Salvador Méndez, el sintecho que consiguió empleo en Asturias, deja el trabajo a los tres días: «Le vino grande todo; de repente todas las televisiones se centraron en él»
ASTURIAS
Fernando Fernández, dueño de La Molinuca, hotel que contrató al madrileño, asegura que pese a esto aún «tiene muy buena relación con él»
25 jun 2025 . Actualizado a las 07:56 h.La historia de Salvador Méndez fue una de las más mediáticas a nivel nacional hace aproximadamente un mes. Méndez era uno de las múltiples personas que se veían obligadas a vivir en el Aeropuerto de Barajas, en Madrid, por las duras condiciones de la vivienda en la capital española. Su historia salió en televisión en el programa de Espejo Público de AtresMedia y conmovió a miles de espectadores. Durante esos días, el joven madrileño atendió a muchos medios de comunicación que se interesaron por sus vivencias y al día siguiente consiguió un empleo en Asturias, más concretamente en un hotel en Peñamellera Alta, a la altura del pueblo de Llonín.
Tras conseguir el nuevo puesto de trabajo como camarero de piso en La Molinuca, el madrileño de 28 años llegó a Asturias y se mostró ilusionado por esta nueva oportunidad laboral. Sin embargo, sólo ejerció este rol durante tres días, hasta que dejó el Principado rumbo a Logroño, donde ahora reside con su novia.
Fernando Fernández, el empresario que contrató a Méndez tras escuchar su historia en televisión, afirma que el paso del joven por Asturias «no fue una cosa muy lúcida». «No se adaptó, no consiguió sacarlo adelante y decidimos que era tontería que se estuviera aquí matado sin poder hacer el trabajo. No era para él», explica este asturiano que, pese a las circunstancias, asegura que «tiene muy buena relación con él». Además, destaca de él que es «bastante inteligente y resolutivo».
En lo personal, su exempleador sólo tiene palabras buenas para Salva: «El problema que tiene Salva no es de trabajo. Ya hemos hablado con él hoy como 4 o 5 veces y la verdad que mi mujer y yo le tenemos mucho cariño», cuenta Fernández. Sin embargo, sí que pudo ver que las experiencias por las que había pasado este madrieño a lo largo de su vida eran muy duras: «Las cosas que te cuenta de la familia, de vivencias que ha tenido... Yo creo que necesita a alguien que le ayude», apunta.
Acerca de las mayores complicaciones que encontró Méndez en el trabajo, el empresario cree que una de ellas fueron los horarios, ya que, a su juicio, estas personas que se ven obligadas a vivir en el aeropuerto «están acostumbradas a pernoctar». «Dormitan en el día y por la noche yo creo que no cierran ni el ojo por miedo a que les roben. Entonces llegó aquí y hasta las seis de la mañana estaba despierto. Claro, después no puedes bajar a las ocho. Yo creo que el error ha sido ese», afirmaba Fernández.
Acerca de la nueva vida del madrileño en Logroño, Fernández cuenta que «está bien, viviendo con su novia» y asegura que él «ahora se ha abierto una cuenta de TikTok porque se quiere hacer famoso. Entonces igual hasta lo consigue», dice entre risas el asturiano. Como anécdota, el empresario cuenta que el primer día le dio 150 euros a Méndez y este «se los pulió. No sé en qué los gastó, algún regalo para su novia había comprado y sí, los gastó en cero coma», afirma.
«Le vino muy grande y en cuanto veía una cámara, ya salía corriendo para allá»
Por último, el dueño de La Molinuca piensa que la situación mediática que tuvo que pasar Salva pudo afectarle en su paso por Asturias: «Le vino grande todo. De repente todas las televisiones se centraron en él, los periódicos igual, todo el mundo se centró en él, y claro, yo creo que se le vino grandísimo. Entonces llegó aquí acelerado, nervioso... Ahora está más relajado. Le vino muy grande, y en cuanto veía una cámara, ya salía corriendo para allá», sentencia el asturiano.