Borja Sánchez: «Con ciencia e innovación se garantiza el Estado del Bienestar, no son políticas optativas»

ASTURIAS

Borja Sánchez
Borja Sánchez

El consejero pone en perspectiva  la nueva Ley de la Agencia de Ciencia que se aprobó por unanimidad en el parlamento asturiano

04 dic 2022 . Actualizado a las 13:41 h.

Hace algo más de tres años, el lavianés Borja Sánchez aparcó su carrera científica y dio el paso a la política para liderar una Consejería inédita, toda una declaración de intenciones del Gobierno de Barbón. Con una pandemia trágica que reafirmó la necesidad de la ciencia y la innovación como pilar de nuestra sociedad, Sánchez acaba de sacar adelante casi por unanimidad la nueva Ley de la Agencia de Ciencia, un instrumento que asume como ventanilla única las necesidades del siglo XXI y que ha dotado de mayor peso económico y político a su cartera. Borja Sánchez confía en las capacidades de la Ciencia como garantía del Estado del Bienestar.

-Una vez aprobada la Ley de la Agencia de Ciencia, Competitividad Empresarial e Innovación, ¿cuándo estará en marcha este organismo? ¿Cuánto dinero gestionará?

-Estimamos que la ley se publicará en el BOPA dentro de algo más de una semana, a partir de ahí la ley entrará en vigor a los 20 días de su publicación y, posteriormente, se establece un período de 6 meses para su puesta en marcha. Hay toda una serie de cuestiones técnicas y administrativas que debemos poner en marcha, desde modificación de decretos de estructura de otras Consejerías hasta cambiar bases reguladoras y convocatorias. Mientras tanto, se seguirán convocando las ayudas como se venía haciendo habitualmente. Estimamos que el presupuesto de salida de la Agencia rondará los 55 millones de euros, pero aspiramos a que, en el futuro, esté gestionando una parte sustancial de la inversión de la administración pública del Principado de Asturias en I+D, que para 2027 debiera estar en la horquilla de los 100 -120 millones de euros si queremos estar en ese objetivo global de inversión del 2,12% de inversión en I+D.

-La idea que ha trasladado es que será una especie de ventanilla única. ¿Incorporará nuevas convocatorias además de las que ya están en marcha? ¿Se plantea alguna línea novedosa que sirva para reactivar la I+D+i regional?

-Efectivamente, se establecerán unas bases reguladoras únicas, amplias, donde puedan incorporarse convocatorias de I+D, de innovación, de transferencia, y de formación, atracción y retención de talento, incluido nuestro programa Margarita Salas. Estableceremos un grupo de trabajo donde no solo incorporaremos nuevas convocatorias, sino que debemos fusionar algunas que actualmente se solapan. Por comentar algunas de las novedades que tengo en mente, la creación de una convocatoria similar a los doctorados industriales, pero focalizada en el emprendimiento.

-¿Conseguirá la Agencia realizar una verdadera política de atracción y retención de talento?

-Aspiramos a ello; ya tenemos mucho andado con nuestro programa In Itineras y las convocatorias Margarita Salas. Debemos ser conscientes de que las políticas de I+D y de innovación van dirigidas a grupos de investigación, empresas… pero detrás de ellos hay personas. Asturias necesita seguir atrayendo y reteniendo talento en aquellos ámbitos, como los sectores encuadrados en la alta tecnología, donde ya somos fuertes 

 -¿Cómo puede contribuir la futura Agencia a converger con las comunidades más punteras en I+D y con Europa?

-A través de la gestión eficiente, y sobre todo eficaz, de algo tan complejo como es ser capaces de desplegar toda la inversión de I+D que figura en los presupuestos, año tras año. Permitirá mucha flexibilidad en la ejecución y justificación de estos fondos de la que, hasta ahora, adolecíamos en el Principado.

-La Agencia se crea sobre el Idepa, una entidad ligada tradicionalmente a la empresa. ¿Cómo percibe el sector empresarial la nueva entidad?

-Percibo muchas ganas de contribuir a esta transformación, que es equiparable a la que sufrió el IFR en 2002 y que dio lugar al IDEPA. No lo digo por decir, miremos al incremento en la cantidad de proyectos empresariales de I+D que se solicitan, miremos también a los nuevos centros de I+D de grandes empresas, a la creación de spin-offs y start-ups. El otro día, en la entrega de los primeros premios empresariales de FADE, el responsable de SERESCO lo dijo muy claro: las empresas también deben ayudar para incrementar nuestra hoy por hoy modesta cifra de inversión en I+D. Es una tarea de todas las instituciones implicadas, públicas y privadas.

-En la propia creación de la Agencia trascendió las reticencias de la Consejería de Industria a ceder parte de su gestión. Es un hecho que Ciencia ha ganado peso en este nuevo reparto de competencias en detrimento de Industria. ¿Están salvadas las reticencias del consejero Enrique Fernández?

-La Agencia es un instrumento gubernamental, no un instrumento de tal o cual consejería, y como tal, un pilar de nuestra acción de gobierno. Las consejerías y los equipos que las formamos estamos para sacar adelante aquello que creemos es beneficioso para Asturias. No me consta que haya trascendido ninguna reticencia, lo que sí que me consta es el gran y sesudo trabajo para conseguir sacar adelante este instrumento, donde está la clave del futuro modelo económico del Principado. 

-En la dirección del Idepa se encuentra Eva Pando. ¿Continuará al frente de la nueva Agencia?

-Queda mucho trabajo por hacer y la directora del IDEPA es una pieza clave para la puesta en marcha de la nueva Agencia. 

-¿Habrá cambios en alguna de las sociedades que conforman el Grupo IDEPA (Asturex, CEEI, Asturgar, SRP)?

-Ninguno, son sociedades que, de una u otra forma, ya gestionan instrumentos que están al servicio del emprendimiento, de la innovación o de la internacionalización.

-La Ficyt se adscribe a la agencia, ¿qué implica y qué funciones tendrá?

-Las funciones de FICYT son y serán las mismas, independientemente de la creación de la Agencia. FICYT seguirá ayudando en la gestión de los programas de I+D y de formación, retorno y atracción de talento, y también potenciará acciones relacionadas con la gestión de proyectos europeos, divulgación de la ciencia y vocaciones STEM.

-El Serida pasa a depender de su consejería y sale de Medio Rural, ¿es un mero cambio en el organigrama o se dará un giro al servicio de investigación y desarrollo agroalimentario?

-Nuestra idea es impulsar los programas de investigación agroalimentaria y biotecnológica del Serida. Para ello, Serida necesita una revisión de sus procedimientos que la equiparen al resto de organismos de investigación española, esto es, pasar de un procedimiento de fiscalización previa a un control financiero permanente.

-La inversión del empresariado asturiano en I+D+i está por debajo de la media nacional. ¿A qué cree que se debe y cómo se puede corregir?

-Debemos diferenciar, en primer lugar, que una cosa es innovación y otra I+D. La empresa asturiana es un colectivo muy innovador como reflejan las últimas estadísticas de Eurostat, correspondientes al año 2021. El sector de las altas tecnologías aporta un 3,8% del empleo regional, y un 4% del PIB, solo por detrás de Madrid, Cataluña y muy cerca del País Vasco. Por tanto la economía asturiana ya es altamente innovadora en comparación con las economías de nuestro entorno. Lo que tenemos que hacer es cerrar cadenas de valor que son intensivas en I+D, como el ámbito biosanitario, y poner facilidades a que muchas más pymes asturianas accedan a programas de I+D. Para lograr unos niveles de inversión privada en I+D que converjan con la media europea, Asturias también necesita que más pymes y micropymes ganen tamaño y lo rentabilicen en nuevos productos, servicios y empleo. El aumento de inversión pública debe servirnos para catalizar estos cambios.

-Incluye la figura de investigador distinguido, para científicos con reputación internacional consolidada.  ¿Cómo se van a articular estos fichajes?  ¿Cuántos «investigadores distinguidos» cree que se podrían incorporar cada año?

-Esta figura se prevé en el caso de que sea necesaria una dirección de centros, instalaciones y de equipos de investigación. Los pormenores de esta figura y su articulación están recogidos en la Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación. No tengo manera de precisar ahora mismo el número de incorporaciones/año, pero sí que contemplamos esta figura para su uso en futuras instalaciones del Principado.

-Asturias cuenta con una comunidad científica por encima de la media, cualitativamente hablando. ¿Cómo podemos ensanchar aún más esa comunidad? ¿Cómo se puede conseguir tener más científicos y mejor pagados?

-Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación ya establece unos regímenes de retribución, de estabilidad y de carrera científica que garantizan que dedicarse a la ciencia sea más atractivo que nunca. Pienso en mí mismo, cuando en 2015 estaba planteándome no volver del CIRAD, en la Isla de La Réunion. Hoy en día la situación para la ciencia española es radicalmente diferente. Esa será nuestra base para que la comunidad científica siga no solo aportando al avance del conocimiento, sino también se incorpore al sector privado y catalice nuevos productos, servicios o nuevas empresas cuando esto sea posible.

-Su consejería nació con el objetivo de llegar al 2% del PIB en I+D+i. Sin embargo, Asturias sigue por debajo de la media española en inversión, ¿qué falla y qué falta para acercarse a ese porcentaje?

-Ese objetivo sigue vigente. No falla nada, hablamos de una política cuyos resultados aún tardarán años en verse, pero con los cambios estructurales y de gobernanza realizados, y si somos capaces de ir consolidando un mayor presupuesto año tras año, estamos en condiciones de converger con esa cifra de inversión en I+D en el año 2027.

-En los presupuestos de su departamento, la gran beneficiada es la Universidad de Oviedo, ¿qué pide a la institución académica a cambio de la estabilidad financiera que garantiza el nuevo contrato programa?

-Decía el otro día en el pleno de la Junta General del Principado de Asturias que la innovación es la única forma de garantizar nuestro estado del bienestar. Entre los elementos comunes que caracterizan a aquellas regiones a las que nos queremos parecer por su economía innovadora siempre figura un sistema universitario fuerte y dinámico, conveniente y establemente financiado en el tiempo. A la Universidad de Oviedo solo le pido que con esta estabilidad continúen haciendo lo que ya hacen tan bien, que es ser uno de los pilares de transformación socioeconómica del Principado.

-¿Da por cerrada la polémica del traslado de Minas a Mieres? ¿Es una polémica artificial?

-Como en otras ocasiones, mi más completo respeto a las decisiones tomadas en los órganos de gobierno de la Universidad de Oviedo en cuanto a dónde y cómo debe dirigir su estrategia. Lo que es bueno para la Universidad, es bueno para Asturias.

-Con los planes de la Universidad sobre la mesa, ¿veremos el próximo año algún movimiento que acerque las facultades a El Cristo? ¿Cómo se puede acelerar?

-Para 2023, la Universidad va a contar con una partida de 200.000 euros para realizar un estudio técnico, que es necesario para establecer cómo restructurar y reubicar las sedes universitarias en el Campus del Cristo. Los detalles se irán dando a conocer según avance dicho estudio.

-El fenómeno de los nómadas digitales llama mucho la atención. ¿Cree realmente que Asturias puede ser un nicho de atracción de nómadas digitales? ¿Por qué?

-Esta propuesta parte del hecho de que Asturias cumple con los requisitos para atraer estos nómadas digitales y teletrabajadores. Hemos realizado un plan director que articula una web, una campaña de promoción en redes sociales, un programa de acompañamiento y de captación de información de aquellos concejos interesados en publicitar sus activos a este colectivo, y una oficina física con una o dos personas que se dediquen a dinamizar la campaña y que sean un punto para todas las posibles consultas. Asturias tiene un entorno y un territorio ideal para atraer a todos aquellos teletrabajadores (nacionales/internacionales) que la vean como un lugar para vivir. Ya se ve como región para visitar, y debemos de dar ese salto para que también lo sea para trabajar. Tal y como dije previamente, esta campaña es una forma de reactivar la economía en la zona rural a la vez que facilita la atracción y retorno de talento.

-Los planes de despliegue de banda ancha no acaban de concluir. Qué horizonte se marca para esa Asturias hiperconectada de la que se viene hablando en los últimos años.

-No acaban de concluir porque seguimos consiguiendo financiación para llegar a cada vez más lugares de la mano no solo de la fibra óptica, que es lo que se puede subvencionar hasta el momento, sino también de la 4G, 5G y conectividad satelital de banda ancha. Por ejemplo, acabamos de conocer la aprobación de otros 7 millones de euros adicionales para el despliegue de fibra óptica. Desde que estamos en la consejería ya vamos por 54 millones, que se obtienen competitivamente. Cada mes que pasa es un mes menos para avanzar hacia esa Asturias hiperconectada, pero hay que tener en cuenta que es el despliegue de una infraestructura y que, como tal, lleva su tiempo de gestión de permisos con todas las administraciones implicadas. Pensemos en que los cables tienen que cruzar carreteras, ríos, pasar por espacios protegidos, apoyarse en elementos públicos, instalar nuevos apoyos… todo esto lleva tiempo.

-A la legislatura le resta solo seis meses. ¿Qué balance hace de su labor al frente de la Consejería de Ciencia? ¿Qué asignaturas da por aprobadas y cuáles ha suspendido?

-Muy positiva. Yo acepté venir a la política para luchar contra ese cliché, instaurado en una parte de la sociedad, que dice que la política no sirve para nada. Tras 3 años casi y medio se ha cumplido en su totalidad nuestra propuesta electoral, comenzando por crear una consejería que no existía, de cero. Se han creado infinidad de sinergias entre agentes que nunca habían colaborado antes, y se han realizado numerosas aportaciones, proyectos, actuaciones… desde las dos misiones científicas del Principado a tener casi casi lista la compra pública innovadora, la reestructuración de los CDTLs, la agencia, la financiación universitaria, la estabilización de la convocatoria Severo Ochoa, las convocatorias de I+D y de formación, retorno y atracción de talento, los pilotos de conectividad satélite, la campaña de nómadas digitales, todas las convocatorias que vienen financiadas por los planes complementarios de I+D y los fondos europeos para digitalización y conectividad, la rehabilitación de espacios mineros para un uso más innovador, la candidatura para la agencia de inteligencia artificial que ha supuesto un antes y un después en la movilización del ecosistema, todos los proyectos público privados que surgieron durante la pandemia, la ciencia ciudadana, la primera Feria de la Ciencia y de la Innovación, la estrategia de especialización inteligente, las cátedras de innovación y de 5G, los 54 millones de euros adicionales para la fibra óptica… Sí, definitivamente la Consejería de Ciencia ha catalizado numerosas acciones transformadoras, positivas y ha puesto a la ciencia y a la innovación en la discusión política. Porque como también decía en sede parlamentaria ciencia e innovación son la única garantía para conservar nuestro estado del bienestar, no son políticas optativas.