José Manuel Adánez, jefe de ginecología del HUCA, explica las diferencias entre los casos en que se trata del deseo expreso de la embarazada y los que son por recomendación médica
19 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.La polémica por la propuesta de Vox en Castilla y León ha reabierto el debate sobre el aborto en España. La ley de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo rige en todo el territorio nacional, pero la intención del partido de la ultraderecha en la comunidad vecina es aprobar un protocolo específico con una serie de medidas que con el paso de las horas han pasado de ser obligatorias a voluntarias y, según el presidente de la gobierno autonómico, Alfonso Fernández Mañueco (PP), no se van a aplicar. En Asturias, el resumen es que se aplica la ley aprobada en 2010 y que fue actualizada en 2015. Así lo explica José Manuel Adánez, jefe de ginecología del HUCA
Adánez explica que para poder abortar hay que cumplir una serie de requisitos, que son los que marca la que fue conocida en su momento como ley de plazos. Además, el doctor diferencia dos supuestos bien diferenciados: que el aborto sea por deseo expreso de la mujer o por recomendación médica.
Deseo expreso de la mujer
Aquí se incluyen, según precisa Adánez, aproximadamente el 95% de los casos. Para poder abortar, tiene que ser dentro de las primeras 14 semanas de embarazo. «En esos casos, tiene que contactar con los puntos asignados para recibir información», señala, y detalla que los principales son «los centros de salud, los de planificación familiar y los servicios de información al ciudadano habilitados en las diferentes áreas sanitarias». También se puede conseguir esta información en las clínicas concertadas o en el Instituto Asturiano de la Mujer.
En estos puntos es donde la mujer solicita información y, cuando comunica su intención de seguir adelante, se le entrega «un sobre cerrado», explica el jefe ginecología del HUCA, en el que se le comunican «todas las opciones que hay en el embarazo: los derechos que tiene, las ayudas públicas y las alternativas que existen». Tres días más tarde, que se conocen como «periodo de reflexión», debe comunicar su decisión. Precisamente este paso del sobre es el que ahora se está debatiendo y que el Gobierno estudia eliminar en la futura reforma de la ley.
Una vez tomada la decisión, «se pone a la interesada en contacto con el centro concertado y ahí se programa el procedimiento». La intervención en los casos en los que realiza por deseo expreso de la mujer es «por aspiración» y siempre en una clínica concertada, detalla el doctor. Por ley, es un procedimiento «gratuito y anónimo» y, como en cualquier intervención, «la mujer debe dar su consentimiento por escrito».
Indicación médica
El doctor Adánez indica que los casos más frecuentes dentro de este grupo son las «anomalías graves en el feto». A esta situación se llega tras la realización de pruebas como la amniocentesis y, una vez analizada, se informa a la mujer para que decida si quiere interrumpir o no el embarazo. En este bloque también se incluyen las situaciones en las que el embarazo pueda suponer un riesgo para la vida de la mujer. «Por ejemplo, cuando sufre una enfermedad renal o endocrina grave», apunta el especialista.
Este tipo de interrupciones del embarazo por indicación médica se realizan en los hospitales públicos. «No en todos los de Asturias, pero casi», aclara Adánez, quien puntualiza que «el HUCA es el centro de referencia». Estos abortos se realizan mediante la toma de una pastilla y se puede hacer, con carácter general, hasta la semana 22.
En cualquier caso, la ley contempla excepciones, como precisa el ginecólogo, que apunta que «en situaciones excepcionales, en las que el feto tenga alguna enfermedad incompatible con la vida, se puede realizar superadas esas 22 semanas». Eso sí, puntualiza que «se debe reunir un comité a nivel de Asturias que es el encargado de evaluar la situación». En resumen, Adánez concluye que «aquí lo que hacemos es aplicar la ley».
Descenso de abortos en Asturias
Adánez añade que el número de interrupciones de embarazos realizados en Asturias se ha reducido en los últimos años. Hasta 2012, el Principado tenía una tasa de 14 casos por cada 1.000 y en la actualidad se ha reducido a 11 de cada 1.000.
En cuanto a los motivos, el doctor apunta como posibilidades que «se ha detectado un aumento de las consultas de planificación familiar y se han mejorado las políticas de información».