Cae una red que operaba en Asturias y facilitaba la entrada de migrantes desde España a Canadá y Reino Unido
ASTURIAS

La Policía Nacional detiene a 11 personas en Asturias, Cantabria y Madrid, después de haber realizado, en conjunto con Europol, tres registros domiciliarios en las localidades cántabras de Santoña y Torrelavega
04 ago 2025 . Actualizado a las 10:56 h.La Policía Nacional ha desarticulado una organización criminal que supuestamente ha facilitado la entrada de hasta 40 migrantes de manera irregular a Reino Unido y Canadá desde España con pasaportes falsos, y ha detenido a 11 personas en Asturias, Cantabria y Madrid.
La Dirección General de la Policía ha informado este lunes de la detención de seis personas en Gijón, cuatro en Cantabria y una en Madrid -entre las que se encuentra el líder de la red- después de haber realizado, en conjunto con Europol, tres registros domiciliarios en las localidades cántabras de Santoña y Torrelavega. En los registros se han intervenido 10 teléfonos móviles, un pasaporte falsificado y documentación relacionada con la gestión de las reservas de viajes de los migrantes traficados.
La investigación comenzó en septiembre de 2024 cuando se observó que múltiples ciudadanos de origen yemení trataban de alcanzar suelo canadiense desde aeropuertos españoles con pasaportes falsos. Los agentes, en cooperación internacional, determinaron la existencia de una red que operaba en distintas provincias después de seguir el rastro de reservas de vuelos, envíos de dinero, pagos con tarjetas de crédito, cámaras de seguridad de aeropuertos europeos y solicitudes electrónicas de viaje.
Fue entonces cuando, según recoge Efe, detectaron que los detenidos ofrecían a los migrantes pasaportes falsos y gestiones fraudulentas para que pudiesen acceder de forma irregular a Reino Unido o Canadá a cambio de hasta 3.000 euros por cada trámite.
Para poder viajar hasta Canadá o Reino Unido, los miembros de la red primero entregaban a los migrantes tarjetas de refugiados expedidas en Grecia, con las que viajaban a aeropuertos europeos, donde les esperaba otra persona de la organización con una tarjeta de embarque, de la que él era el titular y un pasaporte falso con el que finalmente se subían al avión.