Cogersa abrirá una nueva planta de clasificación de residuos

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ASTURIAS

Barbón, durante su visita a Cogersa
Barbón, durante su visita a Cogersa Eloy Alonso | EFE

Barbón destaca que supone un esfuerzo de inversión en obra civil, tecnología y maquinaria y que dará respuesta a las nuevas exigencias de la ley de residuos

23 mar 2023 . Actualizado a las 12:34 h.

La nueva planta de clasificación y recuperación de basura mezclada (bolsa negra) que entrará en funcionamiento en pruebas en los próximos meses y que ha supuesto una inversión de unos 60 millones de euros incorporará los últimos avances tecnológicos y abrirá «una nueva etapa» en el tratamiento de residuos en Asturias.

La futura planta, cuyas obras se iniciaron en julio de 2021, ha sido visitada por el presidente del Principado, Adrián Barbón, quien ha incidido en que supone un esfuerzo de inversión en obra civil, tecnología y maquinaria que refleja «un ejemplo de modernización, de adaptación al cambio legislativo y a las demandas de una sociedad cada vez más preocupada por el medio ambiente».

Barbón ha recordado además la necesidad de dar respuesta a las nuevas exigencias legales dado que la ley de residuos aprobada hace prácticamente un año exige que en 2025 el porcentaje de residuos municipales efectivamente reciclados alcance el 55 %, «una tasa que no sería posible alcanzar en Asturias sin los procesos que se pondrán en marcha en esta planta».

Además, ha advertido, seguirá siendo imprescindible avanzar en incrementar las tasas de recogida selectiva en origen, e implantar plenamente la recogida separada de biorresiduos para pasar de un modelo centrado en el vertido directo al vertedero del Valle de La Zoreda, que recibe casi 80% de los residuos municipales y asimilables, a uno nuevo en el que el depósito directo en vertedero desaparece.

La planta cuenta unas instalaciones de 81.000 metros cuadrados y cinco naves que darán trabajo a 71 personas y podrán tratar 340.000 toneladas de residuos domésticos al año (no clasificados en origen) y asumirá también el tratamiento de 50.000 toneladas de residuos industriales no peligrosos y 25.000 de voluminosos (chatarras, muebles, maderas).

Así, permitirá recuperar 150.000 toneladas de combustible sólido recuperado (CSR) al año, 85.701 de materiales y 44.000 de bioestabilizado gracias a sus 15 equipos de clasificación óptica de última generación dotados con sensores de alta resolución para identificar y recuperar una amplia gama de materiales reciclables y conectados a sistemas avanzados de comunicación e información, para registrar los parámetros de funcionamiento en tiempo real.

La plante cuenta además con una central de producción de energía fotovoltaica formada por 5.300 paneles de energía solar, que suman una potencia instalada total de 2.530 kilovatios para generar 3,7 millones de kilovatios hora al año y cubrir el 22% del consumo de la propia instalación.

Según Barbón, que ha estado acompañado por el vicepresidente, Juan Cofiño, y la gerente de Cogersa, Paz Orviz, en la nueva etapa que abrirá esta planta cuando entre en funcionamiento el consorcio del que forman parte el Principado y los 78 ayuntamientos asturianos -«un caso de éxito en el sector público en España»- deberá ocupar un papel central «en la nueva economía de Asturias».

Así, ha emplazado a Cogersa a afrontar los nuevos retos siendo «un cimiento esencial» de la Estrategia de Economía Circular recién aprobada por el Gobierno regional, «la hoja de ruta para abordar las transformaciones que permitan transitar de un modelo económico lineal del producir, usar y tirar, a un modelo circular que va más allá del reciclar».

Depuradora de Villapérez

De esa estrategia forma parte también la gestión del ciclo del agua, ha advertido el presidente, que, tras su visita a las instalaciones de Cogersa en Serín, se ha desplazado a la Estación Depuradora de Villapérez, en Oviedo, en la que se invertirá unos 30 millones de euros para transformarla en una biofactoría íntegramente sostenible.

Según Barbón, el objetivo es que esa depuradora sea un paradigma en la lucha contra el cambio climático y la economía circular al aplicar la innovación para que reutilice el agua y la materia orgánica y se convierta «en una verdadera fábrica de energía y de materiales de valor, con una visión de largo plazo centrada en el objetivo de Emisiones Cero», informa Efe..