El sector sufrió la crisis de materiales y la inflación pero las unifamiliares aguantaron mejor que los pisos
28 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.El año pasado fue especialmente complejo para el sector de la construcción, no sólo en Asturias, sino en el conjunto del país. Tras la pandemia el reinicio de la actividad económica se vio lastrado por una crisis de materiales, que afectó severamente al sector, y además por la escalda de la inflación. Todo ello llegó a paralizar numerosas obras. Aún así, los datos del Principado de 2022 dan cuenta del fenómeno del aumento de la obra más allá de los principales núcleos urbanos.
«Un análisis por municipios muestra descensos en los grandes concejos del centro de la región, donde los dos años anteriores hubo fuertes crecimientos, mientras que se observan aumentos en otros situados en la zona rural y las alas, destacando el caso de Llanes, con un crecimiento del 44% y donde la vivienda en planta se duplicó respecto a 2021», destaca el balance anual publicado por la Confederación Asturiana de la Construcción-Asprocon.
La estadística, tomando como base las cifras del Colegio de Aparejadores de Asturias, revela que se iniciaron obras en 1.686 viviendas de las que 629 eran unifamiliares y el resto en planta (se trata de 52 edificios para 1.057 viviendas en pisos). En la construcción hay una caída general entre 2022 y 2021 pero mucho más aguda para los pisos (-35%) que para las viviendas unifamiliares (con un descenso de 4% respecto al año anterior).
¿Dónde se construyeron las viviendas unifamiliares? Según esta estadística del total de 629, el grueso fueron en Gijón (116), seguido de Siero (79), Oviedo en tercer lugar con 34, Llanes con 28; y en el recuento están también 6 en Avilés, 5 en Langreo, 3 en Mieres y el resto de 358 viviendas que quedan en los demás concejos.
El balance del sector de la construcción asturiano resalta que «un análisis por municipios muestra descensos en los grandes concejos del centro de la región, donde los dos años anteriores hubo fuertes crecimientos, mientras que se observan aumentos en otros situados en la zona rural y las alas, destacando el caso de Llanes, con un crecimiento del 44% y donde la vivienda en planta se duplicó respecto a 2021».
La rehabilitación
En todo caso, las estadísticas no recogen sólo la vivienda nueva sino también las obras de rehabilitación. Fueron en 2022 un total de 554 visados, una cifra muy similar a la del año anterior (fueron 567 en 2021) con lo que este ámbito aguantó mucho mejor la crisis sucesivas de materiales e inflación que la vivienda de nueva construcción.
Por concejos, donde más se rehabilitó vivienda el año pasado fue en Oviedo con 145 viviendas, le sigue Gijón con 60, Llanes con 25 y a muy poca distancia Siero con 22. También se registraron 12 en Avilés, 6 en Langreo, 2 en Mieres y en el resto del territorio asturiano 282.
«El presupuesto total de las viviendas nuevas visadas en 2022 se aproximó a los 176 millones de euros, lo que representa un descenso del 16%, mientras que el correspondiente a las obras de rehabilitación se redujo un 17%, hasta 36 millones de euros»; apuntó el balance de los constructores.
En las variaciones de población por parroquias, La Voz dio cuenta del auge en zonas rurales respecto a las los principales núcleos de población de los concejos en los que se ha registrado un incremento de población, muy pocos ya que la pérdida de habitantes de Asturias es constante desde mediados de los años 80 del siglo pasado.
Así, en el balance final de 2022 sólo hubo 17 concejos en los que aumentara la población. Se trata de Cabranes, Cangas de Onís, Caravia, Caso, Gozón, Illas, Morcín, Muros del Nalón, Onís, Peñamellera Alta, Las Regueras, Ribera de Arriba, Soto del Barco, Villaviciosa y Yernes y Tameza, y dos singulares por estar en la frontera con Oviedo: Siero y Llanera.
En ambos casos, los aumentos de población se dieron en áreas rurales, donde también se ha registrado más construcción de viviendas unifamiliares.
