Desde linternas a cocinas portátiles: este es el kit de emergencia improvisado que buscaron los asturianos tras el apagón
ASTURIAS

Las tiendas de barrio, como bazares y ferreterías se convirtieron en refugios con bombonas de butano, pilas y camping gas como los artículos más demandados
01 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El pasado lunes 28 de abril, alrededor de las 12:30 del mediodía, Oviedo —como muchas otras zonas de la región y del país— se quedó completamente sin suministro eléctrico. Fue un apagón nacional que pilló a todos por sorpresa: semáforos fuera de servicio, ascensores detenidos, comercios a oscuras y viviendas sin luz. Durante horas, nadie sabía qué estaba pasando ni cuándo volvería la electricidad. Algunos servicios se restablecieron ya entrada la noche, pero el miedo a que se repitiera o se prolongara más tiempo llevó a muchos ovetenses a salir a la carrera a buscar lo que hiciera falta para sobrevivir en casa.
Las tiendas de barrio, ferreterías y bazares se convirtieron en uno de los principales recursos. El «kit de emergencia» se improvisó sobre la marcha y hubo productos que se agotaron en cuestión de minutos. Muchos no sabían exactamente qué pasaba, pero intuían que iba para largo, y buscaban algo que les permitiera aguantar en casa hasta que la luz volviera.
Uno de los comercios que notó el impacto fue la ferretería Jovi, en la Tenderina. «Lo que más se vendió fueron hornillos, camping gas, pilas, linternas, cocinas de gas, bombonas, paelleros… todo lo que funcionaba con gas», contó Paco González, empleado del establecimiento. La tienda abrió todo el día y en apenas una hora se agotaron todos los hornillos. «Las linternas y las pilas tardaron un poco más, pero en dos horas también desaparecieron», añadió. La clientela fue muy variada: «Vino gente que tenía, sobre todo, familias con niños pequeños que querían calentarles la comida, hasta personas mayores preocupadas por poder cocinar algo caliente. Y luego, bueno, gente de una edad intermedia, simplemente para ellos», señaló el ferretero.
También en los bazares se vivió una jornada intensa. En el Bazar País Doble 2, situado en la calle Rafael María de Labra, que también abrió durante toda la jornada, despachó rápidamente los artículos más buscados: linternas, pilas y algún camping gas. «No teníamos mucho», reconocieron en el local, pero aun así atendieron a un flujo constante de clientes que, además de comprar, compartían su desconcierto por la situación. La conversación entre los compradores era constante, con comentarios cruzados sobre el apagón y especulando sobre cuánto podría durar.
Una escena similar se repitió en el Bazar Xian Yu Cerrajeros, en la calle Padre Suárez, que también se mantuvo abierto a lo largo del día. Allí, los productos más demandados fueron bombonas de butano, cocinas portátiles, velas y liternas de todo tipo. Las cocinas portátiles, según explicó Jingxin He (Alex), dueño del establecimiento, se agotaron muy pronto: «Cocinas portátiles había pocas y se vendieron súper rápido». También las linternas desaparecieron enseguida, aunque con las pilas y las velas no hubo tanto problema gracias al stock adicional disponible en el almacén.
A medida que avanzaba el día, los clientes que acudían a este tipo de establecimientos no solo buscaban linternas, pilas o cocinas de gas, sino que no era raro ver a la gente conversando en los establecimientos, preguntándose unos a otros qué podía estar ocurriendo, y compartiendo sus impresiones y la preocupación por un apagón del que apenas se sabía nada.
Durante esas horas de incertidumbre, «cada uno opinaba lo que le quería de por qué eran los motivos», comentó González, reflejando ese clima de desconcierto generalizado. Lo que sí quedó claro fue la reacción: en cuestión de minutos, la ciudad se movilizó para abastecerse como si se preparara para pasar la noche a oscuras, o incluso días.