«La universidad no está al servicio del mundo empresarial»

ASTURIAS

El rector de la Universidad de Oviedo, Ignacio Villaverde
El rector de la Universidad de Oviedo, Ignacio Villaverde Tomás Mugueta

El rector de la Universidad de Oviedo Ignacio Villaverde aborda los retos del ecuador de su mandato

26 feb 2023 . Actualizado a las 10:13 h.

En el ecuador de su mandato, el rector de la Universidad de Oviedo afronta una etapa de transformación de la academia, en sus campus, en sus titulaciones y sus relaciones internacionales.

-Ha puesto el foco estos días en la internacionalización de la institución, en la captación de alumnos fuera de Asturias.

-Nosotros tenemos un plan de internacionalización con el que queremos reposicionar a la Universidad de Oviedo, es ese gran escenario académico que es el mundo hoy, que ha habido un cambio de paradigma radical. La universidad de Oviedo debe ser de referencia, que su opinión se tiene en cuenta y eso hay que compaginarlo con números que nos den estabilidad. Asturias vive un invierno demográfico, pero lo demógrafos dicen que podríamos tener un leve repunte en diez, ahora mismo hay uno con los nómadas digitales que aprecian Asturias como destino. La magnitud con la que la universidad se vería cómoda está entre 19.000 y 21.000 estudiantes y hay que compensar el impacto de la demografía con la captación de estudiantes de fuera de Asturias.

-En ese contexto, ¿se reoganizarán los títulos, habrá carreras que desparezcan, se crearán unas nuevas?

-A corto y medio plazo no tenemos cambios previstos en los títulos oficiales, sí creo que tenemos que hacer un cierto ajuste en nuestros master, los que reorientar porque no estamos teniendo el éxito que creo que merecemos. En grados se está funcionando bien, con la incorporación de esos nuevos, de deportes o criminología, los grados dobles. Pero no debemos perder de vista que la Universidad de Oviedo ya no está sola y esa planificación no la puede hacer aislada, porque formamos parte de, y lideramos, una gran alianza europea, que es una fusión en frío de diez universidades, sin perder su identidad, hemos formado una confederación para proponer una oferta formativa propia, coordinada como una gran universidad europea. La primera fase no van a ser los grados oficiales sino con los títulos propios, vamos a programar una oferta con formación continua. Debemos fortalecer la enseñanza bilingüe si queremos que haya una movilidad efectiva de estudiantado y profesorado entre las diez.

-Una buena noticia reciente es el aumento de los alumnos en Medicina.

-Se han aprobado un aumento del 10% de las plazas, eso implica que el próximo curso las pasarán de 150 a 165. Esto nos exige una actualización de nuestras instalaciones y materiales y contratación de nuevo profesorado para asumir el impacto. Parecen pocas plazas pero luego se multiplica, dentro de seis años tendremos con los rotatorios de prácticas clínicas tendremos 15 estudiantes más que atender con la misma alta calidad que venimos dando. Ha sido gran ayuda que esté en los presupuestos del Estado recogida una línea de ayuda a este incremento y que para la univeisdad viene una suponer una cifra cercana al millon de euros. Lo que pedimos al Estado es que esa cifra se consolide y se mantenga en el tiempo.

-La Universidad tiene varios campus y además en distintos concejos, ¿esa reorganización afectará a Oviedo, Gijón o Mieres?

-Hay que mantener siempre un equilibrio pero se han sectorializado bien los tres: hay dos campus politécnicos, perfectamente complementarios, en Gijón en ingenierías de  transformación, y también una gran escuela de estudios sociales y la muy prestigiosa de marina civil. En Mieres una politécnica centrada en la ingenierías de la tierra y tiene mucho músculo en recursos naturales y materias primas y cada vez les resulta a las empresas más atractivo estar ahí; pero en Oviedo tenemos un gran campus de humanidades en El Milán, uno en el centro, que es heterogéneo, que abarca de Psicología a Geología, y luego el del Cristo, que esperamos completar con los planes que lanzaremos para el espacio del antiguo hospital. Estamos bien organizados pero no optimizamos nuestro espacio y el único movimiento más potente es el traslado de Minas a Mieres.

-Y ese precisamente ha sido un caso de desencuentro con el Ayutamiento de Oviedo, muy intenso en varias ocasiones.

-Lo primero que tengo que puntualizar es que el enfrentamiento es con el alcalde, no con el ayuntamiento con el que de hecho tenemos unas relaciones cordialísimas y con el que hemos incluso aumentado el nivel de cooperación. Otra cosa es el posicionamiento que ha adoptado el alcalde, que es otro asunto en el que yo no voy a entrar. Ya he dicho lo que tenía que decir. Nosotros sabíamos que esto iba a generar una gran tormenta. Es una decisión que siempre estuvo en el aire, que nunca nos atrevimos a tomar y que llegó el momento de tomarla porque era eso, o la desaparición de los estudios de minas no en Oviedo, sino en la Universidad de Oviedo y por lo tanto en Asturias. Y eso no podía ser. La escuela no va a quedar vacía, en el plan de optimización de recursos a la escuela hay que darle contenido y lo va a tener el próximo curso. En general creo que a la sociedad asturiana y a la ovetense le preocupa poco esto, que estamos con otros problemas, y que entiende que la universidad debe organizarse dentro de su autonomía y que tiene razones académicas para esta decisión. Es que esto sigue siendo la Universidad de Oviedo, que aquí implantaremos un grado nuevo, el de Deportes, el de Criminología, habrá nuevos dobles grados, el desarrollo del Cristo. Todo eso es expresión del compromiso absoluto que tiene este equipo rectoral con Oviedo como ciudad que ella misma es un campus universitario.

-Está en una fase preliminar pero ¿qué ideas hay respecto al antiguo HUCA en el Cristo?

-Un gran campus en el Cristo es un anhelo de la universidad ya desde los años 80 porque es cuando empieza a hablarse del traslado del hospital. Cuando finalmente se produce se quedaron esos terrenos en un limbo sin que se acabara de concretar ningún proyecto. Pero la universidad siempre levantó la mano para decir ‘ese es nuestro destino”. Y además nosotros podemos ser un factor de dinamización y de cohesión en ese espacio urbano. Le hemos dicho a la administración que nosotros queremos estar ahí, que vamos a defender los intereses de a universidad, no otros; y que tenemos un problema serio de agotamiento de las infraestructuras en Llamaquique. Informática, ciencias y formación del profesorado, tienen unas infraestructuras extenuadas, no podemos crecer. Nuestra comunidad universitaria merece unos espacios dignos modernos, innovadores, vanguardistas; y El Cristo es una oportunidad. Ya tenemos encima de la mesa dos acciones muy concretas: el Principado ha presupuestado una partida para poder encargar el estudio de desarrollo del campus, no se trata de una simple mudanza. Habrá un concurso de ideas para que los profesionales nos digas cómo hay que hacer lo que queremos. Además ya hay un grupo de trabajo para el documento con los términos legales de la cesión. Y todo esto podremos tenerlo maduro a lo largo de 2023.

-Las relaciones con el Principado son buenas entonces.

-El Principado se porta bien con nosotros, también nosotros con el Principado. Yo creo que la universidad le está dando alegrías, no sólo al Principado sino a la sociedad asturiana. La percepción que se tiene de la universidad es positiva y eso hay que agradecerlo a la comunidad universitaria. Le reconozco al gobierno del Principado y en particular al consejero de Ciencia, que han sido siempre muy cómplices de nuestros planes, han entendido el papel que tiene que jugar la universidad y siempre nos han apoyado en lo que demandábamos porque lo hacíamos con prudencia y con criterio. Siempre hemos tenido una relación leal con el Principado. Y la prueba de que esa relación ha funcionado es el contrato programa que garantiza nuestra viabilidad económica en, al menos, seis años.

-Y dentro de equipo de gobierno de la Universidad ¿habrá modificaciones, se mantendrá intacto hasta el final, repetirá otro mandato?

-Yo soy muy del día a día. Pero hay que tener un pensamiento a largo plazo porque si no sabes a qué puerto quieres ir es difícil que sepas qué rumbo tienes que tomar. Con nuestros planes estratégicos hay que seguir ese rumbo, día a día. Hemos cumplido ya dos años y creo que es el momento de auto evaluar todo este trabajo colectivo. El equipo rectoral tiene que dedicar unos minutos a ver qué cosas han ido bien, dónde hemos acertado, dónde nos hemos equivocado y a partir de ahí tomar las decisiones que se tengan que tomar. Aquí vinimos con un plan, una estrategia que hay que cumplir y debemos auto evaluarnos para saber si lo estamos haciendo bien.

-Las patronal asturiana clama a menudo que necesita que la univerisdad se adpate al mercado de trabajo, es necesaio pero ¿dónde está el límite? La Formación Profesional es una cosa distinta.

-Nosotros tenemos que entendernos, no amoldarnos. Las universidades no forman para el trabajo, eso no quiere decir que no tengamos una responsabilidad para con nuestros alumnos, en formarles con la mejor disposición para acceder a un puesto de trabajo y desarrollar su vocación profesional. Y nos tenemos que entender con las empresas porque están en un entorno al que están destinados nuestros estudiantes. Y sí hemos detectado desacoples, pero que no tienen que ver tanto con los estudios como con las competencias. Y en eso sí podemos trabajar. Pero eso no significa que tengamos que amoldarnos al entorno. La universidad no está al servicio del mundo empresarial.