Nagore de Arquer: «Sé que hay muchos desistidores y destransicionadores en España, pero no se atreven a hablar»

Marcos Gutiérrez ASTURIAS

ASTURIAS

Nagore de Arquer junto con un ejemplar de su libro
Nagore de Arquer junto con un ejemplar de su libro

La ovetense que dio marcha atrás en su proceso de cambio de sexo publica «Mamá, soy trans: Una guía para familias de adolescentes con conflictos de género»

25 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La ovetense Nagore de Arquer es estudiante de psicología y mujer «desistidora» de un proceso de transición de género. Es, asimismo, una de las impulsoras de Amanda, asociación de madres de niños y niñas trans víctimas de disforia de género de inicio rápido.

A causa de una situación de burlas y acoso escolar y por el hecho de sentirse diferente, Nagore comenzó a experimentar rechazo por su propio cuerpo. En este contexto decide, con quince años, acudir a una psicóloga para tratar de encontrar una solución a su situación. Este momento es visto por ella como un verdadero punto de inflexión, ya que de las sesiones salió convencida de que su problema era que estaba atrapada en un cuerpo que no era el suyo, sino el de un chico.

Pese al rechazo de su familia, Nagore de Arquer decidió pasar los siguientes tres años de su vida vistiéndose, comportándose e incluso haciéndose llamar como un adolescente. Pero algo cambió después de ese periodo. Tras desarrollar un proceso de autoconocimiento y comprender verdaderamente la naturaleza de lo que le ocurría, Nagore decidió ayudar, a través de su historia y experiencia personal, a todas aquellas mujeres jóvenes que expresan su deseo de transicionar. Recientemente ha escrito, junto a José Errasti y Marino Pérez, el libro «Mamá, soy trans: Una guía para familias de adolescentes con conflictos de género» (Deusto, 2023).

Explica que con quince años se definió como trans «por influencia de una psicóloga, que me vio con aspecto masculino, con rechazo de mi cuerpo y gustos tradicionalmente considerados como masculinos». Esa profesional, explica, decidió que la «solución igual era la transición».

Esta ovetense insiste en que «en Internet y redes sociales se me reforzó esa idea, porque en cuanto buscas algo sobre esa temática se refuerza la idea de que la transición hormonal es la única opción». No obstante matiza que «el caso personal no tiene relevancia, porque puedes encontrar ejemplos de la opinión totalmente contraria con argumentos que son igual de válidos». Sin embargo explica que «hay más de 500 casos en Amanda que dicen lo mismo, que en redes sociales se les muestra la idea de que son trans porque tienen gustos masculinos, porque rechazan su cuerpo, usan sudaderas o les gustan las chicas».

Cuando les comunicó a sus padres su decisión tras acudir a la consulta de esta psicóloga, «no lo aceptaron» y le hicieron abandonar las sesiones. Posteriormente comenzó a acudir a la consulta de otra especialista que sí «trataba los problemas de socialización y autoestima que realmente tenía». «Ahí mi situación mejoró, sin que esa psicóloga me dijera ‘tú no eres trans’», añade.

«Ahí mi relación con mi cuerpo mejoró», constata. Nagore de Arquer señala que «en Amanda están ayudando a las niñas con sus problemas y eso sin negar que son trans o no». En este sentido la perspectiva que se adopta es la de «’vamos a hacer terapia antes de tomar una decisión irreversible como la hormonación y la cirugía’». Esta estudiante de psicología se decidió a escribir «Mamá soy trans» tras comprobar la  repercusión de la obra «Nadie nace en un cuerpo equivocado», de José Errasti y Marino Pérez. En ese momento «surge la idea de hacer una guía más práctica para padres y madres».

Explica que, a día de hoy, «hay estudios que demuestran que las ideas suicidas aumentan tras la transición» y que en Internet, redes sociales y desde diferentes colectivos y asociaciones se somete  a una fuerte «presión a los padres para que se haga ese cambio lo más rápido posible». Por eso, «los padres se sienten muy solos, porque la única solución que dan los transactivistas es la hormonación».

Considera que entidades como Amanda «muestran estudios lo que pueden hacer y les proporcionan una comunidad en la que apoyarse». Indica que «hasta hace una temporada en Amanda tenían un 30% de desistimiento en Amanda». «De hecho sé que hay muchos desistidores y destransicionadores en España, pero ninguno se atreve a hablar», comenta. Ella misma ha sido objeto de estas presiones. «En mi facultad tengo amenazas», reconoce.

Casi todas las semanas recibe mensajes de gente que le dice que «como se crucen conmigo me pegan una paliza, otros que me dicen que mi historia no merece la pena y los hay que te dicen incluso que te suicides».

«Imaginemos una destransicionadora que le han destrozado el cuerpo, que no ha mejorado pscológicamente y que, encima, se enfrenta a este acoso. A mí hay gente que me ha dejado de hablar», comenta. Nagore de Arquer cree que uno de los principales errores de la ‘Ley trans’ tiene que ver con el hecho de que «quita la obligatoriedad del acompañamiento psicológico». Esta estudiante de psicología y escritora defiende que «las personas trans no son enfermas», sin embargo constata que en muchos casos padecen la «presión de gente que no les conoce de nada y mete prisa para la transición». En esta línea insiste en que se trata de «un proceso para el que tienes que estar bien psicológicamente, porque si no puedes arrepentirte».