Adrián Barbón: «En 40 años de historia autonómica no hubo un gobierno tan reivindicativo como el que presido»

ASTURIAS

Adrián Barbón
Adrián Barbón

El candidato socialista reafirma su preferencia por gobernar en solitario la próxima legislatura

26 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Adrián Barbón aspira a revalidar su mandato como presidente del Principado, confiado en la victoria y, aún así, alertando sobre los peligros de dormirse en los laures, si encaja un pacto con un gobierno con la participación de la extrema derecha.

-Se le ha hecho larga o corta la campaña ¿con qué expectativas llega a la recta final?

-Las campañas son tan agotadoras como estimulantes. Siempre pienso que me ha quedado algo por explicar, por contar… Mis expectativas son buenas, pero arrastro una seria preocupación desde hace bastantes días, cuando empezamos a tener datos sobre el pinchazo del PP, y es el crecimiento de la extrema derecha. Vamos a ganar las elecciones, pero ganar no significa gobernar: existe el riesgo de que la alianza de la involución, eso que llamo el pacto de la vergüenza entre el PP y VOX, pueda situarse a los mandos de Asturias. Esto es lo que intento transmitir en cada acto, que es necesario concentrar el voto progresista, moderado e indeciso en el PSOE para impedir que Asturias viva esa pesadilla.

-Desde partidos a la izquierda del PSOE se ha insistido mucho en la intención de entrar en el gobierno pero usted también ha recalcado su preferencia por seguir en solitario ¿es una negativa tajante?

-Los asturianos y asturianas ya me conocen. Soy una persona que practica el diálogo y el acuerdo, y esta legislatura lo he demostrado con múltiples entendimientos, incluso con gobiernos de otras comunidades. Por tanto, diálogo, siempre. De hecho, mantuvimos un pacto con IU todo el mandato. Ahora, también digo con toda claridad que Asturias necesita un gobierno fuerte y cohesionado para que la debilidad del PP no entregue el Principado a Santiago Abascal. Eso pasa por agrupar al electorado en torno a las candidaturas socialistas.

-¿Cree que hay un riesgo cierto de un gobierno con participación de la extrema derecha en Asturias?

-Es un peligro real. Le explico por qué, aunque van a reñirme por desvelar algunas entretelas demoscópicas. En prácticamente todas las comunidades el PP está aglutinando voto a costa de la desaparición de Ciudadanos y de echar el freno a la extrema derecha. En Asturias, no. En Asturias, Foro se mantiene, Ciudadanos pelea por la supervivencia y, por desgracia, VOX crece. Ese es el fracaso del Partido Popular y de su candidato, la decepción que ya es un clamor interno. El problema es que esa fragmentación electoral puede traducirse en un pacto de gobierno.

-¿Qué opinión le merece que en esta recta final se haya introducido el tema de Bildu en la campaña asturiana?

-Las candidaturas de Bildu eran una aberración, inaceptables para cualquier demócrata. El PP las ha utilizado como utiliza cualquier otra cosa, todo lo que tenga a mano, para distorsionar y pervertir esta campaña. El domingo la ciudadanía decidirá quiénes gobiernan en Asturias y en los 78 ayuntamientos, así de sencillo y así de importante. Pero para el PP eso es lo de menos, porque lo que quieren es reducir el resultado a un peldaño en la escalera hacia La Moncloa. Es un desprecio a Asturias, a sus ayuntamientos y a la inteligencia del electorado.

-¿Qué nota le pone al gobierno de coalición en Madrid respecto a Asturias? Ha habido luces pero también les ha tenido que reclamar quizá más de lo esperado en materia de infraestructuras.

-Lleva razón, pero ha habido más luces que sombras. La revalorización de las pensiones tiene una importancia de primer orden en Asturias, los fondos europeos nos sitúan a la vanguardia de la economía verde, el rescate de Duro Felguera ha dado un nuevo horizonte a una empresa emblemática, la regasificadora de El Musel se ha desbloqueado… En cuanto a las sombras, que no las niego, la ciudadanía ha podido comprobar que mi gobierno siempre ha antepuesto la defensa de Asturias a cualquier otra consideración. Pienso en la protección del lobo, recurrida ante los tribunales, o en las exigencias relacionadas con la puesta en servicio del AVE o la rectificación del desaguisado sobre los trenes de FEVE. Me pregunto si en más de 40 años de historia autonómica hubo un gobierno tan reivindicativo y exigente como el que presido.

-Es cierto que fue una legislatura muy singular marcada por la pandemia, pero ha habido asuntos relevantes que se han tenido que postergar como la ley del reto demográfico. Esta semana hemos conocido citas positivas de población del INE por primera vez en mucho tiempo ¿qué le parece? ¿qué puede aportar la ley asturiana en ese sentido?

-Todo lo que sea aumentar la población es bienvenido, pero a mí me gusta ser franco e ir con la verdad por delante. La realidad demográfica, consecuencia de una evolución de cuatro décadas, no se cambia de un día para otro. No hay pócimas ni ungüentos milagrosos, sino políticas sostenidas, tan intensas como duraderas, que sólo dan resultado a medio o largo plazo. Los buenos indicios o brotes verdes que hemos visto esta legislatura son esperanzadores, pero insuficientes. Me refiero a la atracción de nómadas digitales, al crecimiento de población en concejos como Villaviciosa o el saldo migratorio positivo que se está consolidando. Así que debemos seguir avanzando por el mismo camino. La Ley de Impulso Demográfico será una de las primeras que aprobaremos el próximo mandato y hará especial hincapié en el retorno de población emigrante a partir de las experiencias de éxito de Aragón y Galicia. No me cuesta nada reconocer que aprendemos de quienes lo están haciendo bien.

-¿Cree que puede haber un cambio en el espectro conservador respecto a la oficialidad del asturiano en el futuro, habrá reforma del estatuto en esta legislatura?

-La reforma del Estatuto se resume en un número: o hay 27 votos favorables o será imposible. Nosotros somos partidarios decididos de la reforma, incluida la oficialidad del asturiano y del eonaviego, pero mientras el PP siga instalada en su cerril antiasturianismo cultural no habrá posibilidades de un gran entendimiento sobre el Estatuto, que es lo deseable. Hay una parte de su pregunta que me siento incapaz de responder: no sé por qué el mismo PP que cuida y habla con orgullo el gallego desprecia el asturiano y el eonaviego.

-Ha acuñado el término «vía fiscal asturiana» ¿qué ventajas tiene?

-Dos importantísimas. La primera es que asegura la mejora de la sanidad, la educación y los servicios sociales, de todo nuestro estado de bienestar. La segunda es que favorece a la inmensa mayoría y, en especial, a quienes más lo necesitan. La carrera de saldos fiscales liderada por la comunidad de Madrid sólo tiene dos beneficiarias: las comunidades ricas y las personas ricas. A cambio, claro, de desmantelar la sanidad, la educación y los servicios sociales.