«Queremos encontrar a nuestro abuelo, sin rencor»: la familia del fusilado asturiano en Celanova

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Detalle de la excavación en Celanova
Detalle de la excavación en Celanova Santi M. Amil

Los arquéologos examinan los restos hallados en el cementerio gallego

05 dic 2022 . Actualizado a las 18:25 h.

Los arqueólogos continúan las excavaciones en el cementerio de Celanova (Ourense) donde se han encontrado restos humanos de cuatro personas, con el objetivo de comprobar si puede haber más y determinar si se corresponden con los de asturianos fusilados en septiembre de 1939, después de la Guerra Civil.

Por el momento, familiares no han podido contener su «emoción» por este hallazgo, con el que buscan cerrar heridas en caso de que finalmente se confirme que los restos se corresponden con los de los asturianos fusilados.

«Ayuda a cerrar heridas, no queremos remover otra cosa que la tierra y encontrar a nuestro abuelo, sin rencor», comenta Gracia Gutiérrez, nieta de Abelardo Suárez, uno de los fusilados, quien se ha trasladado a Celanova a la espera de que los investigadores determinen si los restos hallados se corresponden con los de su abuelo.

Abelardo Suárez Del Busto murió fusilado a los 28 años en Celanova el 22 de septiembre de 1939 por un pelotón de la Bandera de Falange de Marruecos. Tras ser capturado por la Armada sublevada tras la caída de Gijón fue trasladado a Camposancos (A Guarda) y condenado a muerte el 29 de julio de 1938, junto a otros diez presos.

Así lo atestigua uno de sus familiares directos y nieta: «Ya dábamos por perdido el encontrar a nuestro abuelo, sabíamos que estaba aquí pero no mucho más. Hace un año contactamos con el comité, empezamos a conocer la historia de estas personas y las denuncias que había de los vecinos», explica Gracia, quien aboga por la necesidad de curar heridas y reparar la memoria de los fusilados.

«Reparación, emoción, persecución, nervios», son algunas de las palabras que resuenan en su cabeza, después de décadas sin saber del paradero de su abuelo, un «pobre albañil» que no sabía escribir.

«Más que por nosotras, que no lo conocimos, lo hicimos pensando en mi madre y mi abuela», comenta.

Para Gracia, lo más «impactante» es ver cómo otros familiares «están luchando» por reparar la memoria de todas estas personas que fueron fusiladas.

«No queremos remover nada más que la tierra y encontrar a nuestro abuelo, sin rencor», asiente Gracia, quien descarta cualquier interés «político» en las exhumaciones.

Esta mujer afirma que su abuelo «no hizo nada de lo que se le acusa» como se recoge «en ese sumario espantoso» y por eso busca limpiar su nombre. «Que el mundo vea qué pasó aquí, no como un tema político sino de reparación. Me gustaría que cuando hablo de esto aquellos que me dicen que lo deje, sepan que solo quiero ver su nombre, creo que se lo merece él y todos los que vivieron la misma situación», asegura; según recogió EFE.