Palo y zanahoria de Francia al Atlántico: macrorregión quizás, corredor más tarde

F. S.

ASTURIAS

16 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Los planes de conexión de Asturias con los grandes ejes europeos de comunicación padecen problemas de retrasos pero también osbtáculos añadidos más allá de las fronteras españolas que quedan al margen de su capacidad de actuación. Pero no de, al menos, presionar para que se tengan en cuenta. El anuncio de Francia de que no tiene mucho interés en cumplir en el plazo de 2030 el enlace de la alta velocidad ferroviaria con la península por el País Vasco disparó todas las alarmas en Ajuria Enea y llevó al gobierno de Urkullu (normalmente indiferente en la política autonómica con el resto de territorios) a plantear una macrorregión capaz de hacer de lobby para concretar los proyectos del Corredor Atlántico.

Asturias se sumó, junto a Galicia y Cantabria al embrió de esa macrorregión que, para ser constituida, necesita extenderse también a territorios de Portugal y Francia. Los lusos lo ven positivamente ¿pero y los galos? El lehendakari Íñigo Urkullu mantuvo un encuentro esta semana con el embajador de Francia en España, Jean-Michel Casa, tras el cual aseguró que París no ve «dificultades» a este proyecto si la Presidencia española lo propone en su agenda. Buenas, y diplomáticas palabras, pensando en la presidencia española de la UE que le corresponde en el segundo trimestre del año.

Pero Jean-Michel Casa era menos conciliador sólo unos días atrás en declaraciones a la agencia Europa Press cuando afirmaba que el plazo de 2030 había sido una declaración unilateral de España, que su país no se comprometía a esa fecha y también que veía factible y avanzado el Corredor Mediterráneo, pero no el Atlántico: «Presionar a Bruselas, ¿no?, bueno, que presionen. Si consiguen que la Comisión Europea lo financie todo, bien, claro. Depende también de los fondos europeos. Es una paradoja que España y Portugal, que nunca han sido capaces de hacer un tren de alta velocidad entre Madrid y Lisboa, nos expliquen que hay que presionar a Francia», dijo respecto a los intentos de hacer grupo de presión.

Hubo una buena noticia en todo este asunto, al menos. Esta semana, la Comisión de Transportes del Parlamento Europeo ha ratificado los plazos conocidos para la conexión ferroviaria entre la península Ibérica y el resto del continente para configurar el  Corredor Atlántico y ha incluido además en los mapas la conexión ferroviaria entre Santander y Bilbao.

Urkullu trasladó a los embajadores de Francia y Portugal en España que las regiones del Arco Atlántico no deben permitirse «perder peso» en Europa y, por ello, incidió en la necesidad de constituir una nueva macrorregión que defienda los intereses de la fachada atlántica. Asimismo, ha insistido en la necesidad de que Francia «acelere» los proyectos de conexiones energéticas y ferroviarias y los vinculados al hidrógeno, tal y como se decidió en la cumbre celebrada en marzo en Vitoria con los presidentes de Galicia, Asturias y Cantabria.

El presidente vasco mantuvo sendos encuentros con el embajador de Francia, Jean-Michel Casa, y el embajador de Portugal, João Mira-Gomes, en las embajadas respectivas en Madrid. Según el Gobierno Vasco, Urkullu explicó a los embajadores que para las regiones atlánticas es «fundamental» que se constituya «una nueva macrorregión que defienda los intereses de toda la fachada atlántica» y que afecta a los estados de España, Francia, Irlanda, Portugal y Reino Unido, ante «el riesgo real» de un desplazamiento de los centros de decisión hacia el este de la UE.

En este marco, defendió que la creación de una nueva macrorregión que se sume a las cuatro ya existentes es «un elemento que ayudará a reequilibrar el peso de las regiones» en Europa.