Deja a deber unas gafas de 350 euros en una óptica y muerde a la dueña en plena calle tras reclamarle el pago

Nel Oliveira
Nel Oliveira REDACCIÓN

ASTURIAS

Estado del brazo tras el mordisco
Estado del brazo tras el mordisco

«Le eché la mano a las gafas y me pegó un bocado en medio del mercadillo», lamenta la dueña de la óptica castrillonense

26 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Surrealista episodio el vivido el pasado miércoles en Piedras Blancas. La clienta de una óptica de la localidad mordió a la dueña en plena calle después de que esta le recriminara el pago de unas gafas valoradas en 359 euros que dejó a deber desde el pasado mes de septiembre. «Le eché la mano a las gafas y me pegó un bocado», lamenta la dueña de la óptica.

Según explica, fue en septiembre de 2023 cuando la clienta, a la que no conocía con anterioridad, entró en el comercio con sus gafas rotas para comprar unas nuevas. «Nos dijo que estaba pasando por dificultades económicas y le dijimos que las llevara y que las fuera pagando poco a poco», señala. Sin embargo, tras no recibir ningún amago de pago por parte de la clienta, la dueña se vio obligada a reclamarle el pago vía telefónica: «Dijo que estaba ingresada y que iba a venir su primo a pagar. Lógicamente no vino nadie».

El siguiente paso, según comenta la dueña de la óptica, fue advertirle de la cantidad que adeudaba a través de WhatsApp. Mensajes a los que no hubo respuesta. La situación, siete meses después, derivó en un mordisco en plena calle tras un encuentro fortuito en el mercadillo del pueblo: «Me dijo que si pensaba que se iba a poner colorada por la mierda que me debía; y me mordió en el brazo. Está claro que esto no es la primera vez que lo hace».

Comenta la comerciante que esta situación «ya te hace dudar del siguiente que venga en una situación parecida». «No somos gente que seamos poco sensibles con los problema sociales. Moralmente, con ocho dioptrías que tenía cuando vino y las gafas rotas, no podíamos dejarla sin ver por un problema económico», apena la dueña de la óptica, quien asegura que no denunciará los hechos: «Sería perder el tiempo. Lo único que conseguiré será perder días de trabajo para nada. La gafa la doy por perdida, pero te queda el mal cuerpo porque a nadie le gusta que le tomen el pelo».