Reunificación de la derecha asturiana: el PP de Canga aspira a ser la «gran casa común»

ASTURIAS

F. Sotomonte

El complejo panorama del espectro conservador en Asturias hace difíciles las alianzas con vetos cruzados

03 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

En el límite del final año el PP asturiano logró un golpe de efecto con el anuncio de que Diego Canga, un alto funcionario de la UE con notable prestigio (cuenta con la medalla de plata de Asturias) será quien encabece su lista electoral el próximo mes de mayo. Los conservadores -a la espera de que la dirección nacional lo ratifique como candidato- se ha encomendado al fichaje independiente para que sea capaz de reunificar el muy fragmentado panorama electoral de la derecha asturiana.

Con la esperanza de ser «un epicentro gravitacional de atracción política», en palabras del secretario general del PP asturiano, Álvaro Queipo. Y no lo tiene difícil, en principio, Canga con la posibilidad de reunir a buena parte de antiguos votantes de Ciudadanos. Con el partido naranja en plena desintegración su perfil moderado podría pescar en su caladero, de simpatizantes y quizá también de dirigentes. Fuentes del PP señalaron en todo caso que no han llamado a nadie para que se incorpore a la «gran casa común» de la derecha y que han tomado nota de los elogios de responsables de Ciudadanos a la hora de valorar al candidato del PP. En otros grupos conservadores despertó hasta cierta hilaridad lo que han considerado mayor entusiasmo con Canga entre políticos naranjas que en el mismo PP.

Pieza clave en ese ámbito podría ser en los próximos meses, o semanas, el teniente de alcalde de Oviedo, Ignacio Cuesta a quien sus críticos (expulsados o habiendo abandonado hastiados el partido) han acusado de preparar un salto al PP en otras ocasiones. Pero en el castigo electoral a Ciudadanos está la penitencia de sus dirigentes. Para el PP parece tan sencillo absorber a esos votantes que ni siquiera les merece la pena atraer a sus dirigentes para quitar en puestos en las listas a sus propios militantes.

La lista que elabore Diego Canga es una de las incógnitas que permanecen abiertas. Queipo aseguró esta semana que tendrá «margen» suficiente para establecer algunos de sus criterios y nombres predilectos, quizá también independientes del colectivo Compromiso Asturias XXI al que Canga está ligado.

La ficha de Moriyón y el equilibrio de alianzas

Pero si todo el mundo da por amortizado a Ciudadanos, los equilibrios de alianzas con otros grupos en el espectro de la derecha asturiana pueden tener muchas más aristas y espinas. No pocos en ese ámbito han recordado que el mismo partido naranja fue a las anteriores elecciones también con un candidato independiente, el exrector de la Universidad de Oviedo, Juan Vázquez, que dejó el parlamento la jornada siguiente a que se constituyera tras no haber alcanzado sus metas electores, y señalan que Canga podría hacer lo mismo y regresar a la mucho más tranquila Europa si Barbón revalida con calma su gobierno.

O puede que se vaya a Madrid y algunos en la capital lo dan por hecho. No en vano y aunque falta el trámite de la ratificación de Canga por la dirección nacional tras la propuesta formal de comité autonómico no deja de ser eso: una formalidad y un trámite. Canga es una elección de Génova, designado por la dirección de Feijoo y se especula que su amplia experiencia en asuntos comunitarios de índole agraria le da muchas papeletas para sentarse en un hipotético consejo de ministros de Feijoo como responsable de Agricultura y Pesca.

Y también otros problemas añadidos: a diferencia de otras comunidades, la fragmentación de los partidos de centro derecha en Asturias tiene largo recorrido y características propias que hacen mucho más compleja la reunificación de voto.

Foro Asturias sigue en la carrera, lleva tiempo preparando el muy probable regreso de Carmen Moriyón a la arena política para tratar de volver a ganar la alcaldía de Gijón. En la villa de Jovellanos el PSOE se encuentra debilitado tras haber apartado a su alcaldesa, Ana González, con un proceso de primarias promovido por sus propios militantes y tras proponer, no sin roces con la FSA, a Luis Manuel Flórez, «Floro», como candidato. Moriyón fue quien, en dos ocasiones, arrebató Gijón a la izquierda, y la ciudad más poblada de Asturias podría ser una piedra en el camino de Canga.

Porque Foro no tiene ninguna intención de vender baratas sus alianzas y si el PP busca o coalición o pactos se encontrará con dos vetos. El primero a Vox. El grupo de extrema derecha cruzó muchas líneas rojas cuando en el debate sobre la reforma del estatuto de autonomía para introducir la oficialidad del asturiano lanzó una campaña de señalamiento contra el diputado Adrián Pumares con vallas en las carreteras y reparto de pegatinas con su rostro tachado. Ese acoso no se ha olvidado en Foro y si el PP tuviera a mano una mayoría pero necesitara otros escaños tendría que mantener un equilibrio complejo.

El factor Álvarez-Cascos

Lo cierto es que si no todos, prácticamente la mayoría de las divisiones de la derecha asturiana tienen al exministro, exsecretario general del PP y expresidente del Principado, Francisco Álvarez-Cascos como protagonistas. Una vez empujó fuera del PP a Sergio Marqués para que fundara URAS y tiempo después fundó él mismo la escisión de Foro, de la que ahora ha sido expulsado y con la que mantiene pleitos en los tribunales.

Este verano protagonizó rumores tras comer con Álvaro Queipo en Castropol cuando comenzaba a urdirse que Teresa Mallada no repetiría como candidata del PP. Y sus últimos fieles han lanzado un nuevo partido, Suma Principado, que estará encabezado por Pedro Leal.

El propósito de esta nueva formación, más que rascar un muy improbable apoyo ciudadano en las urnas, es el de ofrecerse al PP de Diego Canga como fuerza de coalición, con el objetivo quizá de garantizarse un puesto en las listas para las autonómicas y quizá para las generales (ha sido de este modo que Isidro Martínez Oblanca ha estado dos legislaturas en el Congreso de los Diputados). Pero el nuevo Foro, alejado de Cascos, también vetaría un acuerdo de ese tipo si el PP quisiera llegar a algún tipo de entendimiento con ellos.