Pulso por un lobo en Picos: Asturias quiere abatirlo y el Gobierno se opone

E. G. B. REDACCION

ASTURIAS

Imagen de un lobo
Imagen de un lobo CHISCO LEMA || EP

Un informe no vinculante del Ministerio para la Transición Ecológica es desfavorable sobre la propuesta asturiana de cazar un ejemplar ante los daños en las explotaciones de ganado menor dedicadas al queso Cabrales

16 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El Gobierno asturiano tiene previsto publicar esta semana una resolución que autorizará abatir a un lobo en el Parque Nacional de los Picos de Europa, el primero después de que se decretara la protección de la especie por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que ha emitido un informe desfavorable sobre la propuesta de extraer un ejemplar en la vertiente asturiana del espacio protegido ante los daños causados en las explotaciones de ganado menor que se dedican a la elaboración del queso de Cabrales. 

Ese informe del ministerio, según recordaron desde la Consejería de Medio Rural y Cohesión Territorial, es preceptivo pero no vinculante, por lo que el siguiente paso será la publicación de la resolución en el BOPA. La dirección general del Medio Natural y Planificación Rural había publicado el pasado 27 de octubre una primera resolución por la que autoriza la realización de trabajos de localización y prevención del incremento de daños previos a una extracción de ejemplares de lobos en el interior del parque nacional de los Picos de Europa, en la zona de Cabrales y las Peñamelleras.

En concreto, de la manada denominada Cabrales-Tresviso. La resolución explica que se tiene en cuenta la especial distribución territorial de las manadas que rodean este parque nacional, que tienen como única zona de expansión las sierras de Cuana y del Cuera, «territorios de densa ocupación ganadera, particularmente de reciella».

También se indica que se han tenido en cuenta la evolución de los daños a la ganadería dentro y en el entorno del espacio protegido y el contenido de los informes de la guardería de zona y de la asistencia técnico-científica del parque nacional en materia de seguimiento de las poblaciones de lobo. En este sentido, y debido a los daños registrados en las dos Peñamelleras, se señala que es factible que la manada se haya dividido en dos y se menciona que el pasado 1 de octubre la guardería del parque escuchó un coro de aullidos compatible con la presencia de crías en la manada de referencia.

La propuesta de 2021 para esta manada de Cabrales-Tresviso era abatir a un máximo de tres ejemplares, uno en cada ámbito territorial (Asturias y Cantabria) y uno más donde primero se realizase. Solo se abatió a un lobo, en la vertiente cántabra.

Tras la inclusión del lobo en el Listado de Especies Silvestres (Lespre), la orden ministerial establece que se podrán abatir con una autorización administrativa de la comunidad autónoma siempre que se cumplan ciertos criterios. Por ejemplo, que no exista otra solución satisfactoria tras demostrarse que se han aplicado adecuadamente por parte de las explotaciones afectadas medidas preventivas o de protección del ganado que han resultado ineficaces. O que se justifique «con el mejor conocimiento disponible» que la medida de captura de ejemplares no afecta negativamente al estado de conservación favorable de la especie.

La resolución publicada en el BOPA aporta, en este sentido, conclusiones del informe de seguimiento realizado en el parque nacional, como por ejemplo que, antes de la protección, se mataba a una media de ocho lobos al año, calculando que supone un 20% de la población, sin que se produjera «un declive» de la misma, y que «extracciones significativas de ejemplares -sobre un 30%- provocan un pequeño descenso en el número de eventos reproductivos, pero uno o dos años después la población vuelve a recuperarse, lo que demuestra que los lobos tienen una gran capacidad de recuperación y una gran resistencia a las extracciones».

También se explica que «no hay otra solución satisfactoria», puesto que en la zona existen cinco cercados electrificados para la guarda nocturna del ganado menor, «que son utilizados ampliamente por los ganaderos» en primavera, otoño y parte del invierno «de acuerdo con los usos tradicionales del manejo de ganado de producción de leche para elaboración del queso de Cabrales». Además, se indica que, en verano, los rebaños son acompañados «en general por mastines y/o perros de carea, los cuales son adecuadamente atendidos por los ganaderos».  Y, sin embargo, «se dan perjuicios importantes para el ganado» según los daños recogidos en 2021 y en lo que va de 2022, «siendo los mismos recurrentes y significativos respecto del tan limitado número de exploraciones» de la zona, sobre todo en Nedrina.

El informe del Ministerio para la Transición Ecológica es desfavorable al considerar que no puede certificarse que la extracción solicitada «resulte neutra sobre el estado de conservación de la especie en España». Según publica elDiario.es, el ministerio considera también que hace falta más información relativa a la manada denominada Cabrales-Tresviso como sus tasas de mortalidad y de productividad o el tamaño del grupo familiar en distintas fases del ciclo vital. El informe del ministerio también echa en falta que se aporte un censo del número total de lobos o manadas detectados en Asturias y en el entorno de los Picos para valorar cómo afectaría la extracción solicitada por Asturias al estado de conservación de la especie.

Desde Ecologistas en Acción, según recoge también elDiario.es, se considera que el plan asturiano no se ajusta a lo que prevé la normativa y que el informe del ministerio aporta más argumentos para recurrir en los tribunales contra el plan asturiano. A este respecto, cabe recordar un reciente auto de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria, que acordaba a finales de septiembre la medida cautelar solicitada por la Asociación para la Conservación y Estudio del Lobo Ibérico (ASCEL) para dejar en suspenso las autorizaciones para la extracción de ejemplares de lobo en varios municipios de Cantabria.

Si bien la decisión judicial contaba con un voto particular discrepante, para la mayoría del tribunal la medida era «desproporcionada» sin antes aplicar otras medidas de prevención y protección del ganado «y de control del lobo que no supongan su muerte», además de que estimaba que «debe prevalecer el interés general de conservación de la especie de lobo ibérico».