La construcción de un dique en la ría que une Galicia y Asturias, en Castropol, desata la polémica

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Muelle de Figueras, en Castropol
Muelle de Figueras, en Castropol

Convocan una concentración este sábado por el posible daño medioambiental; el alcalde castropolense se muestra favorable a la obra, aunque abierto a escuchar a los vecinos

13 oct 2023 . Actualizado a las 17:21 h.

El proyecto para la construcción de un nuevo dique fijo que sustituya al actual flotante en el puerto de Castropol ha generado una fuerte controversia, con la convocatoria de una concentración, el próximo sábado, de oposición a la obra. La plataforma Bio Eo, con el apoyo de Greenpeace, organiza la protesta, a las 12.00 horas en el muelle de Figueras.

La construcción de la escollera está incluida en la segunda fase de las obras de mejora del puerto de Figueras. Se trata de una ambiciosa actuación impulsada por el Principado de Asturias, con 3,6 millones de euros de presupuesto financiados por la Consejería de Medio Rural y Cohesión Territorial. La obra supondría, de acuerdo con el Gobierno autonómico, una mejora en cuanto a las plazas disponibles para embarcaciones de recreo, con entre unos 20 y 40 amarres más. El Ayuntamiento solicitó además en sus alegaciones al proyecto humanizar la zona para que cuente con un paseo transitable y un área de recreo que pudiese albergar incluso un establecimiento de hostelería.

La asociación Bio Eo, surgida hace unas semanas en oposición a la construcción de la escollera, ha iniciado además una petición de firmas contra el proyecto. En su manifiesto señala que «eliminar el muelle tradicional con el objetivo de habilitar unas decenas más de amarres, principalmente para usuarios no residentes ni veraneantes en Figueras», supondría «un grave atentado contra la ría, con un enorme impacto medioambiental en un espacio ya duramente golpeado, violando todas sus figuras de protección: zona ZEPA, Convenio de Humedales Ramsar, Reserva de la Biosfera, Zona Especial de Conservación Río Eo, Zona de Especial Protección para las Aves, y Reserva Natural Parcial de la Ría del Eo, Red Natura 2000...».

La plataforma entiende que la obra supondría «estrechar aún más» el estuario«ya degradado por la escollera de Ribadeo, acercando el puerto deportivo tanto al Tesón que obligará a constantes dragados para que este y la escollera no entren en contacto».

Bio Eo alerta también del «tremendo impacto visual» que «hará que desde Figueras no se vea más que lo que sera un muro de piedra, condenando a la población a ser poco más que un lugar de amarre de embarcaciones de recreo».

«No solo es un claro atentado ecológico y paisajístico, sino que empequeñece aún más la ría, que en verano está colapsada por las embarcaciones de recreo a motor, incluidas motos náuticas fuera de toda legalidad. La privatización del puerto impediría ya definitivamente el goce y disfrute de los niños en su contacto con el estuario, dejándolo solo en poder de quienes tengan una embarcación o se puedan desplazar hasta la playa», ahonda Bio Eo, que cree que Figueras «tiene necesidades mucho más urgentes».

El Ayuntamiento se muestra favorable al proyecto aunque abierto a escuchar el sentir de los vecinos. Señala el ejecutivo municipal que en el 2019 fueron varias las agrupaciones que apoyaron un proyecto como este. «Diferentes agrupaciones de la parroquia de Figueras, también el Club Náutico, nos pidieron tratar distintos asuntos, entre los que estaba la segunda fase del muelle. Por eso trasladamos esas peticiones al Principado», aclara Francisco Vinjoy, el alcalde castropolense.

En el año 2022 se presentó el anteproyecto, que se encuentra en un proceso de adaptación técnica a las alegaciones. «Tuvimos una reunión abierta con los vecinos sobre el documento», recuerda Vinjoy. De ese encuentro salió «un escrito con alegaciones, pidiendo que el dique sea transitable para toda la ciudadanía, o que tenga iluminación para pasear en horario nocturno. Por ello el espigón sería usable y beneficioso para los vecinos», explica.

Vinjoy entiende que el proyecto supondría no solo aumentar plazas de amarre para embarcaciones, sino también «mejorar la seguridad» del muelle ante eventualidades como temporales y, de tenerse en cuenta las alegaciones, ganar un espacio de paseo para todos los vecinos.

El regidor matiza que de comprobarse que hay «un rechazo mayoritario» al proyecto, el Ayuntamiento se hará eco ante el Principado de la posición de los vecinos. «Tendremos reuniones con asociaciones de distintas sensibilidades y veremos de qué forma se puede desarrollar una obra que sea aceptable para todos, o si en última instancia se opta por no desarrollarla, por supuesto lo asumiremos. Nuestra posición estará al lado del de la ciudadanía», argumenta.

El proyecto del dique también generó rechazo entre vecinos de Ribadeo. Dado que la obra afectaría al estuario ribadense, La Voz de Galicia consultó cuál es la posición del gobierno local al regidor, Daniel Vega, que prefirió no hacer declaraciones al respecto.