La situación «límite» de las enfermeras del ERA: «Esta mala gestión la pagamos profesionales y residentes»
ASTURIAS
SATSE reclama agilidad para suplir los 40 puestos sin cubrir que se habían generado para el verano en las residencias públicas de Asturias y denuncia una «escasez general de profesionales»
24 jun 2023 . Actualizado a las 12:02 h.El Sindicato de Enfermería, SATSE, en Asturias vuelve a clamar contra la situación de las enfermeras y enfermeros en las 27 residencias geriátricas del organismo autónomo de Establecimientos Residenciales para Ancianos de Asturias (ERA). La organización sindical lleva años denunciando que el número de trabajadores en estos centros no se adecúa a las necesidades reales de los residentes, «con un perfil cada vez más dependiente y que requiere más cuidados».
En la actualidad, hay 165 profesionales repartidos a través de estos geriátricos. Sin embargo, se trata de una cifra que resulta desde hace tiempo insuficiente y que permite mantener el normal funcionamiento de los centros residenciales a costa de utilizar el mínimo personal. Una estrategia que se demuestra insostenible y se traduce en descubiertos en cuanto alguna enfermera coge una baja laboral, días de vacaciones, reducción de su jornada o algún otro tipo de permiso.
Los efectos de estos descubiertos o plazas que se quedan sin cubrir se mitigan a costa del trabajo adicional del resto de la plantilla, con cambios de turno, horas extra o pérdida de descansos. Una de estas enfermeras, que prefiere mantenerse anónima, lleva 21 años trabajando en la atención sociosanitaria y ha sido testigo del progresivo declive en la organización de los enfermeros en estos centros geriátricos. «Al principio había muchísima rotación y siempre te sustituían, pero con los años se está produciendo una escasez de profesionales en las residencias que ya vimos con el covid», cuenta.
Ha pasado por distintos centros asturianos y ahora mismo se encuentra en una de las residencias en la zona de Oviedo. En ella hay cinco enfermeras, pero este verano solo se quedarán tres personas trabajando y dos plazas se quedan sin cubrir. Recuerda una semana en la que solo hubo dos personas disponibles e incluso tres o cuatro tardes en las que no hubiese ninguna enfermera atendiendo a los residentes, que se quedaron solo en presencia de las auxiliares de enfermería. «Esta situación tan límite es más reciente, viene de hace un par de años».
Además, explica que la escasez de personal no solo genera ausencias indebidas como las mencionadas, sino que lo principal es la carga de trabajo que se acumula para los días posteriores: «Si en una jornada solo trabajaron dos enfermeras, a la mañana siguiente tienes el doble de trabajo». Es decir, que se produce una pérdida de calidad del servicio inmediata que acaba sufriendo el residente. «Intentas dar toda la atención que necesitan, pero casi tienes que pactar los tiempos que le dedicas a cada uno o decir: «Mira, hoy solo puedo hablar contigo cinco minutos porque no tengo más tiempo»». Y por ello, las quejas de alguna de las familias también empiezan a llegar.
Aun así, durante el resto de meses del año, consiguen organizarse con «autocoberturas» entre compañeras. Pero llega el verano y no hay forma de suplir la cantidad de puestos de trabajo sin cubrir, que para estos meses de junio, julio y agosto de 2023 llegaba a los 40 descubiertos. En este contexto, ella pudo presenciar cómo algún compañero tuvo que anular vacaciones que ya estaban reservadas a otras fechas y perder parte del dinero de la reserva. «La mala gestión la pagan profesionales y residentes», resume SATSE.
La gerencia del ERA crea una bolsa de empleo «a destiempo»
El déficit de enfermeras del ERA que genera problemas cada verano se ha visto agravado este año por los ceses, un total de 36, derivados del reciente proceso selectivo de oposición (OPE) para la contratación de enfermeras por parte de la Administración del Principado. Esta enfermera en el área central de Asturias fue una de las opositoras que consiguió plaza, pero entiende las motivaciones de algunas compañeras detrás de sus ceses. «Renuncian a esta plaza porque hay mucha gente que tiene buenos contratos con el SESPA, por ejemplo, y prefiere no marcharse».
A ellos se ha sumado entonces la situación recurrente de los veranos y las vacaciones, formando la tormenta perfecta con los 40 descubiertos mencionados como resultado. La solución de la gerencia del ERA pasó por crear una bolsa de empleo que reunió a 180 enfermeros y enfermeras destinada a cubrir estos puestos de trabajo. Entró en vigor el día 12 junio y arrancó, según reclamaron desde SATSE, a un ritmo insuficiente para una situación ya sobrevenida que necesitaba solventarse lo antes posible. Durante la primera semana en funcionamiento, sólo se habían realizado tres contratos de la bolsa.
La situación actual es distinta; parece que tras escuchar las críticas del sindicato, se ha aligerado el proceso de contratación y «hoy (por ayer) ya llamaron a todas las enfermeras de la bolsa». Aún así, desde SATSE siguen contabilizando la necesidad de cubrir otras 20 plazas que, con la bolsa de empleo agotada, requieren completarse a través de otros cauces. La anónima profesional en estos geriátricos públicos reflexiona sobre alguna solución que mitigue un problema que ya se evidencia como estructural al funcionamiento laboral en los centros. «Llega un momento en que si no quedan más enfermeros en bolsa pues tendrán que contratarse a través del INEM o seleccionado mediante currículums», sugiere.
«Lo que está claro es que para esta ocasión podrían haber escuchado nuestros avisos y anticiparse a la situación que iba a llegar con las vacaciones de verano», lamenta la trabajadora. «Tendrían que haber puesto en marcha la bolsa antes y hacer los contratos con más antelación, para evitar que se diesen situaciones de enfermeras ausentes en los centros, como ha tenido que pasar».
La situación de la enfermería en Asturias: falta de profesionales y aumento del número de residentes
Las reclamaciones a la que esta profesional ha dado voz constituyen la preocupación principal del sindicato de enfermería en relación al personal en los centros geriátricos autonómicos de Asturias. Sobrevuela una enorme carestía de trabajadores en el mundo de la enfermería desde hace tiempo, que se agudiza en el sector sociosanitario y que se mide ahora con una demanda de servicios geriátricos cada vez más numerosa.
El sociólogo y director del Observatorio de Enfermería y Cuidados del Colegio de Enfermería de Asturias (Codepa), Juan Hernández Yáñez, ha alertado este jueves de la situación en el sistema residencial asturiano durante la presentación de su estudio: Estudio sobre cuidados de larga duración en Asturias. Primera radiografía sobre el sistema residencial asturiano. Ha sido muy claro al respecto: existe en la región un «riesgo claro de colapso» en lo que tiene que ver con el sistema sociosanitario, por un lado por el aumento del envejecimiento de la población y por otro por la falta de recursos para atender a esta población.
Hernández ha llamado la atención sobre que las personas mayores son cada vez más longevas, y cuantos más años viven más complejos son los problemas de salud que presentan. De hecho, durante el mes de abril se notificó una lista de espera de 2.134 personas para conseguir una plaza pública en residencia. Ha comparado este dato con el hecho de que solo haya puesto en marcha un proyecto de construcción de residencia del ERA en Pola de Siero, de 80 plazas, y la serie de iniciativas privadas por las que se prevé que en 2025 se amplíen en 7.000 las plazas. «Son muchas, pero son para 2025», recalcó.
A la atención más individual y especializada que prevé para el perfil de residente en las próximos años, concluye que el servicio público de estos geriátricos «no se puede acometer con las plantillas actuales». A ello suma que el personal de enfermería en Asturias, en paralelo con la sociedad asturiana, es «el más mayor de España», con lo que se producirá un gran número de jubilaciones muy superior a otras comunidades y cuando las actuales enfermeras se jubilen, será necesario cubrir sus puestos de trabajo con más plazas de las que se convocan y disponen en los geriátricos actualmente. Es decir, que mientras crecen las necesidades de atención y cuidados a las que deben dar respuesta estos profesionales, Asturias arrastra un déficit histórico y estructural de enfermeras y enfermeros geriátricos (165 en la actualidad) que tendrá que paliar en el futuro.
A todo ello, el director de Codepa añade la insuficiencia en la oferta de plazas educativas para cursar estudios de enfermería con las que cuentan las facultades de Oviedo y de Gijón. Es más, ha asegurado que, cada año, tres de cada cuatro jóvenes (entre 65 y 70 en total) que quieren cursar estos estudios tienen que irse a otra comunidad autónoma.