El apagón reaviva el debate sobre los parques de baterías: «Habrían minimizado el impacto»

Nel Oliveira
Nel Oliveira REDACCIÓN

ASTURIAS

Imagen de archivo de almacenamiento de energía en baterías
Imagen de archivo de almacenamiento de energía en baterías Principado de Asturias

Javier Fernández-Font, vicepresidente de la Unión Española Fotovoltaica, asegura que «ha quedado claro que estas instalaciones son una necesidad»

04 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El cero energético del pasado lunes a nivel nacional ha vuelto a poner encima de la mesa el debate de los parques de baterías. Tras el apagón de esta semana, Asturias vuelve a ser el epicentro de una tecnología que podría ser clave para la transición energética y a través de la cual el precio de la energía sería más bajo. Ahora bien, ¿qué papel podrían haber jugado estas instalaciones el pasado lunes? «El impacto se hubiera minimizado mucho», asegura Javier Fernández-Font, vicepresidente de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF) y delegado de la entidad en Asturias.

«Un cero nacional no lo levantas con baterías, pero se hubiera minimizado mucho», asegura Fernández-Font. En su opinión, el sistema eléctrico actual no está diseñado para que estas infraestructuras sean las que sostengan por sí solas el suministro en un apagón general, pero sí podrían haber contribuido a una recuperación más rápida. «No están pensadas para que el sistema se caiga, pero hubieran ayudado», explica. Unas instalaciones cuya función pasa por almacenar energía, principalmente de fuentes renovables, para su uso posterior. Es decir, aprovechar, por ejemplo, los momentos del día donde la producción solar o eólica es más alta para poder usarla por la noche o en cualquier otro pico donde la demanda por parte de los consumidores sea más elevada y, por tanto, el momento donde los precios son más costosos.

Durante las primeras horas tras el apagón, en varias instalaciones se recurrió a generadores diésel para mantener operativos algunos servicios básicos. Fue el caso de los hospitales, donde se utilizaron más de 12.000 litros para que los generadores de emergencia pudieran funcionar. En ese punto, Fernández-Font plantea el escenario que se hubiera dado con los parques de baterías: «En vez de generador diésel, se hubiera tirado de las baterías y ayudado a levantar más rápido todo». El experto de UNEF señala que, en determinadas condiciones, las baterías podrían haber hecho posible una respuesta mucho más localizada al fallo. «Podría haberse dado el caso de sectorizar y de que Asturias tuviera luz y en el resto de España no», señala, poniendo como ejemplo lo que sucedió en el concejo de Amieva, donde se libraron del apagón gracias al funcionamiento en modo isla de la central hidroeléctrica de Camporriondi.

Según el experto, el uso de estos parques hubiera sido parecido al del generador de una vivienda unifamiliar, ya habitual en muchas como la suya propia. «La orden en casa era solo cargar el móvil o ver un poco la tele. No horno, por ejemplo», recuerda. Un uso bajo mínimos que también se notó durante la jornada en algunos supermercados: «Funcionaban para mantener género frío y cajas para cobrar, aunque no las cintas». Lejos de ello, el apagón ha servido como un aviso general sobre las debilidades del sistema. En este punto, Fernández-Font ve en esta situación una oportunidad para avanzar de forma decidida en la integración de baterías en la red eléctrica. «Después del susto, espero que se ponga la cabeza con criterio y se agilice la implantación desde la administración», afirma.

A su juicio, el incidente del lunes ha despejado cualquier duda sobre la necesidad de contar con estas infraestructuras: «Ha quedado claro que son una necesidad. Es el momento de empujar». Sobre las causas del apagón, Fernández-Font advierte de que todavía hay muchas incógnitas. «Hay un detonante que no sabemos cómo está», afirma, aunque no pierde de vista una cuestión de fondo: «Hay mala gestión de las renovables, pero tienen que estar sí o sí». Con ello, insiste en que el avance hacia un sistema más sostenible no debe retrasarse por errores coyunturales, sino acelerarse con planificación y criterio.