El alza del precio de la paja atenaza a los ganaderos asturianos: «Vamos de mal en peor»

Marcos Gutiérrez ASTURIAS

ASTURIAS

Vacas de raza Frisona en una ganadería del concejo de Llanera (Asturias)
Vacas de raza Frisona en una ganadería del concejo de Llanera (Asturias) J.L.Cereijido | EFE

Los profesionales del campo del Principado denuncian que el coste del forraje se ha incrementado hasta un 133% en doce meses. Denuncian que hay «un 70% más de gastos en una explotación media de un año para acá»

01 sep 2023 . Actualizado a las 09:11 h.

La sequía y las malas cosechas de forraje y cereales en Castilla y León están afectando, como por vasos comunicantes, al día a día de los ganaderos asturianos. En la última sesión de la lonja de Salamanca, celebrada este lunes, la alfalfa paquete rama repitió cotización a un precio de 368 euros y la de la paja se situó en los 142 euros por tonelada, cuando hace apenas un año su precio apenas superaba los 54 euros.

En la lonja de León (23 de agosto) el precio de la paja de cebada se situó en los 135 euros por tonelada, cuando un año antes su precio era de 48 euros. A estos precios, obviamente, hay que añadirles costes como el de la intermediación y el transporte. Mientras tanto, los costes de abono, gasoil y piensos no han dejado de incrementarse, lo que hace a los profesionales del campo asturiano reconocer que el escenario va «de mal en peor».

Mercedes Cruzado, secretaria general de COAG Asturias, resalta que la paja que se consume en las explotaciones asturianas también viene, eminentemente, de Castilla y León. En su caso destaca que la paja que compró en abril, «cuando ya había subido mucho», estaba a «128 euros la de comer y a 140 la de cama». Explica que la última remesa que adquirió, «muy mala, por cierto», hace apenas unos días estaba a «210 la de comer y 220 la de camas», cuando «seguramente el año pasado estaría a 90 o 95 euros la tonelada».

Para aumentar las complicaciones se da la circunstancia de que «hay muchas veces que se nos dice que no está asegurado el abastecimiento». Mercedes Cruzado apunta, además, que «el pienso sigue estando carísimo, el gasoil y el abono también». «Vamos de mal en peor», reconoce, al tiempo que admite que «hay gente que igual secó hierba y eso también vale, pero eso lo quitas de la comida de las madres de los terneros».

En este sentido, aunque las cantidades pueden variar notablemente entre unas explotaciones y otras en función de diferentes variables, se estima que una ganadería láctea con un centenar de vacas en ordeño puede consumir alrededor de 15 toneladas de paja al mes.

«Hay poco cebo y está carísimo»

Alfonso Artidiello Prendes, secretario de Asturias Ganadera, ha podido pulsar la opinión de varios ganaderos de su entorno, los cuales insisten en que en Castilla y León «hay muy poco cebo y está carísimo». Este profesional del campo tiene una explotación de carne en Piloña, en la falda del Sueve, y lleva «meses sin traer nada, aunque seguramente necesitaré de cara al invierno».

Una queja recurrente tiene que ver con la inseguridad en la compra in situ, ya que en más de una ocasión «llega el comprador, apalabra la compra de X toneladas y por detrás llega alguien que ofrece unos céntimos más y se lo lleva». Lamenta que el sector, a día de hoy, «es, en verdad, una ruina».

Considera que el principal problema «es el de la gente que tiene leche, sobre todo, ya que están más amarrados a los forrajes de fuera». Alfonso Artidiello comenta que sus costes generales se han incrementado, fácilmente, «un 40% en el último año».

«Hay problema con los forrajes y con el maíz»

Un miembro de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) explica que, en el Principado, «hay problema con los forrajes y con el maíz, que no se cómo se va alimentar el ganado este año». Este integrante de la asociación reconoce que en 2023 la sequía «remató» a los profesionales del campo.

Vacas en Asturias, en una imagen de archivo
Vacas en Asturias, en una imagen de archivo j.l.cereijido | EFE

Borja Fernández, secretario general de la Unión Rural Asturiana (URA), explica que en Asturias «en general el problema que ya está habiendo es más con el maíz». Indica que hay «mucha zona en la que se siembra maíz para vacas lecheras» y este año ha habido «poca cosecha y de mala calidad», por lo que los «ganaderos de leche van a tener que comprar más de lo de antes».

Reconoce que en Castilla y León, por la falta de lluvias, hay «poco producto y precios disparados». A esto se une que la leche «lleva bajando desde enero». «En enero cuando más alto se pagó estaba a 61 céntimos el litro y ahora a 54», apunta y recuerda que a este escenario hay que sumarle los precios del gasoil y la electricidad, por lo que «los ingresos disminuyen y los gastos aumentan».

Explica que hay «un 70% más de gastos en una explotación media de un año para acá» en la región. En esta línea admite que hay «afiliados en URA que nos están pidiendo tramitar cierres ya». Se trata de «gente de 59 años cada vez más al límite que prefiere tener una pensión más baja y cerrar ya».

Borja Fernández resalta que el sindicato «tiene redactada una propuesta de actuación para registrar en consejería» esta misma semana. Reconoce que en esta coyuntura «el sector cárnico lo pasa mal, pero el lácteo más» y, en este sentido, cree que «el problema no es que el ganadero cierre, sino que Asturias se queda sin productores, sobre todo de leche».

URA propone la «puesta en marcha de una línea de ayudas autonómicas para ganaderos de leche», así como «menos impuestos para las explotaciones» y quitar el IVA de elementos imprescindibles en su día a día como el «gasoil».