Alimentos del Paraíso abarca un amplio abanico de propuestas del mar y de la tierra caracterizados por su origen en la propia tierra y por una alta calidad contrastada
01 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Asturias cuenta con una riqueza agroalimentaria extraordinaria. Sin embargo, hasta hace relativamente poco tiempo adolecía de ciertas limitaciones a la hora de proteger y dar valor a sus productos. El Principado quiso acabar con esas limitaciones en 2007, creando la marca «Alimentos del Paraíso Natural», con la que empezó a distinguir lo mejor de lo mejor de cada sector.
Para garantizar sus objetivos, creó unas exigencias técnicas rigurosas a quienes quisieran formar parte de la marca: la primera, que fueran cien por cien asturianos. La iniciativa tuvo un éxito considerable y hoy hay más de 438 elaboradores y 48 productos que cuentan con la certificación. Carne, pescado, leche, legumbres, verduras, todo tipo de alimentos que se producen en Asturias, una región muy diversa en la producción, están incluidos bajo este marchamo de calidad.
Los productos certificados no solo garantizan la calidad desde el punto de vista organoléptico (sabores, texturas y aromas) sino también nutricional. Por ejemplo, la carne de vacuno con Indicación Geográfica Protegida (IGP) «Ternera Asturiana» destaca por su bajo contenido en grasa intramuscular y su alta proporción de ácidos grasos insaturados, beneficiosos para el sistema cardiovascular; o la leche certificada procede de vacas alimentadas de forma natural, y varios estudios apuntan a que este tipo de producción incrementa la presencia de omega-3 en la leche final. Lo mismo ocurre con las legumbres amparadas por la Denominación de Origen Protegida (DOP) «Faba Asturiana», que, además de ser reconocibles por su tamaño y su textura mantecosa, aportan proteínas vegetales, hierro y fibra dietética.
El sello «Alimentos del Paraíso» ha demostrado ser un vehículo de garantía de la exportación del producto asturiano. Muchos de los productos dentro de la marca han ganado premios fuera de España o forman parte de cartas de restaurantes reconocidos fuera de nuestro país. Es el caso, por ejemplo, de la sidra natural y el queso de Cabrales, ambos bajo una DOP, que han trascendido con éxito nuestras fronteras.
Por otra parte, hay una tendencia de consumo local cada vez más fuerte. Las nuevas generaciones —más sensibles a la trazabilidad y al origen— buscan sellos de confianza, y en los mercados y ferias agradecen contar con un distintivo de calidad tan fiable. La marca incluye, además de los productos con DOP o IGP mencionados, otros muchos como los quesos de Afuega’l Pitu, Gamonéu o Quesu Casín y el vino de Cangas (DOP), Chosco de Tineo, Miel de Asturias, Queso Los Beyos (IGP). Además, la marca tiene pliegos colectivos específicos para productos tradicionales que no cuentan con las protecciones altas: huevos camperos, marañuelas, arándanos, compango, arroz con leche o platos preparados con carne de razas autóctonas. Todo ello para garantizar que se le dé el valor justo al producto asturiano, y que los consumidores sepan que cada bocado tendrá garantizada una sostenibilidad, una trazabilidad y un compromiso con el campo asturiano.
El gran beneficio de la marca es que está dejando su impronta tanto en los mercados de proximidad, los mercados artesanos y ecológicos que se organizan en las distintas temporadas por toda Asturias, como en ferias y eventos gastronómicos profesionales de fuera de Asturias. Es una forma de conservar la tradición y apuntar, al mismo tiempo, a la modernidad: de defender el campo asturiano y un sector, el agroalimentario, que tiene también un amplio abanico que va de la defensa de la pureza del producto o la tradición más arraigada a las técnicas más sofisticadas de innovación. Los alimentos de Asturias, por su calidad y por lo que representan para la región, bien merecen estar entre los elegidos por quienes habitan el paraíso.