Las muertes por calor y frío extremo en Asturias se quintuplican en solo 3 años

E. G. B. REDACCION

ASTURIAS

Calor, verano, bochorno, sol.Un termómetro marca 35 grados en Oviedo
Un termómetro marca 35 grados en Oviedo

En 2022 fallecían en la comunidad 1.122 personas más de las previstas, de las que 173 se atribuyen al exceso o defecto de temperatura

10 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Las muertes atribuibles a la temperatura, ya sea por calor o frío extremos, se han quintuplicado en tan solo tres años en Asturias. Según los datos del sistema de vigilancia de la mortalidad diaria (MoMo) gestionado por el Centro Nacional de Epidemiologia (CNE) del Instituto de Salud Carlos III, en 2022 fallecieron en Asturias 1.122 personas más de las previstas, de las que 173 fueron por causas atribuibles al exceso o defecto de temperatura

En 2020, el año en el que apareció el coronavirus, el exceso de muertes por todas las causas detectado por este sistema ascendió a 1.659, de las que 32 se debieron al calor o al frío extremos. En Asturias, en todo caso, las olas de calor al menos hasta este verano venían pasando muy de largo, erigiéndose la comunidad en un refugio climático para quienes huían del calor sofocante que viene asolando a España en los últimos años y que en 2022 rompió récords de temperaturas máximas, incluso en el Principado. De hecho, según las estimaciones realizadas por el Instituto Carlos III, en el conjunto de España fallecían entre junio y agosto del año pasado más de 4.650 personas por las olas de calor. De ellas, 21 en Asturias.

Es decir, los óbitos registrados en el Principado que este sistema de vigilancia de la mortalidad diaria atribuye a la temperatura se concentran en los meses de invierno. De hecho, en enero de 2022 se anotan 73 decesos, el número más alto de todo el año, seguido de las 25 muertes de abril y las 21 de febrero. En marzo, siempre según las estimaciones del estudio, se registraron 19 muertos y otros 14 el pasado mes de diciembre. Los mismos que en julio, cuando a Asturias también llegaban temperaturas por encima de los 30 e incluso 40 grados.

En 2021, cuando se calcula que fallecieron 618 personas más de las previstas, los óbitos atribuibles al frío o calor fueron 101. En enero de aquel año, el mes en el que Filomena congelaba y llenaba de nieve a España, fallecían 88 personas en Asturias por el frío extremo. En los meses de verano de 2021, el registro del Carlos III solo sitúa dos fallecimientos en septiembre. En 2020, con tan solo 32 muertes relacionadas con la temperatura, tres de ellas se situaban en diciembre y 13 entre junio y septiembre. 

Mayores de 65 años

La mayoría de estas muertes atribuibles al frío y al calor son de personas de más de 65 años. El año pasado, era el caso en 156 de las 173 registradas. En 2021, la mitad de los fallecidos tenían más de 85 años y, en 2020, ese era el grupo de edad en la inmensa mayoría de los fallecidos. 

Los estudios sobre cambio climático vienen advirtiendo desde hace años de que por cada grado que aumenta la temperatura ambiente, la mortalidad se incrementa hasta en un 4%. Con temperaturas extremas, tanto de frío o calor, el riesgo es mayor en las personas con enfermedades cardiovasculares y hay estudios que indican que aún es mayor en hombres. La mayoría de los fallecidos en Asturias por estas causas el año pasado fueron hombres (122 frente a 51 mujeres). El año pasado además fue el más caluroso y seco desde 1961, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología, y está por ver si, como se espera de un cambio climático acelerado, 2023 va por el mismo camino.