El temible psílido africano que amenaza la naranja asturiana

Juan M. Arribas

ASTURIAS

MARTINA MISER

15 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Los productores de cítricos sienten temor ante el avance de importantes plagas foráneas, de las que en algunos casos no hay cura, en un contexto en el que aumentan las interceptaciones en frontera de partidas infectadas de países terceros y el objetivo de la UE de reducir fitosanitarios. Entre ellas se encuentra el «Trioza erytreae», el temido psílido africano, que se detectó inicialmente en Galicia en 2014 y que se extendió a Asturias y también Cantabria y País Vasco. Ahora ya ha llegado también a Portugal.

El psílido africano es un insecto chupador que no provoca graves daños pero su peligro reside en que puede transmitir la bacteria HLB, que puede causar la muerte del árbol porque es intratable, es considerada la enfermedad más importante, grave y destructiva de los cítricos en el mundo. En Asturias el Trioza eritreae apareció en 2020 y ya está dispersado por la costa. En un año se realizaron 553 prospecciones y dieron como resultado 43 focos positivos. El psílido está en Asturias pero afortunadamente la bacteria HLB no tiene presencia.

¿Cómo se está combatiendo en Asturias? Mediante lucha biológica. Es decir, introduciendo ejemplares de Tamarixia dryi, un parásito que ataca al Trioza erytreae. En Galicia, desde donde se enviaron 11.000 ejemplares a Asturias, la experiencia resultó todo un éxito, pues los estudios confirmaron que se había logrado un parasitismo del 70%, y, desde entonces, las sueltas de este insecto se han repetido. En 2021se soltaron 9.000 insectos de Tamarixia dryi en 14 puntos estratégicos por la costa asturiana con buenos resultados.

Aunque la producción cítrica en Asturias es menor en la actualidad, no sucedió así en el pasado. Asturias fue una gran productora de naranjas y limones hace 300 años, ya que el transporte por mar desde Valencia a los Países Bajos o Inglaterra era entonces impensable, al igual que por tierra. Hubo zonas privilegiadas para la explotación en la costa asturiana como Villaviciosa, Ribadesella o Llanes, por su clima benigno, con fácil salida a puerto y al mar. Para producirlos hacían falta fincas protegidas del norte y que estuvieran de cara al sol.

El presidente de la Interprofesional Citrícola Española (Intercitrus), Enrique Bellés, ha reconocido a Efeagro su preocupación, ya que »la entrada de plagas y enfermedades, deprecian el valor del producto, a través de la reducción o eliminación de su valor comercial, y/o ponen en riesgo el propio arbolado y su capacidad productiva presente y futura«. »Somos especialmente vigilantes con el hecho de que se haga un seguimiento exhaustivo de todas ellas«, ha afirmado antes de recordar que »la situación geográfica de España ofrece un clima favorable a la adaptación de muchas de estas plagas, por lo que la labor de prevención es fundamental«.