cárcel hoy convertida en la sede del Archivo Histórico de Asturias fue un escenario de torturas y contra uno de sus muros fue fusilado un rector de la Universidad, Leopoldo García-Alas García-Argüelles, hijo de Leopoldo Alas Clarín, el autor de La Regenta.

Fue también el lugar elegido para un día cargado de simbolismo. El 26 de noviembre de 2021, el presidente del Principado, Adrián Barbón, entregó la Medalla de Oro de Asturias a título póstumo a de Vicente García Riestra, un asturiano ilustre, el último superviviente español del campo de concentración nazi de Buchenwald.

Exiliado en Francia después de la Guerra Civil, fue arrestado en 1944 por colaborar con la Resistencia Francesa y trasladado al campo de concentración en el que permaneció un año y tres meses.

«Solo tengo una misión» -decía- «que no se olvide el horror de la España de la guerra y la posguerra y de la Europa de los nazis. Esa será mi herencia».

La antigua Cárcel de Oviedo volvió a ser este año el centro de la celebración dedicada a la Memoria Democrática. Con una diferencia importante con respecto al año anterior: que el evento se enmarco en una semana de conmemoraciones en los que destacaron las Jornadas sobre el Exilio Asturiano de 1937 organizadas junto con la Universidad de Lisboa, una charla-coloquio sobre las mujeres en la Represión Franquista; una jornada sobre la Memoria LGTBI en la dictadura franquista, así como el propio acto conmemorativo del 85 aniversario de la partida de El Musel de los niños de la Guerra.

El reconocimiento a personas que fueron víctimas del franquismo es una de las líneas de actuación en las que el Principado está poniendo especial énfasis como pone de manifiesto la edición del libro y el homenaje realizado a Vicente Gutiérrez Solís, militante comunista y antifranquista de dilatada trayectoria o, más recientemente, con la concesión de los títulos de hijos predilectos a los guerrilleros antifascistas José Antonio Alonso Alcalde, Felipe Matarranz González y Cristino García Granda. También participa en la publicación de una monografía sobre Les Candases, las ocho mujeres y los cinco hombres que fueron arrojados al mar desde el Cabo Peñas después de ser sometidos a torturas.

El Gobierno del Principado ha participado además en los homenajes al último presidente de la República en el exilio, José Maldonado, a los Siete de Gijón, últimos defensores republicanos de la ciudad de Gijón y que permanecen enterrados en una fosa común del cementerio de Celanova, en Orense; a las víctimas de la fosa común de San Miguel de la Barreda; a las de Santo Emiliano, Grado o La Caridad, por citar algunos de los más recientes. También ha estado presente en el homenaje a los 269 fallecidos en el Hospital Militar de Prisioneros de Gernika o a las víctimas del campo de concentración de Miranda de Ebro, en Burgos.

Para reconocer a las 289 maestras y maestros republicanas que fueron asesinadas o represaliadas durante la Guerra Civil y la represión franquista el Principado ha adquirido y repartido a los ayuntamientos del Principado 289 placas con el objeto de que sean instaladas en las casas o en las escuelas donde estas personas vivieron o ejercieron su docencia con el fin de honrar y dignificar a estas víctimas.

Identificación y recuperación

En 2021 se ha comenzado a realizar el trabajo de campo para acometer exhumaciones en fosas. Los trabajos se han iniciado en aquellas en las que se pensaba que la documentación era más sólida así como las posibilidades de conseguir objetivos concretos.

Se trata de las fosas de El Fitu, en Parres; El Molín de Xilu, en Las Regueras; Gúa, en Somiedo; Alto del Palomo, en Gozón; y Vega de Rengos, Bimeda y Leitariegos en Cangas del Narcea.

Las primeras exhumaciones no han dado los resultados esperados pero el Principado mantiene su compromiso con la identificación y recuperación de las víctimas que permanecen en las fosas comunes.

Recientemente, la Consejería de Presidencia ha encargado el estudio e investigación de 40 fosas de personas desaparecidas durante la guerra civil y la dictadura franquista, con el fin de determinar los emplazamientos donde puedan hallarse restos, concretar sus ubicaciones y documentar sus antecedentes históricos.

El Principado cuenta con un catálogo de enterramientos y víctimas, en constante actualización, que se completará con este nuevo análisis, como paso previo para impulsar un plan de exhumaciones en la comunidad.

La investigación histórica y la localización de fosas comunes es una tarea interdisciplinar que requiere la intervención de expertos en Historia, Geofísica, Geomática, Topografía y otras especialidades que habiliten para el desarrollo de trabajos con georradar. Para llevar a cabo estas tareas, solicitarán información a familiares y personas conocidas de las víctimas, como datos personales, fechas y lugares de enterramiento y, siempre que sea posible, la aportación de fotografías, documentos y otros objetos. Las entrevistas se grabarán y se transcribirán con el fin de asegurar su conservación

Una vez finalizada la investigación histórica, y con el objeto de completar con mayor precisión las fichas del catálogo de fosas comunes, se identificarán las localizaciones con georradar, lo que permitirá ubicar las 40 fosas y esclarecer si se conservan en ellas restos humanos. La información recabada a través de testimonios, investigación documental y localización por georradar facilitará la elaboración de fichas con todos los datos verificados: denominación, localización, concejo, intervenciones, número de víctimas y fuentes historiográficas, entre otros.

Y en las próximas semanas se firmará un convenio con la Universidad de Oviedo para poner en marcha un banco de ADN, una herramienta clave para llevar a cabo análisis genéticos para identificar, a través de las muestras de familiares, los restos hallados en las fosas.

Las primeras tomas de muestras de ADN para cotejarlas con las de las víctimas ya se han tomado gracias a la colaboración del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Asturias y se ha puesto  a disposición de la ciudadanía el correo electrónico memoriademocratica@asturias.org  para que todas las personas interesadas en ofrecer una muestra de su ADN para poder cotejarlo en el futuro con los restos de familiares desaparecidos pueden solicitarlo. Estos datos se registrarán, junto con el Gobierno de España, en una base común para que se puedan cotejar con los análisis realizados en todo el país.

El objetivo último es poder nombrar a las víctimas, una por una, para acompañar y dar consuelo a sus familiares y para garantizarles el necesario respaldo institucional.