¿Saldrá adelante la mina de oro a 16 kilómetros de Ribadeo? Tres escenarios posibles y un pronóstico realista
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Tras sesenta años de intentos, EMC persigue ahora que la explotación se autorice por la Ley de Proyectos de Interés Estratégico, finalizando ayer el plazo para alegar
26 ago 2025 . Actualizado a las 12:48 h.Ayer concluyó el plazo para presentar alegaciones a la declaración como Proyecto de Interés Estratégico Regional (PIER) de la mina de oro de Salave, en Tapia de Casariego, a 16 kilómetros de Ribadeo y de Galicia. Se trata de la última tentativa de Exploraciones Mineras del Cantábrico (EMC), en un objetivo que lleva seis décadas persiguiéndose, por diferentes empresas que tuvieron los derechos mineros. Todos fracasaron en la consecución de un caramelo sin duda goloso, uno de los yacimientos de oro sin explotar más importantes de Europa, ya que hay estudios que indican que podría haber hasta 300.000 kilos del preciado metal, miles de millones de euros. En todo este tiempo, Tapia y el occidente asturiano se ha debatido entre los que están a favor y en contra de la mina. Pero, ¿qué visos de prosperar tiene el PIER?
La opción de tramitar el permiso para la mina como un PIER la tomó EMC después de que en la vía ordinaria el Principado archivase la Evaluación de Impacto Ambiental una vez que el Concejo de Tapia rechazó a finales del año pasado modificar el plan urbano para dar cabida a las instalaciones mineras. Tras este revés, EMC siguió la tramitación como posible proyecto estratégico, abriendo un proceso de información pública que ayer concluyó.
En este contexto, de un lado está la Plataforma Oro No liderando un rechazo vecinal que comparte el gobierno municipal de Tapia y del otro la asociación IDOA (por la reindustrialización del Occidente). Prueba de la tensión que suscita cada trámite de la mina son los actos vandálicos denunciados semanas atrás por el PSOE de Tapia en su sede, donde ayudaron a la ciudadanía a tramitar alegaciones al PIER
¿Encaja la mina en la Ley de Proyectos de Interés Estratégico? En principio sí cumple con criterios como el de la inversión industrial y la reindustrialización de una comarca teóricamente en vías de despoblamiento, creando 150 empleos directos e invirtiendo 120 millones de euros. Pero precisaría de una evaluación ambiental favorable y colisiona con la normativa urbanística de Tapia. Y hay que decir que si bien la ley PIER agiliza los trámites, no elimina los requisitos ambientales ni urbanísticos, si bien lo que EMC pretende es precisamente que la declaración PIER prevalezca sobre las trabas urbanísticas y permita modificar el planeamiento.
A todo esto, lo que dice la inteligencia artificial es que si bien sobre el papel la mina de oro de Salave cumple los requisitos para encajar en la Ley de Proyectos de Interés Estratégico, su viabilidad real depende de que supere el informe ambiental (el punto más débil); la oposición local y social, que puede pesar en la decisión política, y la modificación urbanística (donde el Principado podría imponer prevalencia si lo declara estratégico).
Llegados a este punto, ¿cuáles son las opciones de que este proyecto de explotar el yacimiento de Salave salga adelante? Se plantean tres escenarios, uno optimista para los promotores de la mina y sus partidarios, otro realista y un tercero, pesimista para la empresa.
El optimista pasa porque el Consejo de Gobierno declare el proyecto como estratégico bajo la Ley PIER, se aplique la prevalencia urbanística, con lo que el planeamiento urbanístico de Tapia dejaría de ser un obstáculo; la empresa adapta el Estudio de Impacto Ambiental y consigue los permisos, y se inicia la explotación en un plazo de tres a cinco años. A este escenario se le da una probabilidad del 30 %, porque el rechazo social y los informes ambientales son difíciles de superar.
Un escenario realista es el de que el proyecto sigue en tramitación varios años, con retrasos por las alegaciones y recursos; el Principado intenta mantener la puerta abierta, pero evita aprobar el proyecto para no generar conflicto político y social; el Concejo de Tapia mantiene su rechazo; se valoran alternativas, y no se descarta que el proyecto quede en un limbo administrativo sin aprobación definitiva, como ha ocurrido en los últimos 20 años. A este escenario se le otorga una probabilidad alta, del 50 %.
Y finalmente estaría la opción pesimista para la empresa, que pasa porque el Principado rechace la declaración estratégica o la archive por falta de viabilidad legal y el proyecto se paralice de forma definitiva, aunque EMC mantenga la concesión. A este escenario se le otorga una probabilidad del 20 %.
¿Y cuál es la conclusión de la inteligencia artificial? El futuro más probable, dice, es el escenario realista: la mina se mantendrá en debate y en tramitación durante años, sin un desenlace claro a corto plazo.