Las restricciones severas de Asturias fueron más eficaces contra el covid

M.V. / L.O

ASTURIAS

Un soldado desinfecta la estatua dedicada a La Regenta, en Oviedo.
Un soldado desinfecta la estatua dedicada a La Regenta, en Oviedo. Alberto Morante

Un informe evalúa el impacto de confinamientos y cierres en el freno a la incidencia del coronavirus y señala que en comunidades como Madrid tuvieron menor efecto

19 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Asturias pasó relativamente bien la primera oleada de la pandemia y vivió como una losa de dolor y muerte y la segunda con la llegada del frío en el invierno de 2020. En la pandemia se notó como nunca que las competencias sanitarias están en manos de las autonomías y en ciertos momentos hubo un verdadero afán por diferenciarse de otros territorios, singularmente lo hizo Madrid además inmersa en una elecciones regionales y que se presentó su postura favorable a la hostelería como una bandera política opuesta a los confinamientos y restricciones. Pero ¿fueron útiles realmente todas esas limitaciones? Un informe científico asegura que sí y además señala que el modelo de Asturias fue de los más eficaces a la hora de frenar la enfermedad.

El incremento de las restricciones redujo la transmisión en un 22 % a la semana, concluye un estudio del Comité Español de Matemáticas (CEMat), en colaboración con el Instituto de Salud Carlos III y el Ministerio de Sanidad. El trabajo muestra que, de todas, las limitaciones de aforos en bares y restaurantes, sobre todo en espacios interiores, fueron las más efectivas; también, las medidas relacionadas con el control de la distancia social. No sirvieron de mucho, sin embargo, las restricciones en eventos culturales, en celebraciones religiosas y en las prácticas deportivas, que no llegaron a reducir los contagios tanto como se esperaba. Pero hay que tener en cuenta que estas son deducciones a nivel nacional, y deben interpretarse con cautela porque no todas las medidas fueron tomadas de manera simultánea y porque las comunidades procedieron en función de sus respectivas situaciones epidemiológicas y su evolución.

Sí se puede extraer de este trabajo «información muy valiosa sobre qué estrategias funcionaron mejor y dónde», comenta Ricardo Cao, uno de los autores de este estudio. A través de la correlación entre el índice de restricción —que con un valor entre el 0 y el 1 representa la intensidad de las medidas día a día en los diferentes ámbitos y en cada una de las provincias— y la variación en el contagio, se observa, por ejemplo [véase el gráfico], que Granada, Soria, Valencia y Barcelona fueron los territorios que más acertaron en el grado de intensidad de las limitaciones, del mismo modo Asturias se encuentra en la parte alta de la tabla;  y que fue en Madrid donde menos efecto tuvieron las medidas impuestas.

Este análisis de la efectividad de las intervenciones no farmacéuticas desde el inicio de la segunda ola —septiembre del 2020— hasta el final del estado de alarma —mayo del 2021— revela las diferencias de rigor entre comunidad. En Asturias en la segunda ola fueron muy severas las restricciones: toque de queda, concejos perimetrados, no se podía cambiar de municipio salvo por causas justificadas, limitaciones para las reuniones familiares y, por supuesto, cierres en la hostelería.

Se llegaron a vivir situaciones totalmente surrealistas, sobre todo al comienzo de la pandemia con muchísimas limitaciones en espacios al aire libre donde realmente es mucho menor la capacidad de contagio. Aunque parezcan lejanas en el tiempo, muchas de estas medidas estuvieron vigentes hasta hace bien poco.

Por ejemplo sólo el verano pasado, en junio de 2022, se eliminaron en Asturias la prohibición de fumar en la vía pública y en terrazas de hostelería sin necesidad de guardar una distancia interpersonal mínima de dos metros y también la obligatoriedad de usar medidores de CO2 en bares, restaurantes o gimnasios.