Los polémicos radares «foto-stop» de Pola de Lena: del «absolutamente inaceptable» al «los afectados son pocos»
ASTURIAS
Mientras los conductores ven en la medida un afán recaudatorio, el Gobierno local asegura que las sanciones han sido mínimas desde que se han colocado
24 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.La ciudadanía de Pola de Lena comenzaba hace unos días a movilizarse en contra de los radares «foto-stop» instalados recientemente por el ayuntamiento en dos puntos de la localidad con el objetivo de prevenir atropellos en zonas «problemáticas». Los estudios realizados previamente indicaron que, en dos puntos específicos, los conductores no respetaban la señal de STOP, poniendo en riesgo la seguridad peatonal. Sin embargo, muchos vecinos consideran que la medida responde más a un interés recaudatorio que a una verdadera preocupación por la seguridad vial porque entienden que se podrían haber adoptado otras medidas que no fueran multar. Así, mientras algunos conductores ven en los radares una forma de sancionar sin una verdadera educación vial, el Gobierno local asegura que las sanciones aplicadas han sido mínimas desde su puesta en marcha. La polémica ha generado, además de un debate sobre la efectividad y la finalidad de estos dispositivos, movilizaciones y acciones por parte de conductores sancionados y vecinos de la localidad, que se han unido en la plataforma «Víctimas de los stops en Pola de Lena». Más de medio centenar de personas se han sumado a ella en apenas unos días y han iniciado una recogida de firmas para solicitar la supresión de los radares y la modificación de los sistemas de control del tráfico.
En el escrito para el que recoge firmas la plataforma lo primero que se pone de manifiesto es «el malestar» que se ha creado entre los vecinos de la localidad «como consecuencia del actual diseño del tráfico rodado en el casco urbano de Pola de Lena», tras la instalación de varios radares a los que achacan que desde la puesta en funcionamiento un incremento «absolutamente inaceptable» del número de expedientes sancionadores incoados, aunque en el documento se alega que no se corresponde «con un incremento real de situaciones de peligro en nuestro casco urbano que justifique esta medida».
Uno de los apuntes que se hacen en el escrito es que quienes respaldan el escrito no se oponen a que se establezcan medida dirigidas a garantizar la seguridad del tráfico rodado, especialmente de peatones y ciclistas, pero, añade, «lo que no es de recibo es que a través de estás señalizaciones se conculquen nuestros derechos como conductores y/o peatones».
La plataforma duda de que para el radar instalado en el stop de entrada a Pola de Lena, en la intersección de la calle Hermanos Granda con Celso Granda, el ayuntamiento haya solicitado las preceptivas autorizaciones a la DGT y al Principado de Asturias, en concreto a la Consejería de Infraestructuras y Territorio, Red de Carreteras de Asturias, para implementar un radar fijo en una carretera regional, «máxime cuando en este caso la gestión de dicho radar ha sido delegada por el Ayuntamiento en una empresa privada». Asimismo, respecto a esta intersección, en el escrito se considera que la señalización adecuada, más que un stop, «debería ser un ceda el paso, dado que sólo circulan vehículos en sentido ascendente y a una velocidad máxima de 30 kilómetros por hora», y, además, la visibilidad en el momento en que el conductor está ubicado en el stop para entrar en Pola de Lena es completa. Por tanto, consideran desde la plataforma de afectados que «tendría más sentido en aras a la seguridad de los peatones que utilicen el paso de cebra contiguo», incorporando «un semáforo para peatones, que se activase a conveniencia del peatón, como ya existe en muchos municipios cercanos».
La queja y movilización de las víctimas de los stops de Pola de Lena es también por el radar «foto-stop» que se ha colocado en la confluencia entre las calles Manolo Pilares con la calle Luis Menéndez Pidal, ya que consideran que el stop que regula ahí el tráfico «resulta prácticamente de imposible cumplimiento» debido a que en la calle Luis Menéndez Pidal, a la altura de la empresa de agua Aqualia, se hallan reservadas plazas de aparcamiento para dicha empresa, «lo que imposibilita la visibilidad a la altura de dicho stop, obligando a los conductores que descienden por esta vía a adelantarse sobre el stop invadiendo parte del carril, para luego efectuar la maniobra de incorporase en cualquiera de los dos sentidos de esta calle».
Otra cuestión que ponen de manifiesto es que «el trazado del límite de dicho stop ha sido modificado (adelantándose la raya) y, aun así, resulta imposible la maniobra de incorporación de forma segura, debido a las características de dicha incorporación». Por tanto, al igual que en el stop de entrada a la localidad, la «solución idónea» que proponen sería nuevamente «incorporar un semáforo para que los conductores que realizan la maniobra de incorporación a cualquiera de los dos carriles de la calle lo hagan con plena seguridad y evitando cualquier tipo de accidente».
En base a estas alegaciones, lo que solicitan los firmantes de la plataforma al Ayuntamiento es «información exacta» sobre el contrato suscrito con la empresa que gestiona el «foto-stop»; que dé a conocer si existe autorización expresa por parte de la DGT y del Principado de Asturias para el establecimiento de un radar fijo de vigilancia en la AS 375 (entrada a Pola de Lena) y si dicha autorización ha sido delegada a la empresa gestora; así como información de si el Ayuntamiento ha valorado la opción de los semáforos para preservar la seguridad de los peatones a la par que se mantiene la fluidez del tráfico. Otra información que quieren conocer quienes apoyan la plataforma es «el número de expedientes exacto de sancionadores recibidos y tramitados» desde la instalación de los radares.
Posición del Gobierno local
La explicación que da la alcaldesa de Lena, Gema Álvarez, a la instalación de los «foto-stop» es que son una medida preventiva que se reclamaban algunos vecinos y colectivos del municipio ante el riesgo que suponía que no se respetara las señales de stop. La misma asegura que los estudios realizados corroboraron que los dos puntos en los que se han instalado los radares eran «dos puntos problemáticos porque el stop no lo hacía nadie y en muchos casos había riesgo de atropello». Justamente, hace referencia la regidora, «en el stop de la entrada se produjo un atropello».
Gema Álvarez rechaza que la medida adoptada por el Gobierno local tenga un afán recaudatorio y lo argumenta con que durante un periodo de tres meses se realizó una campaña informativa durante la cual no se ejecutaron multas. Además, la misma ofrece datos que ha arrojado el mes de abril: «El dato de ese mes indica que por el stop de la entrada se controlaron 35.000 vehículos y se pusieron 59 denuncias, lo que representa el 0,17%», precisa la alcaldesa de Lena, que haciendo referencia a ese porcentaje de multas considera que el argumento de que hay afán recaudatorio «se cae por su propio peso».
A su entender, más que una campaña en contra de la medida instalada, lo que debería hacer la plataforma es «hacer una campaña en positivo para que haya recaudación cero, porque si los conductores paran en el stop, la recaudación es cero», manifiesta Gema Álvarez, que traslada que «la medida está funcionando» y que, aunque hay «una minoría que hace ruido, los afectados son pocos». Así, entiende que lo que se pretende es «generar malestar y miedo» cuando «si los conductores paran en el stop, no hay multa y el miedo es infundado».
La alcaldesa comenta también que, si bien hay un grupo que está en desacuerdo con la medida de control de tráfico que se ha instalado en dos puntos de la localidad de Pola de Lena, también hay vecinos y colectivos que la apoyan: «En el Consejo de la Infancia y la Adolescencia que acabamos de celebrar, los menos vieron bien esta campaña para poder ir al colegio con seguridad», traslada Gema Álvarez que añade que incluso han sugerido que se tomen medidas similares en otras localidades, como puede ser Campomanes, a lo que la regidora les ha respondido que medidas de ese tipo «tienen que ir apoyadas en estudios previos».