Marián Moreno, premio Meninas 2024: «Asturias es una potencia en coeducación en el territorio español»

Manuel Noval Moro
Manuel Noval Moro REDACCIÓN

ASTURIAS

Marián Moreno, premio Meninas 2024
Marián Moreno, premio Meninas 2024

Moreno asegura que «no podemos permitir que youtubers hagan apología de la violencia; tenemos una responsabilidad social en todos los ámbitos»

15 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

A Marián Moreno le pasó lo que a tanta gente afortunada cuando era estudiante: encontrarse con una persona que marcó su vida para siempre. En su caso fue Carmen Rico, profesora de Historia en el instituto Calderón de la Barca en El Coto, en Gijón. Le hizo sorprenderse, «ver las cosas de otra manera y abrir los ojos». La docente le puso frente a esos ojos el feminismo en una época, los años ochenta del siglo pasado, en los que el movimiento estaba todavía en ciernes. 

«Me interesó muchísimo el tema, empecé a apuntarme a movimientos sociales, a formar parte del movimiento feminista, a jornadas, a charlas; era un momento muy efervescente, un mundo en el que me encontré muy a gusto», relata.

Nacida en León y asturiana de adopción, la profesora y escritora se ha convertido desde entonces en una abanderada de la igualdad, con una trayectoria llena de logros que le ha valido uno de los mayores reconocimientos en este área, el «Meninas 2024» concedido por la Delegación de Gobierno en Asturias por «su compromiso con la igualdad entre mujeres y hombres y la lucha contra la violencia de género desarrollados a lo largo de su trayectoria vital y profesional, poniendo el acento en la educación en igualdad». 

«Cuando empecé había reivindicaciones que hoy no tienen sentido»

La coeducación fue siempre su principal preocupación, antes incluso de que el término se popularizara tanto como lo está ahora. Porque, tras licenciarse en filología española por la Universidad de Oviedo, aprobó las oposiciones en 1990 y comenzó su carrera como profesora, con un objetivo y una preocupación: llevar todas las ideas sobre la igualdad a las aulas.

Es una de esas feministas conscientes de que hay mucho por hacer pero también de que ha habido muchos logros. «Cuando empecé había reivindicaciones que hoy no tienen sentido», explica. Un buen ejemplo es el divorcio, que aunque hoy está completamente normalizado, fue durante mucho tiempo una de las grandes batallas del feminismo.

Moreno recuerda que ideas como la autonomía de las mujeres, hoy perfectamente respaldada por la ley y aceptada socialmente, hace varias décadas no estaban instauradas. Baste decir que estos días se cumplen 50 años de la ley que permitió a las mujeres tener una cuenta corriente. «Eso está hoy muy superado gracias al movimiento feminista», subraya.

«En las aulas se ha visto un cambio muy grande, de no hablar siquiera de la igualdad a tenerla muy presente»

Este movimiento ha ido evolucionando con los tiempos, «y en las aulas se ha visto un cambio muy grande, de no hablar siquiera de la igualdad a tenerla muy presente». Especialmente en Asturias, que según Moreno «es una potencia en coeducación en el territorio español».

«Ahora, lo importante es que se mantenga, que sea fuerte, que tenga unos buenos cimientos. Que no sea flor de un día», apunta. Marián Moreno es optimista respecto al futuro. Porque, aunque parece que hay un clima muy crispado entre partidarias y detractores del feminismo, todo es más sosegado de lo que transmiten las redes sociales y los medios: «por lo general hay bastante tranquilidad, debate, intercambio de opiniones y de experiencias; lo que ocurre es que las minorías que gritan, gritan mucho». Esto, a su juicio, «hace daño porque la violencia y la agresividad nunca son buenas para el diálogo»,  y «el movimiento feminista está acostumbrado por historia a debatir, a tratar sobre cosas muy complejas». 

Para Moreno, este debate constante en el que vive el movimiento, «desde fuera puede verse como separación», pero en realidad no lo es. «Se ve como un enfrentamiento pero solo son posturas encontradas; lo importante es debatir y “mirar las posibilidades de diálogo».

Y si algo falta todavía en materia de igualdad «es creérnoslo como sociedad; creer que es prioritaria la igualdad entre hombres y mujeres; educar no en la violencia sino en la relación de hombres y mujeres en una convivencia pacífica; eso nos falta como sociedad, unirnos de verdad en ese objetivo».

Ella ha trabajado muchos años con ese objetivo, el de inculcar la idea de igualdad en la sociedad, lo primero en su labor como docente y, más adelante, como responsable de numerosos programas. Por ejemplo, fue la redactora del programa Skolae, de Navarra, una iniciativa de coeducación pionera que ha sido reconocida internacionalmente. También participó en la redacción del segundo Plan de Educación de Euskadi, es la impulsora del programa Coeducastur en Asturias desde 2017, y coorganizadora del I Congreso de Coeducación y Género celebrado en  en 2018 en Madrid.

«Ahora mismo hay políticas muy fuertes a favor de la coeducación y hay compromiso del Gobierno»

Otra iniciativa que ha tenido un eco considerable es el Claustro Virtual de Coeducación en Facebook, puesto en marcha en 2014 para compartir estrategias de educación para la igualdad en los centros educativos, que ha contado con la participación de cerca de 10.000 personas.

Esa coeducación está dando sus frutos en Asturias, que para Marián Moreno es uno de los territorios punteros en este sentido en España. «Ahora mismo hay políticas muy fuertes a favor de la coeducación y hay compromiso del Gobierno», sostiene. El ejemplo es que, actualmente, hay 900 personas formándose en coeducación, en un curso voluntario de 60 horas de duración. «Es muy buen momento y se está aprovechando, y vamos a ser ejemplo para muchos territorios y muchos sitios. Es una alegría. Hay que trabajarlo mucho y no se puede abandonar».

El gran problema sigue siendo la violencia de género, y el hecho de que en determinados ámbitos no se luche lo suficiente contra ella. Por ejemplo, en internet: «No podemos permitir que youtubers hagan apología de la violencia», denuncia. «Tenemos una responsabilidad social en todos los ámbitos».

Por otra parte, Marián Moreno cree que los que critican el feminismo aduciendo que las mujeres no quieren igualdad sino ocupar el lugar de poder de los hombres pecan de «ignorancia; desconocen los objetivos del feminismo; en ninguna cabeza cabe esta forma de verlo, a no ser en machistas que quieren conservar sus privilegios». Porque, a su juicio, esa es la cuestión. «No puede haber una parte privilegiada y otra discriminada; tienen que desprenderse de los privilegios y eso duele; siempre es mejor estar con el mando a distancia que fregando el cuarto de baño».

«Poco a poco vamos escalando peldaños hacia la igualdad, y eso es lo interesante»

Por otra parte, cree que no todo son detractores, sino que «hay muchos hombres que han renunciado a sus privilegios, porque consideran que lo ético es la igualdad y no la desigualdad». Por ejemplo, «hace 30 años era casi imposible ver un padre corresponsable, y hoy se considera la paternidad algo a disfrutar en el mismo sentido que la maternidad. Hace 30 años, todo el cuidado se dejaba en manos de las mujeres».

Aunque hay mucho por hacer, son avances que hacen que se sienta optimista. «Poco a poco vamos escalando peldaños hacia la igualdad, y eso es lo interesante; tenemos que analizar lo que nos queda por hacer y meterle mano».

El ideal será «un escenario en el que no haga falta el feminismo; ese es el objetivo, desaparecer; la evolución humana debe ir hacia lo bueno, y aunque sé que yo no lo voy a ver, en algún momento habrá igualdad absoluta y no harán falta esas reivindicaciones». 

Para Marián Moreno, se están viendo muchos resultados en la lucha feminista, pero «siempre tiene más peso lo negativo, los adolescentes que ejercen violencia o las violaciones, que lo positivo, la gente joven que está por la igualdad y que trabaja por la igualdad. También tenemos que ver lo bueno sin dejar de reivindicar las carencias que hay».

«Por supuesto que existe la desigualdad», añade, «hay cosas malas, pero también hemos conseguido muchas cosas». Entre ellas, «ayudar a muchas mujeres víctimas de violencia de género», que durante mucho tiempo no tuvieron ayuda de ningún tipo. 

En cualquier caso, Marián Moreno considera que «el tema de la igualdad es imparable». Ahora sí, «hay que estar alerta para no dar pasos atrás, alerta frente a la ultraderecha, que quiere dar todos esos pasos, y también frente al machismo», concluye.