El calvario de un casero en Pravia: cuatro años de impagos, un piso destrozado y siete gatos dentro

ASTURIAS

«Sacar toda la basura me va a costar más de mil euros», lamenta Javier Balaguer tras recuperar su vivienda llena de basura y con múltiples desperfectos

06 mar 2023 . Actualizado a las 19:53 h.

«Al principio me daba pena. Me decía que en poco tiempo iba a empezar a trabajar y que me pagaría el alquiler, pero me estaba tomando el pelo». De esta forma reflexiona el Javier Balaguer, quien después de más de cuatro años de impagos por parte de sus inquilinos ya ha logrado recuperar su vivienda en Pravia. Más de cuatro años sin cobrar el alquiler y varias denuncias vecinales por los «malos olores» que hace dos días terminaron con el desahucio de la inquilina, quien dejó el piso con notables destrozos y siete gatos en el interior, según explica Balaguer: «Sacar toda la basura me va a costar más de mil euros».

En 2017, hace seis años, Javier Balaguer alquilaba el piso que su abuela le había dejado en la localidad de Pravia tras su fallecimiento. Lo hacía a una madre soltera con dos hijos menores de edad. Según comenta el afectado, durante los dos primeros años recibió el dinero del alquiler sin ningún tipo de problema, pero más tarde llegarían los impagos. Javier Balaguer recuerda que fueron nueve meses antes de que llegara la pandemia y desde entonces nunca más recibió nuevos pagos a pesar de las promesas de su inquilina. «Llegué a denunciarla, pero la justicia es lenta y llegó la pandemia», clama el arrendador, quien añade que durante los últimos años llegó a haber hasta cinco fechas de desahucio en firme: «Mi abogada metía recursos constantemente, pero era llegar el día marcado y todo acababa paralizado».

Un piso en condiciones insalubres

«No encuentro palabras para describirlo porque todavía estoy impresionado con las imágenes que he visto. No creía que hubiese gente que fuese capaz de vivir en esas condiciones», comenta Balaguer aún perplejo por la escena que se encontró hace dos días al entrar en la vivienda. Desde utensilios de cocina y prendas de ropa tiradas en todos lados hasta bolsas de basura amontonadas por toda la vivienda. Las puertas estaban rotas, los muebles rotos y la comida de gato y la suciedad reinaba en el inmueble que se encontró Balaguer: «La cocina y el baño tengo que tirarlos enteros. Incluso haciendo comprobaciones dudamos que tuviera agua en el piso».

«Todavía estoy asqueado de ver cómo un ser humano podía estar viviendo en esas condiciones»

Además, señala que entre la suciedad y los desperfectos la inquilina habría dejado en el piso hasta siete gatos. «Había marcas de sangre en el suelo y pensamos que podían ser del parto de alguna de las gatas», añade Balaguer, quien asegura haber contactado con una protectora para buscarles un hogar a los felinos. Todo ello lo ha plasmado en un vídeo divulgado con la ayuda de la Plataforma Propietarios de Viviendas en el Alquiler, entidad que también ha denunciado la situación. «Todavía estoy asqueado de ver cómo un ser humano podía estar viviendo en esas condiciones», remata.

Según comenta el afectado, la mujer habría entrado a la vivienda junto a una hija y un hijo, ambos menores, que desde hace varios años habrían dejado el inmueble al alcanzar la mayoría de edad. A pesar de que en varias ocasiones llegaron a confirmarle que la inquilina sí tenía un trabajo remunerado, finalmente pudo averiguar, según desarrolla, que «vivía de dos ayudas que cobraba por valor de 950 euros». Fue precisamente a raíz de este hecho, añade, por el que se le habría rescindido su situación de vulnerabilidad, lo que habría desbloqueado la salida de la mujer del inmueble.

«Me encuentro aliviado porque al final recuperé lo que era mío, pero también asqueado», insiste Javier Balaguer, asegurando que la inquilina habría cambiado de número de teléfono y que incluso habría pedido ayuda al párroco de la localidad en busca de un nuevo cobijo: «Durante estos años estuve totalmente resignado. Sientes indefensión e impotencia. Nosotros también somos personas y estamos desamparadas»