Un negocio a 11 grados por no encender la calefacción central: polémica en la Avenida de Galicia

L.O.

ASTURIAS

F. Sotomonte

Los inquilinos denuncia que la propiedad se niega a encender la caldera alegando altos costes

08 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Octubre fue un mes marcado (como ya ocurriera en el verano) por una anomalía climática, una entrada en el otoño mucho más calurosa y también con mucha menos lluvia de lo normal en una latitud como la asturiana. Pero el frío acaba por llegar y, aunque brille, el sol ya no calienta lo suficiente. En muchas lugares es tiempo ya de encender la calefacción y así lo creen, por ejemplo, en el edificio de la Avenida de Galicia, número 6, en lo más céntrico del centro de Oviedo. Pero hay un problema: pese a las protestas de los inquilinos la propiedad se niega a encender la vieja caldera de carbón y lo único que se ha caldeado es el mal ambiente y las protestas de quienes padecen esta situación.

«De los propietarios sólo uno vive aquí, los otros están calentitos en sus casas pero se niegan a encender la calefacción, se niegan a dar una fecha para hacerlo y te dicen que si no estás contento que te vayas». Lo explica Daniel González que es sufridor del frío por partida doble, tiene dos alquileres en el edificio, el de su vivienda y el de su negocio, el centro de estética Hoelión, que este lunes por la mañana estaba una temperatura de 11 grados. Hay otras 18 viviendas, también una guardería infantil, otros centros de estética y despachos de abogados. Todos tiritan y han empezado a poner carteles en el portal advirtiendo de que si no empieza a encenderse la calefacción se negarán a pagar el alquiler.

Y no es barato. Hay mensualidades de 1.500 euros, es una zona de muy preciada ubicación y todo ello incluye el pago de servicios de comunidad de lo que González no está nada satisfecho. «A mí me fueron subiendo el precio hasta el más del 8% de la inflación, y pago todo el año para que no pasan estas cosas pero ahora la calefacción está apagada. Tengo que poner estufas de electricidad y me están llegando facturas de luz de 400 euros y más de media».

Pero ¿cuál es la excusa para no encender la caldera? No hay ninguna avería y, según destacó González, se trata simplemente de que «como ha subido tantísimo el carbón no quieren gastar, y pretender alargar esta situación hasta final de mes a ver si, como suele ocurrir al terminar noviembre, hay días de buen tiempo. Es una medida unilateral que no se ha debatido en una reunión de vecinos».

El inquilino asegura que se trata de una «pequeña dictadura» en la que la propiedad de se niega a dar explicaciones o rendir cuentas, todos menos de uno de los propietarios que sí reside en el edificio, sufre el frío, y también comparte las protestas. González asegura que, en todo caso, el carbón que tiene almacenado se compró con antelación en meses pasado y lamentó también que haya falta de mantenimiento en el sistema de calefacción.

En un momento determinado habrá que encenderla y, en todo caso, se creará un nuevo problema ya que, según explica, al ser un edificio muy viejo sin buenas medidas de aislamiento, toda la energía se va. «Cuando se enciende la caldera empieza a derrocharse energía y meten carbón y carbón como si fuera el Titanic. No se regula si fuera hace mucho o poco frío, son radiadores viejos y todo está a 30 grados. Cualquiera que pase por la calle ve que está todo el edificio con las ventanas abiertas. No debería permitirse con la que está cayendo».