Las redes sociales de Sandra Bermejo, claves para obtener pistas sobre su paradero

La Voz REDACCION

ASTURIAS

Zona del Cabo Peñas. Sandra Bermejo, en el recuadro.
Zona del Cabo Peñas. Sandra Bermejo, en el recuadro.

El psicólogo Javier Urra, mentor y exjefe de la joven desaparecida en el Cabo Peñas hace un mes, pide que la investigación policial «continúe viva»

09 dic 2022 . Actualizado a las 16:55 h.

El psicólogo Javier Urra ha vuelto a asegurar que las redes sociales de la psicóloga madrileña Sandra Bermejo, de 32 años, podrían ser uno de los principales hilos de investigación para obtener alguna pista sobre su desaparición el pasado 8 de noviembre en Cabo Peñas, en el concejo asturiano de Gozón.

Urra, psicólogo forense de la Fiscalía del Tribunal Supremo y del Juzgado de Menores (en excedencia voluntaria), conoce a Sandra Bermejo desde que esta joven afincada en Gijón estudiaba en el centro universitario Cardenal Cisneros de la Universidad Complutense de Madrid, donde él fue su profesor y el tutor de sus prácticas en el centro terapéutico RecURRA-Ginso. El expediente académico de Sandra Bermejo era «brillante», con una media de 9,80 de puntuación, lo que llamó especialmente la atención de Urra, que la describe como «una joven muy capaz» para los estudios, lo que, unido a una personalidad «espectacular» caracterizada por su «sociabilidad, inteligencia y generosidad», le llevó a contratarla para las prácticas para un proyecto con menores conflictivos en su centro terapéutico.

«Le pedí que subiera a un campamento que teníamos en El Escorial, en Madrid, con menores conflictivos y ella no lo dudó», relata a EFE Javier Urra, que asegura que Sandra Bermejo demostró estar muy comprometida con su trabajo, lo que le llevó a ser la coordinadora del centro con la universidad y posteriormente su secretaria personal.

El psicólogo forense reconoce que la noticia de su desaparición les ha impactado tanto a él, a pesar de que a sus 65 años está acostumbrado a tratar temas muy complejos, como a las personas con las que trabaja «de una edad similar a la de Sandra» porque la trataron durante un año y medio.

Urra le perdió la pista cuando la joven le comentó que quería dedicarse por su cuenta como psicoterapeuta y trasladarse a Gijón. La tesis del suicidio no le encaja porque tenía una organización rutinaria y según le ha confirmado su círculo más cercano en las horas previas a su desaparición tenía programada una videollamada con su familia, había hecho una compra en su casa y había quedado con una amiga para ir a clases de teatro y además, apostilla, «no se le vio depresiva».

Tampoco una caída accidental en el mar le parece probable para una persona como Sandra Bermejo que «le gusta la naturaleza, conoce bien la zona y además su cuerpo no apareció desde que hace un mes comenzó la búsqueda».

Por tanto, para el psicólogo forense la alternativa más plausible es que su desaparición haya sido totalmente involuntaria porque le parece «muy raro» que la joven se dejara el bolso en el coche perfectamente aparcado, salvo que «al lado de su vehículo se colocara otro coche con una persona conocida dentro y ella se pasara a este coche y luego desapareciera en contra de su voluntad».

Urra está en permanente contacto con la familia de Sandra, así como con Joaquín Amills, presidente de SOS Desaparecidos que ejerce como portavoz familiar y, al igual que ellos, pide que la investigación policial «continúe viva».

Entre tanto, la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Gijón, que se encarga de la investigación, mantiene abiertas «todas las hipótesis», según apuntan desde la Jefatura Superior de Policía de Asturias.