Hiroki Tomita, hispanista: «La figura de Jovellanos me hace pensar que es un intelectual de un nivel comparable al de Goethe»

Marcos Gutiérrez ASTURIAS

ASTURIAS

Hiroki Tomita
Hiroki Tomita

El también profesor de la Universidad de Kitakyushu, especializado en el estudio de la tragedia neoclásica española, ha realizado la primera traducción al japonés de «El Pelayo», obra del ilustrado asturiano

12 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Hiroki Tomita, profesor de la Universidad de Kitakyushu e hispanista especializado en el estudio de la tragedia neoclásica española, ha realizado la primera traducción al japonés de «El Pelayo» de Jovellanos, que ha sido publicada en Tokio por la editorial Ronsosha. Para su traducción, toma como texto base el de la edición publicada por Ediciones Trea en 2018 (también publicado el pasado mes de enero en soporte digital y en libre acceso en su biblioteca abierta), a partir de la impresión de 1832 y de los manuscritos conservados en la Biblioteca Nacional de España y el Museo Casa Natal de Jovellanos. Tomita, de formación académica «básicamente ovetense» como él mismo reconoce, vio que «la cultura del Siglo de las Luces español se conocía muy poco en Japón», por lo que decidió estudiarla y «leer obras nunca antes leídas» por los estudiosos de su país.

-¿Cuáles son sus vínculos con la Universidad de Oviedo?

-Al principio empecé mi carrera como dieciochista estudiando la figura de José de Cadalso. Hay varias ediciones críticas muy buenas de sus obras, pero, entre todas, la edición preparada por el Dr. Emilio Martínez Mata, de la Universidad de Oviedo, me pareció la mejor. Un día visité su despacho y le conté que quería estudiar bajo su dirección en la universidad y el profesor Martínez Mata, generosamente, me aceptó como su alumno. Primero obtuve el DEA en la Universidad de Oviedo y después el título de doctor en la Universidad de Tokio, en Japón, pero mi formación académica es básicamente ovetense. Allí es donde conocí a muchos colegas dieciochistas con los que sigo en contacto en la actualidad.

-¿Por qué elige la Ilustración española como tema de estudio?

-Sin lugar a dudas, el siglo XVIII es la base de la Modernidad en Europa. Leyendo a los historiadores modernos, entre otros a Julián Marías, llegué a la conclusión de que era la clave para entender los temas de la España contemporánea. Pero la cultura del Siglo de las Luces español se conocía muy poco en Japón. En el caso de la literatura, casi nada se había traducido al japonés o introducido a nivel académico en mi país, y yo quería leer las obras que ninguno de mis colegas japoneses había leído antes. 

-¿Cuál es su valoración de «El Pelayo» en el marco de la renovación de la tragedia española?

-A mi modo de ver, la tragedia neoclásica desempeñó un papel clave en la formación del sentido de la nación española. De hecho, el tema de la Reconquista es uno de los favoritos de los autores de esa época para ser dramatizados. Hay otras tragedias neoclásicas que tratan el mismo tema («Hormesinda» de Nicolás Fernández de Moratín, «Pelayo» de Manuel José Quintana) y cada una tiene sus propias características e interés. La de Jovellanos es una tragedia muy bien construida, gracias al uso que hace de los recursos históricos. Las notas incluidas por el propio Jovellanos lo muestran. Además, podemos saber que el amor por la patria no era una expresión fanática, sino el fruto de una construcción intelectual llevada a cabo por los políticos e intelectuales del momento, una construcción que se refleja en sus escritos.   

-¿Cómo valora la literatura de Jovellanos?

-Tomemos la palabra «literatura» en su sentido más amplio. La Universidad de Oviedo sigue publicando los tomos de las obras completas de Don Gaspar desde hace décadas. La variedad y amplitud de sus textos constituye un testimonio cumbre del nivel alcanzado por la intelectualidad de la España del siglo XVIII. Recordando su célebre retrato pintado por Goya, la figura de Jovellanos me hace pensar que es un intelectual de un nivel comparable al de Goethe en Alemania.

-¿Qué dificultades planteó la traducción de «El Pelayo» al japonés? 

-El lenguaje de Jovellanos es llano y coherente en su estructura lógica, así que básicamente tuve que aportar los detalles de la contextualización histórica en las notas de la obra.

-Hábleme del hispanismo en Japón. ¿Hay mucho interés por la cultura española y el estudio del español en el país?

-En los últimos años, son muchos los estudiantes que aprenden español en las universidades japonesas. Sin embargo, no abundan sus oportunidades para entrar en contacto con el mundo hispánico porque España es un país bastante lejano de Japón, así que espero que se abra un camino fructífero para el conocimiento de la cultura española más allá de los estereotipos.

-¿Qué perspectivas de futuro cree que tiene el estudio del idioma, literatura y cultura españolas en Japón?

-Cada país y cada lengua tiene su propia riqueza cultural.  Si partimos del respeto para con los otros, encontraremos campos fecundos para el intercambio. No es posible hablar en un sentido monolítico del estudio del idioma, la literatura y la cultura españolas en Japón, pero mi convicción es que constituye una alternativa muy potente para las personas que se oponen al imperialismo cultural anglosajón.