Un chapuzón de agua dulce con vistas: estas son algunas de las mejores piscinas públicas al aire libre de Asturias
ASTURIAS
Existe una amplia oferta de piscinas municipales, a las cuales une el denominador común de ubicarse en un entorno natural privilegiado
15 jul 2023 . Actualizado a las 11:33 h.Cuando las olas de calor aprietan en el centro y sur de España, Asturias se convierte en el refugio climático más 'templado' en el que escapar de las altas temperaturas. Un mar Cantábrico con el agua bien fresca, muchos kilómetros de costa y playas de lo más accesibles, combinados con el gran frescor y verdor del entorno natural. Pero lo mejor no termina aquí, ya que no solo de arena y agua salada se vive en la región.
Aunque a los asturianos a veces les sirva un día templado con 20 grados para querer remojarse, cuando en determinadas ocasiones y zonas del interior el mercurio alcanza los 35 grados, encontrar un oasis donde darse un baño se convierte en necesidad. Para aquellos que prefieran darle un respiro a la playa o los chapuzones en agua dulce pero quieren seguir disfrutando del entorno natural asturiano en su jornada de descanso, aquí está una lista que recopila algunas de las mejores piscinas al aire libre (en su mayoría públicas) en las que pasar el día a remojo:
- Las Caldas (Oviedo)
La capital asturiana es la reina indiscutible en la oferta de piscinas al aire libre. Hay diez en total repartidas por el municipio, que llevan abiertas desde el 15 de junio y permanecerán hasta el 31 de agosto, de lunes a domingo (incluyendo festivos), de 11:30 a 19:30 horas. Las Caldas puede servir como ejemplo representativo de estas por el entorno retirado y tranquilo de su ubicación, muy cercano al club de golf y su proximidad a las orillas del Nalón. Además, cuenta con dos vasos: el principal, de 25 metros x 12 m, y el de aprendizaje, de 4 x 4.
Los precios de acceso para todas ellas, incluyendo a Las Caldas, son de 2 euros para los adultos y 1,50 para menores de edad (a partir de 4 años), mayores de 60 años, o personas que acrediten contar con algún tipo de discapacidad.
- Folgueiróu (Illano)
Los concejos interiores del occidente constituyen el mejor rincón asturiano en el que perderse y desconectar. Y si tienen una piscina descubierta en la que remojarse rodeándose de naturaleza virgen, aún más, como ocurre con el área recreativa de El Folgueiróu de Illano. Aparte de las zonas montañosas del Alto del Folgueiróu (en las estribaciones de la Sierra de San Isidro) que flanquean la piscina, se respira un ambiente de tranquilidad perfecto para desconectar de la rutina. Las vistas privilegiadas se mantienen dentro del agua, donde se pueden se avistar algunas pequeñas localidades del municipio, además de los bosques de castaños, tejos o abedules.
El propio área recreativa cuenta también con un equipamento complementario al baño en la piscina de primera: bolera, campo de fútbol y campo de tiro al plato. «Lugar mágico para los amantes de las piscinas mágicas», resume en reseñas de Google un usuario de la piscina.
- Sollovio (Illas)
De vuelta al centro regional, en Callezuela, la capital del concejo, se encuentra escondido uno de los secretos más singulares de la zona. Se trata de la piscina fluvial de Sollovio, a orillas del arroyo que da nombre al área. Como está formada a partir de las aguas de río, a menor temperatura, constituirá un reto para esos indecisos que sufran de frío al zambullirse.
Una vez atemperado dentro del agua, todo son ventajas: zonas verdes, mesas entre la vegetación del río además de las zonas de sol, un parque infantil y un bar merendero hacen de un día en Sollovio una experiencia completa. Se encuentra en el camino que desciende desde el bar de La Tenada, punto neurálgico de encuentro entre los vecinos illenses.
Lleva abierta desde el 15 de junio y lo estará hasta el 30 de septiembre, un mes más que las ovetenses. En resumen: acierto seguro.
- La Morgal (Llanera)
Al ubicarse en uno de los mayores centros deportivos asturianos, puede parecer que cualquier visita a las piscinas de La Morgal requiera de cierta maestría o un objetivo de competición, pero nada más lejos de la realidad. En verano, este conjunto de vasos suele convertirse en un lugar de diversión asegurada. Hay una piscina de chapoteo, otra en la que se imparten cursos de enseñanza a la natación, una recreativa y la de competición. Y la ventaja de encontrarse en el complejo deportivo consiste en poder complementar el refrescante baño con alguna otra actividad: practicar tenis, atletismo, fútbol, golf...
También y como ocurre con Sollovio, las piscinas de La Morgal pueden ser una opción muy cómoda para los urbanitas procedentes de Gijón, Oviedo y Avilés que no solo necesiten darse un baño, sino hacerlo en un ambiente tranquilo.
La entrada sencilla infantil (para menores de 14 años) cuesta 1,45 euros y los adultos pagan 2,80. Su horario de apertura va desde las 11:30 a 20:00 horas y según advierten en su página web, permanecerán cerradas temporalmente desde el 17 al 23 de julio.
- La Cueva (Infiesto)
Estas dos piscinas, una infantil y otra recreativa que alcanza los dos metros de profundidad, se ubican frente al Santuario de la Virgen de La Cueva que les da nombre, en la localidad de Piloña. La ubicación tan cercana a uno de los principales reclamos de Infiesto se acompaña, como todos los lugares presentes en esta lista, de un entorno natural sanador de todo agobio.
Está al lado de la pista de tenis y cuenta con vestuario, duchas y una cafetería con terraza. En ella se pueden combatir las altas temperaturas que alcanza este pequeño municipio interior con un refrigerio a la sombra tras haberse dado unos largos.
Permanecerá abierta hasta el 31 de agosto de 12:00 de la mañana hasta las 20:00 horas, todos los días incluidos fines de semana y festivos, e incluye una oferta de cursos de natación infantil y natación para adultos. Además de haber bonos, la entrada sencilla para adultos cuesta 2,50 euros, 1,60 para menores de 18 años y 1,80 para mayores de 65 años, jubilados y pensionistas. «Un sitio ideal para pasar el día en familia o con amigos», concluye la reciente reseña de un usuario.
- Rioseco (Sobrescobio)
En la cuenca del Nalón también está todo listo para la temporada de agua, sol y tumbona. A la de Sobrescobio también le envuelve una densa arbolada verde ya que se encuentra en pleno Parque Natural de Redes, muy cercana a la ruta del Alba y pegada al embalse.
Hay además dos vasos: una para niños, de 50 metros cuadrados, y una polivalente para natación recreativa, de 321 metros. Pero el mejor detalle es que son las piscinas con los precios más baratos de esta lista: 2 euros para adultos, y 1 para la entrada a menores de 14 años no empadronados. Los empadronados pasan gratis. El horario de apertura va desde las 12:00 hasta las 20:00 horas.
- San Roque (Tineo)
En la parte más alta de la vertical capital tinetense se encuentra la piscina de San Roque, que salvará a muchos vecinos de las altas temperaturas a veces alcanzadas en el concejo. Desde ese balcón natural se puede disfrutar de la «naturaleza a la carta», como indica el propio Ayuntamiento. Solo cuenta con un vaso, ya que el resto de actividades de natación y aprendizaje se complementan con la segunda piscina municipal de la localidad, El Pascón.
Han abierto el pasado lunes 10 y, como la mayoría de vasos municipales, permanecerá hasta el 31 de agosto, con horario de 15.00 a 20.00 horas de lunes a domingo.
- Piscinas de Agua de mar (Muros del Nalón)
Con vaso recreativo e infantil, las piscinas de San Esteban de Pravia se nutren de agua salada, ofreciendo una interesante combinación a sus usuarios: un entorno de césped y recreo en unos baños salados. Pero más aún destaca su emplazamiento, al estar encajadas entre el margen oeste de la desembocadura del Nalón y una pronunciada ladera montañosa al otro lado.
El horario de apertura es de 12:00 a 20:00 horas, los adultos pagan 2,30 euros y los niños de hasta 6 años entran gratis.
- Antonio Alonso Bedia (Tapia de Casariego)
Este recorrido por las piscinas de Asturias se termina con uno de sus platos más fuertes, también con sabor a mar. La piscina natural de Tapia de Casariego (o Antonio Alonso Bedia, «Toño el Moderno» como se la conoce, por un vecino muy querido de la localidad) fue inaugurada en 2010 y desde entonces no ha parado de enamorar a todo el mundo, National Geographic incluido.
Si la belleza tapiega de arenales como el de La Ribeiría, en el que se ubica, ya tenían cierta fama, la adaptación de esta antigua cetárea para usarla como piscina de agua salada ha sumado el plus que necesitaba. Está cubierta de madera, junto al mar, y su contenido se regula mediante un sistema de compuertas.
Tiene entrada gratuita y en ella se podrá combinar la sensación de nada en aguas cerradas, con el efecto calmante de la brisa marina y el disfrute de unas vistas panorámicas increíbles de los acantilados occidentales asturianos.