Las tres razones por las que cae el número de autónomos en Asturias

Elena G. Bandera
E. G. Bandera REDACCION

ASTURIAS

Una tienda de venta de calzado en el centro de Oviedo
Una tienda de venta de calzado en el centro de Oviedo J.L.Cereijido | EFE

Solo el comercio ha perdido en lo que va de año algo más de un millar de trabajadores por cuenta propia

21 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Asturias cerró noviembre con 70.471 trabajadores autónomos, 862 menos de los que había en 2022. La pérdida de personas que trabajan por cuenta propia es una constante de los últimos años. Solo el comercio ha perdido en lo que va de año algo más de medio millar de autónomos. Las siguientes actividades económicas con mayores caídas, la industria manufacturera y la hostelería, se han quedado con un centenar de autónomos menos con respecto al año pasado. Muy lejos de los 512 autónomos menos que registra el comercio, según los datos recabados por la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA).

¿A qué se debe la pérdida de autónomos en Asturias de este último año? El presidente de UPTA, Eduardo Abad, apunta a tres razones. La primera es consecuencia del envejecimiento poblacional de Asturias, que tiene la mayor tasa de España. «Es un problema tremendo: si contrastamos los datos de las pensiones de jubilación con la caída de autónomos vemos que ha aumentado el número de personas jubiladas en en Asturias, no en la misma proporción, pero sí casi en un 50% de la caída de los negocios en Asturias. Esto quiere decir que tenemos un tejido muy, muy envejecido», indica.

Aporta otro dato significativo: prácticamente el 30% de los autónomos asturianos tienen más de 62 años. Son entre 23.000 y 25.000 autónomos en Asturias que están a punto de jubilarse en los próximos tres o cuatro años y, de ellos, casi un 10% están ya en el límite. «Prácticamente en unos meses saldrán del sistema para pasar a cobrar una pensión de jubilación y esto sí es un problema porque lo que pone en evidencia es la falta de relevo generacional», señala.

Son autónomos, añade Abad, que dejan sectores funcionalmente operativos que se pierden por la jubilación de esas personas. «Falta un plan de relevo generacional que ponga encima de la mesa acciones directas para que personas más jóvenes puedan incorporarse al mercado de trabajo por cuenta propia y puedan continuar con actividades que son perfectamente factibles», considera el presidente de UPTA.

La supervivencia del pequeño comercio

Un segundo motivo atañe de manera directa al comercio. «Es muy difícil competir en estos momentos contra la liberalización total de los horarios comerciales, de los tiempos de rebajas y los grandes descuentos y ofertas que ofrecen las grandes distribuidoras o las grandes cadenas», apunta, señalando que a ello se suma, además, la venta online.

«Los autónomos tenemos un déficit tremendo desde el punto de vista de la digitalización de nuestros negocios y no tenemos sistemas que permitan que los consumidores puedan recibir las mercancías prácticamente en el momento una vez que realizan la compra online», apunta. El cambio del modelo de consumo no ha tenido su reflejo en el desarrollo de la actividad del pequeño y mediano comercio: «Tenemos que dar un salto de calidad que nos permita ser mucho más competitivos».

Autónomos a la fuerza

Una tercera razón por la que cada vez hay menos autónomos en Asturias se debe al incremento del empleo. «El trabajo autónomo es anticíclico. Cuando más trabajo autónomo hay es en los años con largas temporadas de subida del desempleo. Si se genera empleo se pierde trabajo autónomo», explica Abad. La razón es sencilla: «Muchos de los autónomos que se estaban generando en los últimos años lo eran a la fuerza. Personas que salían del mercado de trabajo y que no había forma de introducirlos de nuevo». Y a las que no les quedó más remedio que volver por su cuenta y riesgo.

«Cuanto más empleo exista, que es una muy buena noticia, menos autónomos hay y, en términos totales del número de autónomos, lógicamente lo que vemos es que, si hacemos la suma de las altas y las bajas, nos resta pero sobre todo se debe a que hay mucho más empleo», insiste, explicando que buena de esos autónomos a la fuerza decidieron probar suerte en el comercio y la hostelería sin tener experiencia previa porque «presuntamente eran los dos sectores más sencillos». Una vez que desaparece el fenóneno del autónomo obligado por las circunstancias del mercado laboral, «automáticamente hay una caída en el número de autónomos y eso en sí es una buena noticia».

En UPTA existe una honda preocupación con lo que está pasando con el comercio, «porque siendo un sector refugio para personas que salían del mercado laboral no deja de ser un sector tremendamente tocado por la competencia brutal que se está produciendo por las grandes superficies y por los propios fabricantes». Pone los ejemplos del textil y el calzado, donde «son los propios fabricantes quienes les están haciendo un dumping empresarial a los pequeños comerciantes» a través de reclamos promocionales que permiten comprar online los mismos productos a menor precio. «Saltarse al intermediario, al pequeño comercio, es un auténtico despropósito y es un problema que queremos atajar a través de denuncias ante el Tribunal de la Competencia», señala.

Los sectores que ganan autónomos

Pese a la caída en el número de autónomos asturianos, algunos sectores ganan trabajadores por cuenta propia como por ejemplo las actividades profesionales, sanitarias, educativas y relacionadas con las nuevas tecnologías. «Fundamentalmente suben profesiones que están bien o altamente cualificadas, de autónomos que prestan servicios a otras empresas. Sube el número de autónomos en ingenierías, profesiones como arquitectos, aparejadores o peritos y en actividades del sector sanitario y educativo», concreta Abad, que considera un problema que suban en el sector sanitario «porque supone que existe más vía de acceso en la sanidad privada y eso supuestamente va en deterioro de la sanidad pública».

Este año además se implantaba el nuevo sistema de cotización para los autónomos, que desde enero se basa en los ingresos reales. En Asturias, según señala Abad, va a suponer un menor esfuerzo de cotización para el 60% de los autónomos puesto que sus ingresos van a estar por debajo del tramo por el que venían cotizando hasta ahora.