La asociación Asturias de Noche presenta su propuesta de protocolo al Principado con siete puntos para actuar en este tipo de situaciones
04 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.La Asociación Asturias de Noche ha presentado al Principado su propuesta de protocolo de actuación frente a las agresiones sexuales. Está inspirado en modelos implantados en ciudades como Barcelona, pero tiene sus propias características, entre las que destaca la forma de pedir ayuda sin que el supuesto agresor se entere: extender hacia arriba la palma de cualquiera de las dos manos, meter el pulgar en la palma y bajar los dedos sobre ella (como atrapando el pulgar hasta cerrar el puño) y repetir el gesto, como si de un parpadeo se tratara, para llamar más la atención de la persona a la que se esté dirigiendo. El documento consta de siete puntos en los que se detalla la forma de actuar una vez identificada la situación de riesgo.
La asociación considera que locales de ocio nocturno, discotecas, cafés-teatro y bares con música amplificada son espacios de encuentro y relación que, «a veces se convierten en el escenario de comportamientos inapropiados y en ocasiones delictivos de diferente naturaleza». La propuesta de protocolo va dirigida especialmente a la defensa de las mujeres «pero podría ser extensible a cualquier persona que con independencia de su sexo o condición sexual requiera de protección frente a un peligro», detalla Asturias de Noche.
Activación del protocolo
En esta propuesta, la activación del protocolo vendrá motivada a través de un señal verbal o gestual por parte de la víctima. En cuanto a esta última opción, la llamada de alerta se realizará extendiendo hacia arriba la palma de cualquiera de las dos manos, meter el pulgar en la palma y bajar los dedos sobre ella (como atrapando el pulgar) y repetir el gesto.
Actuación
La asociación resume en siete puntos los pasos a seguir una vez identificada la situación de riesgos:
1. La prioridad será avisar de inmediato al jefe de sala o encargado con las palabras: activa el protocolo. Si no está cerca, se notificará al mayor número de personal cercano para ayudar a proteger a la víctima y al mismo tiempo que alguien localice al encargado. El encargado o jefe de sala debe actuar de coordinador y dirigir todos los puntos del protocolo.
2. Proteger a la víctima aislándola del presunto agresor. Por ejemplo, una manera sería fingir que es un conocido y mandarle entrar en la zona de personal con cualquier excusa como guardarle el bolso o alguna pertenencia.
3. Al mismo tiempo el encargado o jefe de sala dará aviso a la seguridad privada del establecimiento, si la hubiere, y dependiendo de la situación o si la víctima así lo requiriese, contactará con los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, principalmente con Policía Nacional.
4. La seguridad tratará de identificar y retener al presunto agresor, «siempre tratándolo con educación y respeto, sin prejuzgarlo y distrayéndolo», hasta la llegada de la Policía Nacional, que será quién evalúe la situación y actúe según sus procedimientos habituales y pasando a ser los responsables de manejar situación desde ese momento.
5. En los casos en que se pudiera sospechar que la víctima tuviera mermadas sus capacidades cognitivas por ingesta voluntaria o forzada de sustancias químicas o por un aparente estado de shock, sería necesario contactar con los servicios del 112 para solicitar ayuda sanitaria.
6. Será también importante identificar a los acompañantes de la posible víctima si los hubiere y testigos, a fin de que la puedan acompañar y proteger emocionalmente a su allegada, o dar su versión a la Policía.
7. Por otro lado, el encargado informará a la Policía sobre la disponibilidad de grabaciones de las cámaras de seguridad y las conservará por si las requiriesen de interponerse denuncia.
Asturias de Noche pide al Principado su participación en dar a conocer el protocolo para que llegue al mayor número de personas posible. Para ello, reclama el desarrollo de campañas informativas, carteles y un plan de sensibilización, entre otras medidas.
También pide que se desarrolle un protocolo específico para el sector del taxi que suponga «recoger a las mujeres en la puerta de los establecimientos, donde suelen estar amparadas por la seguridad y el en punto de destino, las dejen justo en el portal».