Joseph Millariega, antropólogo de El Espín y vecino de La Fresneda, publica su libro «El Pedregal: Historia, Vidas y Recuerdos» tras años de investigación y entrenamiento en ultradistancia
16 jun 2025 . Actualizado a las 18:17 h.En la persona de Joseph Millariega, antropólogo que reside en La Fresneda desde hace años, se da la doble condición de escritor y ultrafondista. Ha publicado numerosos libros (principalmente sobre carreras de larga distancia y de antropología) y participado en tantas carreras de ultradistancia que, contando los entrenamientos y competiciones, calcula que llegó a superar con mucho la distancia de los 150.000 kilómetros desde 1984, que fue cuando él y su esposa Hilda decidieron comenzar a correr y a estudiar después de ver un video retrospectivo del atleta Dave Wottle y de su remontada histórica en los 800 metros de los Juegos Olímpicos de Munich 1972.
Y tomaron tan en serio ese reto que Joseph Millariega estudió cuatro carreras universitarias e hizo cinco másteres (entre otras titulaciones), tomando parte en cientos de competiciones de todo tipo por el mundo, desde los 10 kilómetros entre las Plaza de Castilla y la Casa de Campo en Madrid (34’) hasta las 25 maratones (2h46’53”), las 35 pruebas oficiales de 100 kilómetros en ruta (8h27’), las 15 de 24 horas (190 km), una de 48 horas (283 km) y otras largas distancias, como tres veces el trayecto Oviedo-Covadonga, con subida a Los Lagos para llevar presentes de las autoridades asturianas a La Santina. Al ser también historiador olímpico, viajó a Grecia para comprobar sobre el terreno el lugar del desembarco de los persas en la playa de Marathon en el 490 a.C., el emplazamiento de su enfrentamiento con los hoplitas y platenses, así como el túmulo de Soros, que recoge las cenizas de combatientes helenos fallecidos.
A propósito, también, de la promesa que Joseph Millariega y su esposa Hilda habían hecho en el año 1984 de comenzar a correr y a estudiar, su mujer Hilda cursó formación profesional química de grado superior y se licenció en Derecho, corriendo también infinitas carreras, subiendo al podio en múltiples ocasiones y llegando a correr la maratón. Por aquella época ambos aprobaron también sendas oposiciones al Estado. Hay ocasiones en las que un pequeño detalle cambia toda una vida y Joseph Millariega tan impresionado había quedado por la hazaña de Dave Wottle que durante muchos años corrió con una gorrita blanca como la que el atleta olímpico norteamericano llevaba en Munich 1972. Primero había sido futbolista aficionado en varios equipos regionales, perdiendo después por un tiempo la forma física, llevando una vida sedentaria y frecuentando alguna taberna.
Pero, tras la famosa promesa, los dos comenzaron a correr en Avilés (donde residían) sin ningún tipo de consejos ni adiestramiento por un parque de la ciudad. Pero como tenían la impresión de que mucha gente los miraba y se sentían cohibidos buscaron un lugar menos concurrido. Así que comenzaron a subir y bajar por una apartada carretera con una cuesta de tres kilómetros (totalmente inadecuada para empezar) por lo que estuvieron durante dos meses con grandes dolores musculares (casi con andares de pato en el caso de Joseph) por haber hecho los primeros escarceos en el running por un lugar totalmente inadecuado. Así fue como, poco a poco, fueron mejorando en su condición física y logrando correr distancias cada vez mayores, a la vez que consiguieron ir teniendo acceso a literatura deportiva, en la que ya pudieron ir asimilando alguno de los secretos de la alimentación, del funcionamiento de los sistemas energéticos y del acondicionamiento físico.
Ahora, muchos años después, Joseph Millariega sigue entrenando todos los días unos 20 kilómetros y alberga todavía la esperanza de volver a competir en una nueva prueba de 100 kilómetros o de 24 horas, a pesar de ser ya un atleta veterano. Su mujer en la actualidad ya no corre, pero realiza grandes caminatas que la mantienen en forma. Ahora Joseph Millariega acaba de publicar en Bubok Editorial y en Amazon EE.UU. su libro número 35, «El Pedregal: Historia, Vidas y Recuerdos» un trabajo de ese pueblo de Tineo de casi 1.000 páginas y 555 fotografías antiguas y actuales sobre de la parroquia. El pueblo está emocionado con el fantástico libro (que tiene colaboraciones importantes como las de la profesora Mari Paz García González, las del historiador de Tineo Senén González Ramírez o la notable ayuda en el trabajo de campo de Jacinto García Fernández) y se está preparando para el mes de julio una presentación en Tineo.
Con la publicación de este libro número 35 vienen a unirse dos caminos en la vida de sacrificio y austeridad de Joseph Millariega: el de las 35 carreras oficiales de 100 kilómetros en ruta y el del estudio, la investigación y la publicación de 35 libros.