
El alto tribunal desestima íntegramente los recursos de casación presentados contra la sentencia por el asesinato del concejal de IU en Llanes
16 feb 2023 . Actualizado a las 13:06 h.La Sala Penal del Tribunal Supremo ha confirmado las condenas de entre 20 y 22 años de cárcel ratificadas por el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) a los cuatro procesados por el asesinato del concejal de Llanes de IU, Javier Ardines, en agosto de 2018.
El Supremo desestima íntegramente los recursos de casación presentados por los cuatro condenados contra la sentencia del TSJA, que ratificó a su vez la dictada por un tribunal del jurado de la Audiencia Provincial de Oviedo.
Las penas confirmadas son de 22 años de prisión para el inductor y los dos autores materiales del crimen, y de 20 años para el intermediario.
El fallo ha sido comunicado este jueves por el Supremo al Tribunal Superior de Justicia de Asturias y a la Audiencia Provincial de Oviedo, y notificado a las partes. La sentencia íntegra, con sus fundamentos jurídicos, se conocerá en los próximos días; informó Europa Press.
Inductor y sicarios en una infidelidad
La sentencia declaró acreditado que Pedro N.A. descubrió la relación extramatrimonial de su mujer, a su vez prima segunda de la esposa de Ardines, tras grabarles en diciembre de 2017 una conversación que confirmó sus sospechas y meses después, en julio de 2018, comenzó a urdir un plan para acabar con la vida del edil.
Para ello, Pedro N.A. le hizo el encargo a su amigo Jesús M. que, tras aceptar ayudarle, contactó con Djilali B y los tres viajaron el 27 de julio de 2018 desde Vizcaya, donde todos ellos residían, hasta la parroquia llanisca de Belmonte de Pría, para transmitirle al sicario toda la información sobre la zona y las costumbres y hábitos del concejal, según detalló el fallo.
Tras acordar los preparativos de una emboscada, Djilali B. asumió el encargo y propuso ejecutarlo y repartirse el dinero con su compatriota argelino Maamar K.
Así, el 16 de agosto de 2018, los dos sicarios se trasladaron de nuevo a las inmediaciones de la vivienda de Ardines hacia las cuatro y media de la mañana y colocaron en el camino vecinal tres vallas metálicas de obra para cortar el paso.
Tras ello, se escondieron y esperaron la llegada de Ardines, quien tenía la costumbre de salir muy temprano de casa para ir a faenar con su barco, labor que compatibilizaba con su cargo como concejal de Playas, Personal y Medio Rural.
Ardines se encontró con las vallas sobre las seis y cuarto de la mañana, lo que le obligó a bajar del coche para retirarlas.
En ese momento irrumpieron los dos sicarios, que primero le rociaron con un espray de pimienta para luego golpearle en la cabeza con un bate de béisbol o un palo, y después estrangularle, según detalló la sentencia tras el veredicto del jurado.
