Los asturianos ya consumían sidra hace 2.000 años: este era el aspecto que tenían

La Voz REDACCIÓN

ASTURIAS

Reconstrucción facial de uno de los individuos estudiados, recreación realizada por el ilustrador Ivan Cuervo bajo la tutela científica de la bióloga Carmen Alonso.
Reconstrucción facial de uno de los individuos estudiados, recreación realizada por el ilustrador Ivan Cuervo bajo la tutela científica de la bióloga Carmen Alonso.

Investigadores asturianos recrean el aspecto que tenían por aquel entonces los habitantes del Principado a partir de las excavaciones arqueológicos realizadas en la sima de La Sobia en Teverga

04 mar 2023 . Actualizado a las 12:19 h.

La sidra de manzana ya se consume en Asturias desde hace más de 2.000 años. Así se desprende de las exploraciones arqueológicas llevadas a cabo en el interior de una sima de la sierra de la Sobia en Teverga, por un equipo de investigadores asturianos, quienes analizaron los restos humanos encontrados en dicha zona. Un «relevante» hallazgo que ha sido presentado ayer en la Casa de La Cultura de San Martín donde también se ha mostrado el aspecto que por aquel entonces tenían los asturianos. Gracias a la recostrucción facial de uno de los individuos estudiados realizada por el ilustrador especializado en arqueología Iván Cuervo bajo la tutela científica de la bióloga Carmen Alonso Llamazares se ha puesto cara a uno de nuestros antepasados.

Investigaciones arqueológicas llevadas a cabo en la sima de la Sierra de La Sobia, en Teverga
Investigaciones arqueológicas llevadas a cabo en la sima de la Sierra de La Sobia, en Teverga

Para llegar a estas conclusiones, la clave ha estado en el análisis del sarro de los dientes de los restos humanos encontrados, puesto que ha permitido mostrar la alimentación que tenían los primeros asturianos en aquella época. El estudio del cálculo dental muestra entre otras cosas, evidencias del consumo de sidra de manzana, y una papilla de sémola de escanda hervida posiblemente en lácteos.

Además el estudio del sarro dental ha permitido saber cual era la alimentación que tenían los asturianos hace 2.000 años. Según los resultados del individuo analizado, las últimas comidas que tuvo fueron peras y arándanos silvestres. Unos productos que «permiten marcar su muerte en torno a octubre, único momento que ambos frutos conviven silvestres».

Los miembros del equipo que han identificado los restos de dieta en el cálculo dental, son los profesores de la facultad de biología de la Universidad de Oviedo María Ángeles Fernández Casado, Tomás Emilio Díaz González, y Herminio Severiano Nava.

Uno de los huesos halladas en la sima de La Sobia, en Teverga
Uno de los huesos halladas en la sima de La Sobia, en Teverga

Los restos hallados pertenecen a dos personas: una mujer y un hombre, que «de acuerdo a las primeras pruebas de carbono 14», estos fueron arrojados al interior de la sima entre fines del siglo I y comienzos del siglo II. A partir de ahora, el equipo que está liderado por el arqueólogo Alfonso Fanjul Peraza pretende continuar este año con los análisis de los restos humanos y animales y comenzar las excavaciones en la sima en 2024.

El acto fue presentado por la alcaldesa de Teverga, el director general de Infraestructuras Rurales del Principado Fernando Prendes, y el responsable de Medio Rural de la Caja Rural de Asturias, Javier Nievas, patrocinadores de las investigaciones arqueologicas. Por parte del equipo asistió el director del proyecto el arqueólogo Alfonso Fanjul Peraza, la bióloga Carmen Alonso Llamazares y el Ilustrador Ivan Cuervo.