La mitad de las empresas asturianas de menos de 50 trabajadores suspenden en prevención
ASTURIAS
Solo 1 de cada 5 pequeñas compañías elabora una planificación preventiva completa después de recibir tres inspecciones
02 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.La mitad de las empresas asturianas de menos de 50 trabajadores suspenden en prevención de riesgos laborales. Así lo refleja la última memoria elaborada por los Delegados Territoriales de Prevención del Principado de Asturias con datos de 2024, año en el que realizaron 962 visitas a 615 empresas en el marco de su labor de asesoramiento técnico y supervisión. Unas actuaciones que formaron parte de un modelo consolidado desde hace casi 25 años, surgido en el marco de la Concertación Social asturiana y orientado a intervenir en pequeñas empresas —de sectores con siniestralidad elevada— que no cuentan con recursos propios para gestionar la prevención, que hayan tenido accidentes leves y, en muchos casos, seleccionadas por haber registrado accidentes laborales leves durante el año anterior. Los resultados reflejan que solo 1 de cada 5 pequeñas compañías elabora una planificación preventiva completa después de recibir tres inspecciones
La distribución de las visitas se dividió en 411 primeras visitas (43% del total), 357 segundas (37%) y 194 terceras visitas (20%), lo que refleja el esfuerzo por realizar seguimientos y verificar la evolución de las condiciones preventivas en los centros de trabajo visitados. Entre los sectores más visitados destacan tres de forma significativa: la hostelería (26%), el comercio al por mayor y menor, y reparación de vehículos (24,7%), y la industria manufacturera (17,1%). Estos tres sectores concentran cerca del 70% del total de visitas realizadas, lo que responde a su peso en el tejido empresarial asturiano y su historial de riesgo.
Primeras visitas: una radiografía preventiva con carencias
Las primeras visitas ofrecieron una visión inicial del estado de la prevención en las empresas seleccionadas. El 11 % de estas empresas no contaban con ninguna modalidad de organización preventiva, mientras que el 89% restante sí disponía de alguna, siendo en la mayoría de los casos servicios de prevención ajenos.En cuanto al plan de prevención, el 74% de las empresas lo tenía, pero casi la mitad (49,7%) fueron considerados incompletos por no identificar adecuadamente procesos, órganos preventivos o políticas específicas. La evaluación de riesgos estaba presente en el 81%, pero el 88% de estas evaluaciones resultaron incompletas, al no cubrir todos los puestos de trabajo, riesgos específicos o agentes presentes en el entorno laboral.
La planificación preventiva —entendida como el documento que recoge las medidas para abordar los riesgos detectados— estaba disponible en el 69% de los casos y solo en un 19,1% fue considerada completa. En cuanto a la formación preventiva, el 66% de las empresas había impartido formación a su plantilla y un 56,6% lo hizo de forma completa. La formación específica, es decir, adaptada a los riesgos concretos del puesto, se constató en el 74,3% de los casos. Respecto a la vigilancia de la salud, solo el 59% de las empresas ofrecían reconocimientos médicos y en muchos casos de forma general, sin estar adaptada a los riesgos del puesto. Las medidas de emergencia estaban recogidas en el 66% de las empresas, pero solo implantadas efectivamente en el 38,5%. En cuanto a la calificación de las visitas, el 50,6% de las empresas evaluadas en esta fase recibió la calificación de «mal», el 35,5% de «regular otra visita» y solo el 13,9% fue valorado como «regular». Ninguna empresa recibió la calificación de «bien».
Segundas visitas: una mejora gradual
En la segunda ronda de visitas, realizada a 357 empresas, se apreció una mejora significativa en casi todos los indicadores. El 99% de las empresas contaba ya con organización preventiva, el 94% disponía de plan de prevención (completo en el 59,8% de los casos) y la evaluación de riesgos estaba documentada en el 96%, aunque seguía siendo completa solo en un 17,5%. La planificación preventiva se encontró en el 93% de las empresas y fue valorada como completa en el 23,8%. La formación preventiva se había impartido en el 85% y era completa en el 72,5%, con formación específica en el 81,5%. La vigilancia de la salud se ofrecía en el 84% de los casos, siendo valorada como específica en el 83,6% y completa en el 79,4%. Las medidas de emergencia estaban documentadas en el 87 % y se habían implantado en el 52,4%. En definitiva, la calificación general mejoró durante una segunda visita: un 50,4% de las empresas fueron valoradas como «regular», un 26,9% como «regular otra visita» y solo un 22,7% como «mal».
Terceras visitas: consolidación de las mejoras
Las 194 terceras visitas mostraron una consolidación clara de las mejoras. El 99 % de las empresas disponía de organización preventiva, plan de prevención, evaluación de riesgos y planificación preventiva. Sin embargo, aún el 80,7% de las planificaciones fueron consideradas incompletas, lo que evidencia una asignatura pendiente de las compañías en cuanto a la operatividad de estos documentos. La formación preventiva se impartió en el 97% de las empresas, siendo completa en el 87,3% y específica en el 88,4%. En vigilancia de la salud, también el 97% ofrecía reconocimientos médicos, completos en el 92,6% de los casos. Las medidas de emergencia estaban presentes en el 97%, e implantadas en el 55%. A pesar de todo ello, en esta tercera y última fase la mejora global fue notoria: un 95,9% de las empresas fue calificado como «regular» y solo un 4,1% como «mal». Al igual que en las fases anteriores, ninguna empresa recibió la calificación de «bien».
En las primeras visitas se detectaron deficiencias importantes en señalización (49,9%), lugares de trabajo (48,9%), riesgos químicos (38,9%) e instalaciones contra incendios (35%). Las siguientes visitas evidenciaron mejoras, especialmente en riesgos químicos y lugares de trabajo, con avances por encima del 90% en las terceras visitas. También se registraron avances en la implantación de equipos de protección individual, señalización, mantenimiento de máquinas, instalación eléctrica y medidas contra incendios, aunque se constata que en muchos casos estas mejoras responden a recomendaciones específicas tras las visitas de los Delegados Territoriales. En cuanto a las evaluaciones específicas, las de seguridad se mantuvieron cercanas al 60% en todas las visitas, mientras que las de higiene apenas alcanzaron el 34%, y las de ergonomía y psicosociología siguen siendo testimoniales, sin superar el 6%.