Las fiestas de Nochevieja con cena y música se imponen en Asturias a la barra libre

Se acerca la última noche del año. La Nochevieja es, sin duda, una de las fechas marcadas en rojo por parte de la hostelería, como una manera de cerrar el ejercicio haciendo caja de manera rotunda. Más si cabe en un año como este, el que se puede considerar como el del final de la pandemia y sus restricciones. Hosteleros del Principado resaltan que muchos clientes están retrasando la compra de entradas para los eventos de fin de año hasta última hora, si bien se nota a pie de calle que la gente «está más animada».

Las celebraciones con cena y baile parece que, en Asturias, están atrayendo a más gente, con respecto a las que únicamente ofrecen fiesta y barra libre posterior a las uvas. El único miedo que tienen algunos organizadores de actividades de este tipo es a la competencia desleal de las fiestas ilegales que afloran por estas fechas, si bien no todos creen que vaya a ser un fenómeno masivo, ni mucho menos. 

Temor a la competencia desleal

La Sala Cuatro de Avilés ha diseñado una celebración de Nochevieja a la antigua usanza. Alejandro Dos Santos, responsable y organizador explica que, como novedad, «por la mañana cambia el tipo de música hacia la electrónica». La entrada de este evento «salió en 20 euros y está en 25 ahora».

Dos Santos indica que mucha gente está «esperando a última hora, sin saber qué hacer», lo que deriva en un fin de año «un poco raro» con respecto a lo que solía darse antes de la Covid. Pese a que «todas las entradas anticipadas están vendidas», reconoce que a estas alturas esperaba «haber vendido más».

No obstante admite que la Cuatro tiene «un aforo descomunal». «Es lo de siempre; para algunos vender 300 entradas es la ostia y para otros no es nada», puntualiza.

Considera que, de cara a la puesta en marcha de estas celebraciones, los hosteleros se enfrentan a una competencia desleal y nada fácil de combatir: las fiestas ilegales. «Aquí es tremendo», admite. Destaca que «Avilés está lleno de bares que cierran todo el año y, de repente, alquilan para fiestas de chavales», algo que afecta «a la gente que estamos todo el año pagando impuestos, sacando un proyecto adelante y, encima, todo ello después de una pandemia».

No cree que sea de recibo que establecimientos sin actividad reabran el 31 de diciembre con un alquiler de «5.000 o 6.000 euros toda la noche y, sobre todo, que se lo permitan».

Entradas a última hora

Jade Khalili, de El Llagar de Castiello, resalta que su establecimiento ofrece una «propuesta distinta de cena y espectáculo». Cree que a «la gente se la ve este año un poquitín más animada», después de varios años de restricciones y normalidades a medias.

No obstante, a la hora de sacar sus entradas considera que el público «lo está dejando un poco para última hora. Estamos aún un poco a la espera de ver qué pasa». Este establecimiento ofrece fiesta, cena de gala y espectáculo para la última noche del año.

Jade Khalili no cree que las fiestas ilegales y celebraciones de Nochevieja irregulares, vayan a tener efecto en su negocio. «Supongo que habrá algo de eso, pero también es verdad que no es nuestro público el que va a ese tipo de fiestas. Nosotros apostamos por una cena un poco más exclusiva, acompañada de un ambiente más íntimo».

Tierra Astur es otro de los establecimientos que organiza una celebración de fin de año en sus establecimientos de Gijón, Colloto y Oviedo. Y lo hace colgando ya desde hace días el cartel de completo. Fuentes del establecimiento resaltan que para cerrar 2022 a lo grande celebran «tres grandes cenas de Nochevieja con los mejores sabores de Asturias. En Tierra Astur Poniente de Gijón y Tierra Astur Águila de Colloto, en formato de cena con brindis y en Tierra Astur El Vasco (Oviedo) con cotillón hasta bien entrado el día de año nuevo. En total son casi 1.000 plazas ofertadas, las cuales hace ya algunas semanas que hemos cubierto».

Están «muy contentos» de la acogida de estas fiestas en todos los locales; aunque, sin duda, su mayor incógnita era el evento «en el nuevo local de Oviedo, en pleno centro, donde se han cubierto las 300 plazas y donde los clientes podrán disfrutar de un evento de más de 10 horas, para los más fiesteros, en el que habrá hueco para la gastronomía, pero también para la música de artistas asturianos».

En lo que respecta a la posible competencia desleal de fiestas no reguladas creen que «es difícil valorar» si existe o no, ya que no se trata de su «competencia directa». «Todas nuestras fiestas conllevan una parte gastronómica importante y este tipo de actividades no acostumbran a ofrecer cenas», concluyen.

Más parejas, menos grupos

Otra fiesta que ha completado su aforo es la el Complejo Bellavista, en Gijón. Javier Martínez, socio del grupo Gavia, es optimista de cara a esta última noche del año. «Lo tenemos lleno y no hay mucha diferencia en cuanto a otros años. Siempre hemos tenido muy buena acogida para la Nochevieja del Bellavista, desde hace 18 años», asevera.

Quizás este año están apreciando, como factor algo diferente, «que vienen menos grupos y más parejas. Otros años eran grupos más grandes, a lo mejor mesas de diez. Este año vienen más mesas de dos y de cuatro». El establecimiento ofrece para echar el cierre a 2022 «una cena con DJ, barra libre y luego el chocolate. La respuesta ha sido muy buena». Respecto a la posible aparición de fiestas irregulares, Martínez, también vicepresidente de Otea, comenta que «esa preocupación la tuvimos hace años, en los últimos de la pandemia y hacia 2019».

Y es que en aquellos tiempos, a su juicio, «había mucha tendencia a hacer fiestas con barra libre. En el 2019 había mucha competencia desleal. Este año no me consta que haya nada, porque eso llevó a tal bajada de precios que hoy hacer fiestas de Nochevieja sólo con barras libres ya no son interesantes, porque se tiraron los precios y ya no se gana dinero. Esas fiestas han desaparecido por la propia competencia».

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