«A algunas ya les devuelven recibos», clama la plantilla de limpieza de Correos en Asturias

Marcos Gutiérrez ASTURIAS

ASTURIAS

Concentración convocada por CCOO, UGT y USO ante la sede central de Correos en Oviedo contra el impago al personal de limpieza por parte de la empresa SCT, concesionaria del servicio
Concentración convocada por CCOO, UGT y USO ante la sede central de Correos en Oviedo contra el impago al personal de limpieza por parte de la empresa SCT, concesionaria del servicio

64 profesionales llevan cuatro meses sin cobrar sus salarios y cumplen un mes de huelga, a la espera de que se adjudique de nuevo el servicio. «Hay compañeras que lo están pasando realmente mal», lamentan

06 nov 2023 . Actualizado a las 08:32 h.

El viernes 3 de noviembre se cumplía un mes del inicio de la huelga del personal de la limpieza de Correos, pero se trata de un conflicto que se lleva cocinando más tiempo. No en vano, 64 trabajadoras en Asturias llevan cuatro meses sin recibir su salario y la parte proporcional de la paga extra que les corresponde. Muchas reconocen que ya están viendo cómo les devuelven recibos sin tener a quién acudir. Otras tienen algo más de suerte, si es que se le puede llamar así, y pueden acudir a familiares y amigos.

A principios de octubre Correos rescindía el contrato de la empresa de servicios de limpieza SCT Acva por no abonar las nóminas a sus trabajadoras durante los meses precedentes. Tras dar comienzo el proceso para una nueva licitación del servicio, que en un primer momento quedó desierta, se sacó una segunda de la que, de momento, la plantilla reconoce no tener noticias.

Sindicatos y trabajadoras exigen, a medio y largo plazo, un cambio en la ley de contratación frente a las bajas temerarias que derivan en situaciones de impago al personal o afectación al servicio, pero en el corto claman por una solución para un conflicto que empieza a pesar como una losa en el día a día de muchas personas.

Isabel Friera es una de ellas. A sus 60 años es una de las trabajadoras inmersas en este desaguisado laboral. «Toda la vida he sido capaz de dormir diez horas sin despertar y ahora ya no concilio el sueño», admite. Después de llevar «cuatro meses sin cobrar» admite que «cada una en su casa lo lleva regular tirando a mal». «Don Dinero se sigue riendo de nosotros, los trabajadores», admite entre resignada y airada.

Esta profesional recalca que cuando las integrantes de la plantilla se juntan en protestas o manifestaciones logran sacar fuerzas para darse ánimos e incluso gastarse bromas «para hacer la situación más amena», si bien admite que, en muchos casos, la procesión va por dentro. Tras 120 días sin sueldo hay compañeras a las que «les están devolviendo recibos», ya que no tienen familiares o amigos a los que acudir.

Isabel Friera reconoce que es «una de las afortunadas» que puede acudir a «hermanos y amigos», además de contar con la pensión de su marido, si bien lamenta que «hay otras que no tienen a nadie». «Además, si todos tuviéramos unos sueldazos todavía, pero tampoco puedes desangrar a tus conocidos... ellos te echan una mano para salir adelante una temporada», apunta.

Llevan «desde febrero» prestando servicios en SCT Acva y recuerda que «a principios del verano ya hubo un retraso en el cobro, pero nos lo pagaron... eso sí, desde julio ya no cobramos». Todo ello sin «ninguna explicación». Las trabajadoras de la plantilla en Asturias eran conocedoras de que esta compañía «en Andalucía tenía problemas, ya en 2021, con otros servicios».

Insiste en que, de momento, su futuro «está en el aire», si bien reconoce que si pudiera sacar fuera todo lo que lleva dentro «echaría fuego». Apunta que «en algunas oficinas» trabajadores de Correos «están recogiendo papeleras internas» a causa de la huelga, asumiendo parte del esencial trabajo que estas profesionales desempeñan cada día.

«Lo peor es que nadie dice nada»

María Luisa Rubio es otra de las trabajadoras en huelga que lucha por su futuro y por lo que se ha ganado con su trabajo. Admite que ve ese porvenir «muy negro», al menos a corto plazo. Para ella «lo peor de todo es que nadie dice nada, oyes muchos comentarios que no sabes si son verdad o mentira».

Insiste en que «no se sabe nada de la nueva licitación del servicio y Correos da la callada por respuesta». «Yo no me puedo quejar porque tengo a mi marido, pero sí estoy ayudando en lo que puedo a una compañera que lo está pasando realmente mal», apunta. Cree que la situación que están padeciendo «es como un maltrato psicológico».

Resalta, además, que en la plantilla «los sueldos son pequeños y la mayoría estamos a pocas horas, viviendo al día». «Si antes costaba llegar a fin de mes imagina ahora con lo que ha subido todo», apunta. Indica que hay «muchas personas que no tienen ahorros» ni gente a la que acudir. Comenta que el sueldo medio de las trabajadoras de limpieza de Correos en la región se sitúa «sobre los 1.000 euros, y porque ahí va incluída la parte proporcional del autobús y la antigüedad que si no, no llegamos».

«Nunca me vi en una situación así»

Elvira Noval, «Elvy», explica que lleva «29 años trabajando» y reconoce que nunca se vió «en una situación así». Tras un mes reconoce que están «igual que el día que comenzamos la huelga». Resalta que tras dar comienzo el proceso para una nueva licitación del servicio «no se presentó ninguna empresa» y que se sacó una segunda por «50,8 millones y pensamos que ya era suficiente para que las empresas se interesaran».

No obstante destaca que en España son «en torno a 1.000 trabajadores» los que tendría que asumir la compañía que pase a prestar el servicio. «Una empresa asume uno o dos meses, pero son varias mensualidades las que se nos están debiendo», resalta. 'Elvy' asevera que de entre las 64 trabajadoras del servicio de limpieza de correos hay «como ocho con jornadas completas». El resto se corresponden con «jornadas parciales, gente que limpia en varias oficinas, salarios de 500, 400, 600 euros,...»

A la administración y a Correos solo les pide que la compañía que se haga cargo del servicio «sea una empresa seria, solvente y que nos dé garantías de que esto no va a volver a pasar». Y es que «la hipoteca no espera por tí», lamenta. Insiste en que «ahora la situación ya apura a Correos» y, en este sentido, tiene constancia de que «sus trabajadores ya les están demandando» que se busque una solución al conflicto.