Dos policías fuera de servicio forman un altercado en un bar de Sama tras intentar un simpa: «Llegó a pegar a un agente»
ASTURIAS

Un hombre y una mujer fueron los protagonistas de una de las peores experiencias de Senén Riera como regente del bar-confitería Las Delicias
04 ago 2025 . Actualizado a las 13:10 h.En algunas ocasiones, los días de fiesta son un arma de doble filo y se convierten en una mala experiencia. Este fue el caso de Senén Riera, regente del bar-confitería Las Delicias, en Sama, que el pasado sábado 26 de julio, coincidiendo con la festividad de Santiago, vio como una noche de celebración se convirtió en una mala experiencia.
«Ya vimos que estaban tomando cervezas, bebieron dos, después tres, después ocho... Llegaron a tomar sobre unas ocho o nueve y dos carajillos. El problema está en que ya los vimos y les quitamos de bailar. Les dijimos: «No bailéis aquí, que tenéis toda la calle y es bastante grande».
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«Tuvimos que mover el jamonero porque se iba a caer y no tiraron la megafonía de milagro», recuerda Riera. «Después nos pidieron otras dos cervezas y tres vasos de agua». Tras esto, el gerente del establecimiento ya cuenta que le advirtieron, «hay que tener cuidado que estos se va sin pagar» y no estaba equivocada la clientela: «Efectivamente, cuando me doy cuenta se van y aviso al camarero».
Tras esto, explica el dueño de Las Delicias que la mujer, que iba «un poquito bebida, la armó». Además, a esto se sumó, que su acompañante, «pegó a un policía». «Llamamos a la policía, vino la municipal, la nacional y no sé si uno o dos secretas para sacarlo de aquí. Al chaval le pidieron el carnet de identidad y él no lo tenía o no lo quería dar y la chica sólo me decía "dame la hoja de reclamaciones"».
Al final, el altercado se resolvió con el hombre siendo detenido, aunque finalmente la cuenta se terminó abonando tras pasar un mal trago. Riera recuerda que insultaron a su mujer y a él, a pesar de que cuando apareció la policía alegaban que todo lo que había pasado era «un malentendido». Incluso, posteriormente, el dueño del local afirma que «se corrió el rumor» entre la clientela de que los protagonistas de este problema eran dos policías de fuera de Asturias y, tras la intervención policial, la clientela celebró la expulsión de estas dos personas.