Las polémicas palabras del arzobispo de Oviedo sobre inmigración: «Dentro de esta apertura buenista, se nos puede colar gente que son indeseados»

Jose Coto REDACCIÓN

ASTURIAS

El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes
El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes Eloy Alonso

Jesús Sanz Montes reflexiona sobre temas de actualidad como la ILP para regularizar la situación de 500.000 personas, los abusos en la Iglesia o la situación política actual. Respecto a las elecciones europeas, reconoce que «hay partidos a los que nunca he votado y no lo pienso hacer»

10 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El arzobispo de Oviedo está acostumbrado a protagonizar titulares. Jesús Sanz Montes se maneja con soltura ante los medios de comunicación y aprovecha cada ocasión que tiene para dejar declaraciones que sabe que serán polémicas. Y ahora acaba de pisar un nuevo charco. En una entrevista concedida a Infovaticana, repasa asuntos de actualidad como la regularización de inmigrantes o los abusos en la Iglesia. Como suele ser habitual, sus palabras no dejan a nadie indiferente.

Cuestionado sobre la Iniciativa Legislativa Popular de regularizar a 500.000 inmigrantes en España, la reacción de Sanz Montes es contundente. «En España no caben todos», afirma, antes de precisar que «no podemos decir buenistamente, sin fronteras, que vayan pasando porque no caben físicamente todos». «Ojalá pudiéramos acoger a todo aquel que lo necesita para vivir su vida dignamente y con posibilidad de supervivencia, pero el hecho es que no cabemos todos. Quizás caben más de los que estamos admitiendo, pero no todos», añade.

«No podemos decir buenistamente, sin fronteras, que vayan pasando porque no caben físicamente todos»

A medida que amplía su reflexión, el arzobispo va haciendo suyo un discurso que recuerda al defendido por Vox. Asegura que «dentro de esta especie de apertura buenista, se nos puede colar gente que son indeseados. Porque vienen con su carnet terrorista, porque vienen con su tráfico de cosas, tráfico de blancas, tráfico de drogas, tráfico de armamento etc…». Por este motivo, sostiene que «tenemos el derecho y el deber de poner un criterio, una normativa, para decir cuántos podemos honestamente admitir y con qué reglas del juego lo hacemos». Para zanjar este punto, asevera que «si hay una ley que lo regula en este sentido, lo apoyamos. Ahora, no cayendo en esa especie de populismo acogedor que termina recogiendo lo que no deseamos».

Abusos en la Iglesia

En la entrevista en Infovaticana, Sanz Montes utiliza la expresión «matraca acusadora» para referirse al tema de la pederastia. El arzobispo considera este asunto una «especie de estribillo» que se saca el Gobierno para «llamar la atención y distraer de otras cuestiones que son en las que ellos están incómodos». «Este Gobierno desentierra muertos, traslada a difuntos y hace amenazas y siempre tienes el comodín de la Iglesia que en un país como España tiene un pequeño recorrido», añade.

El arzbispo reconoce que la Iglesia está en «la lista de delincuentes» de abusos, pero explica que la Fundación ANAR acaba de publicar de nuevo esa especie de estadística respecto de la pederastia en el que, asegura, solo el 0,2% están vinculados a la Iglesia. Por tanto, en su opinión, «el que se centren en el 0,2% que representamos los hijos de la Iglesia y omitas el 99,8, eso tiene una intencionalidad política e ideológica de distracción y despiste».

Pedro Sánchez

Otro de los asuntos que repasa Sanz Montes en la entrevista es la decisión de Pedro Sánchez de reflexionar si merecía la pena seguir siendo presidente del Gobierno. En este punto, el arzobispo reconoce que la situación política española le «preocupa profundamente» porque está «destrozada». «Cuando la política toma la mentira como arma y como gobernanza, toma la insidia para reabrir heridas, toma la falsedad para reescribir una historia que no sucedió, toma la división en una confrontación que nos enfrenta, es enormemente arriesgado», afirma en la entrevista.

Por último, respecto a las próximas elecciones europeas, el arzobispo de Oviedo señala que «no hay ningún partido político que sea el brazo político de la Iglesia católica. Sí que hay cristianos en política. Pero claro, no todos los partidos están igualmente de cercanos o de distantes a lo que decimos tradición cristiana y doctrina social de la Iglesia». Aunque no adelanta sus planes, deja entrever sus intenciones. «Quienes más cerca estén de esa frontera moral, pues yo veré con simpatía, sabiendo que no me representa en todo. Y quien más se distancie será al que volveré a no votar y hay algunos que nunca he votado jamás y no lo pienso hacer», concluye. No parece muy complicado adivinar qué partidos son estos últimos.