Xuan G. Vijande, de Gente Terrible: «Siempre nos hemos considerado proletarios del POP»

La Voz

ASTURIAS

Miembros del grupo Gente Terrible, de izquiera a derecha: Dacosta, Sergio, Xuan y Manu.
Miembros del grupo Gente Terrible, de izquiera a derecha: Dacosta, Sergio, Xuan y Manu. Mar González

El grupo asturiano vuelve este viernes a La Salvaje junto a los santanderinos Las Yhadys

17 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras una gira que les llevó por diferentes puntos de la geografía española, Gente Terrible vuelve a casa, vuelve a La Salvaje. El grupo asturiano está hoy (21:00) en la sala ovetense junto a los santanderinos Las Yhadys. En la recta final y exprimiendo su disco «Una herida leve», Manu, Dacosta, Xuan y Sergio, que es lo mismo que decir Gente Terrible, lo darán todo y más.

Como era imposible hablar con todos, por agenda y para que esto no quedase ininteligible, quedé con Xuan, que, además de ser músico y hacer otras muchas cosas bien y alguna regular, es amigo.

- Por fin volvéis a tocar en casa: en Oviedo y en La Salvaje. Llevabais mucho tiempo sin tocar en la ciudad y vuestros seguidores os lo pedían.

- Cuando empezamos tocábamos mucho, pero llegó un punto en el que nos dimos cuenta de que no podíamos saturar al público y de que debíamos economizar esfuerzos. Llegó el momento de salir a tocar fuera y mostrar nuestra música, en eso nos centramos. Pero ahora ya teníamos ganas de volver a tocar en Asturias, y más si es en La Salvaje.

- Y esta vez tocáis en formato completo, con todos los integrantes en el escenario.

- Por disponibilidad de la gente o por programar formatos más pequeños acústicos no siempre estamos todos. Teníamos ganas de tocar todos, en eléctrico, en sala y con toda la potencia.

- ¿Qué significa, Xuan, para ti y para el grupo la sala La Salvaje?

- Para nosotros La Salvaje es un lugar muy especial, tocamos muchas veces y fue nuestro debut. No es una cuestión mecánica, una transacción económica sin más. Siempre hubo una actitud proactiva, se implicaron y crearon un vínculo, de que tocásemos aquí y darnos todas las facilidades.

- En La Salvaje, a partir del micro abierto que organizan Alberto y Vicho (Alberto&García), surgieron una serie de grupos que podríais constituir una generación. Eso que Muel de Dios llamó «Oviedo Sound» en una contra de La Nueva España.

- Había un ambiente en el que era muy guay crear y participar. Hay una parte de nostalgia, de intentar que vuelvan las escenas locales. Creo que esto, por muchas razones como la globalización y demás, ya no lo vamos a vivir así. Pero en ese momento surgieron muchos grupos alrededor de varias salas, aunque no haya tenido el desarrollo que se esperaba, no ha parado en Asturias, la semilla sigue y continúa.

- Este verano habéis hecho una pequeña gira por diferentes salas de España: Madrid, Zaragoza o Santander. ¿Qué tal la experiencia?

- Es algo duro y, a la vez, gratificante. Cuando tocamos en Oviedo hay una expectativa, unos seguidores, y sabemos lo que, más o menos, nos vamos a encontrar en cada concierto. Fuera ves a un público nuevo, sus reacciones por primera vez. Y lo que supone que cuatro amigos se vayan de viaje por España gracias a la música.

- Siempre acompañados de otras bandas.

- Tenemos la sensación de que lo de telonear, ser telonero, se ha ido perdiendo. Es algo que nos gusta mucho, tanto como ser nosotros o tenerlos. Contactamos con bandas de fuera, creamos vínculos y expandimos lo que queremos transmitir. Muchas veces es difícil, pero merece la pena.

-Esta vez lo haréis junto a Las Yhadys.

- Un grupo de Santander muy bueno, un grupazo. Tenemos muchísimas ganas de mañana.

-Estáis girando con «Una herida leve», vuestro último disco. Presentáis el disco como el fruto de «una crisis vital en plena crisis global». Viendo que la global sigue, ¿habéis solucionado la vital?

- Tengo la sensación de que sí, de que cada uno va encontrándose en su sitio. El disco surgió en esa edad en la que te tienes que enfrentar a tus primeros trabajos, a decisiones complicadas. Además, coincidió con la pandemia. Esta suma de crisis nos hizo reflexionar y el resultado está en «Una herida leve», nombre que sacamos de una cosa que nos escribió Carlos Lamuño en la contra de La Nueva: «crecer era una herida leve». No era para tanto, nada era para tanto.

- Empezasteis en 2017 y lleváis cuatros discos, en este tiempo se ve un proceso evolutivo claro en las letras y la música, pero hay una esencia que está ahí desde siempre.

- El «soniquete terrible» es como llamamos a esa esencia que nos hace ser nosotros. No sabemos muy bien lo que es ni cómo lo logramos, porque todos aportamos a la hora de hacer canciones, pero está y se mantiene a lo largo de nuestra carrera.

- ¿Hay muchos días como un muro de hormigón? Como cantáis en «Otro día en la oficina».

- Siempre nos hemos considerado proletarios del POP. Cuando Manu trajo esta canción nos dejó alucinados. La jornada de ocho horas todos lo ven como algo normal cuando es algo bárbaro. Sí que hay días que son como un muro, pero es importante coger un poco de perspectiva y creo que la música puede ayudar a esto.

- Canción de la que acabáis de sacar a la luz su videoclip, dirigido por Manuel Dacosta, uno de los integrantes del grupo.

- Es raro sacar un videoclip cuando ya casi damos el disco por amortizado, pero Dacosta nos había comentado esta idea, nos gustó y adelante. Esa idea de hacer un video como una videollamada de trabajo, que tu salón se convierta en un lugar de trabajo, que abramos las puertas de nuestra intimidad a gente que quizá no conozcamos de nada.

- Todos hacéis más cosas que la música. ¿Estamos ante un grupo cuyos miembros tienen un halo renacentista o es fruto de la necesidad y las circunstancias?

- Si nos pudiésemos dedicar sólo a la música, lo haríamos: la música es el plan A y el plan B es lo que hacemos por las mañanas. Todos somos personas a las que nos gusta hacer cosas muy distintas, pero evidentemente hay una necesidad.

-Queda claro que Nacho Vegas es uno de vuestros referentes. Dime más.

- Nacho está ahí, pero luego se dan unos gustos muy diferentes. Diferentes géneros, no a todos nos gusta lo mismo. De este eclecticismo surge nuestro sonido. Pero La Costa Brava, Algora o Fran Nixon son referentes.

- Mezcláis letras en español y asturiano. ¿Cómo es recibido esto fuera y aquí?

- Con bastante normalidad. En Asturias hay quienes son muy entusiastas, el mundo del asturianismo lo celebra mucho porque ha habido cierta tendencia histórica a otros estilos de música y nosotros rompemos con eso. Fuera sin ningún problema, tocamos muchas veces para gente de aquí que tuvo que irse, y escuchar una canción tal como hablan los tuyos es una cosa que en la distancia emociona.

- ¿Qué opinión te merece el sector musical asturiano?

- Esta aún por construir. Se ha mejorado mucho, pero sigue habiendo muchas deficiencias. Aquí tenemos salas muy buenas, La Gong o La Salvaje, que apuestan por la música de aquí y con un trato y una calidad humana y de instalaciones buenísima.

- ¿Qué es lo próximo de Gente Terrible?

- Ésta es la pregunta que más nos hacemos nosotros. Nos vamos a ir cuatro días a Zamora a componer, compartir los temas que estuvimos trabajando y a ver qué tenemos. Queremos mantener ese «soniquete terrible», nuestro estilo, pero en envase y formas más directas y bailables.

- ¿De dónde viene ese nombre?

- No teníamos aún nombre y empezamos a subir cosas. A mí se me ocurrió éste, que no convencía a ninguno, y empezamos a utilizarlo como algo provisional. Luego tuvimos que usarlo para nuestro primer concierto, y quedó refrendado por Pablo Moro en «El bafle», una sección muy añorada, que dijo: «Un nombre muy bien escogido». Y se quedó y aquí estamos.

- ¿Habrá este año el ya mítico concierto de Navidad en La Salvaje?

- Lo habrá. Está confirmado, faltan por confirmar algunos detalles y cómo va a ser, pero además del viernes, estaremos en La Salvaje por Navidad.