De acuerdo con el Banco de España, la sociedad española ha experimentado durante los últimos años circunstancias como «la pandemia, la despoblación rural y la digitalización que han alentado el uso de nuevas formas de pago»
24 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El efectivo continúa perdiendo terreno frente a otros métodos de pago, fundamentalmente las tarjetas, en una tendencia que se acentuó sobremanera a partir del confinamiento y la pandemia. Como una especie de resistencia al pago telemático, los asturianos nos situamos como los terceros que más seguimos recurriendo en España al pago con dinero contante y sonante.
Según el Banco de España, el número de operaciones de pago con instrumentos distintos del efectivo aumentó un 11,4% en el primer semestre de 2024 (últimos datos disponibles), respecto al mismo periodo de 2023.
Los pagos con tarjeta representaron el 64,2% de los efectuados con instrumentos distintos al efectivo, mientras que las transferencias fueron el 16,3%, los adeudos directos el 12,9% y las operaciones con dinero electrónico el 1,5%.
En este sentido, el número de tarjetas de pago creció un 4,5%, hasta 103 millones, lo que corresponde a una media de 2 tarjetas por habitante, mientras que el coste medio por operación fue de 32 euros.
Según lo que determina el análisis de PaynoPain en su encuesta 'Métodos de pago: La decisión definitiva', correspondiente a 2025, sólo el 23% de los españoles prefieren el dinero en efectivo. En esta línea, el 58% de los consumidores se decanta por la tarjeta, mientras que un 15% utiliza wallets y solamente un 2,5% PayPal.
El 46% llevan efectivo encima, pero menos de 20 euros, el 39 más de 20 euros y el 15% no suele llevar consigo dinero en metálico. De acuerdo con este estudio, el protagonismo del efectivo como método de pago es mayor en Castilla y León (42%), Extremadura (41%), Asturias (39%) y Cantabria (33%).
Es decir, casi cuatro de cada diez asturianos prefieren sacar billetes y monedas de sus bolsillos a la hora de abonar su consumición en el bar, pagar la compra en el supermercado o la cuenta en el restaurante. Por el lado contrario, Madrid (18%), Cataluña (16%), Islas Canarias (15%) y País Vasco (9%) son las comunidades autónomas en las que menos se recurre al dinero en metálico como método de pago.
Como en muchas circunstancias de la vida, los años de la persona determinan la manera en la que nos rascamos el bolsillo (el físico o el digital). Y es que la preferencia por uno u otro método también responde a diferencias generacionales, ya que entre los jóvenes de 18 a 28 años predominan los 'wallets' (50%) frente al uso de tarjetas (35%) o efectivo (8%). En cambio, entre los mayores de 57 años, el 51% opta por tarjeta y el 41% por efectivo, mientras que los wallets solo alcanzan un 4%.
Pese a todo lo expuesto anteriormente, no parece que los billetes y monedas físicos vayan a correr la misma suerte que el Laserdisc en su día. No en vano, el 79% de los encuestados por PaynoPain no consideran que el dinero en efectivo vaya a desaparecer en los próximos 5-10 años.
En efecto, en su último informe al respecto, el Banco de España expone que la sociedad española «ha experimentado durante los últimos años circunstancias como la pandemia, la despoblación rural y la digitalización que han alentado el uso de nuevas formas de pago».
En este contexto, la tercera edición del estudio sobre hábitos en el uso del efectivo de la entidad establece como principal conclusión, «que la mayoría de los españoles seguimos usando el efectivo para pagar nuestras compras diarias, aunque el uso de los medios de pago digitales continúa en aumento».