Un alpinista italiano, acusado de manipular una fotografía de un asturiano para atribuirse los 14 ochomiles
ASTURIAS
Marco Confortola habría modificado varias imágenes para certificar su supuesta cumbre en el Makalu o el Lhotse
27 ago 2025 . Actualizado a las 09:16 h.El alpinismo es un deporte extremo rodeado de épica y misticismo. En los últimos años, su práctica se ha popularizado, lo que ha provocado imágenes que han dado la vuelta al mundo, como la de las colas para hacer cima en el Everest. Para muchos amantes de la montaña, esto ha supuesto una pérdida de la esencia, pero los profesionales han sabido mantener ese respeto y admiración entre compañeros que solo entienden quienes han sufrido y disfrutado las dificultades para hacer cumbre. Sin embargo, hay excepciones. La última conocida es la del italiano Marco Confortola. Según recoge el diario El País, manipuló una fotografía del asturiano Jorge Egocheaga en el Lhotse para atribuirse la cima en los 14 ochomiles.
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Son varios los colegas de profesión que han salido al paso para desmentir su supuesta hazaña. El primero en denunciar el caso, según la información firmada en el periódico de tirada nacional, fue Simone Moro; tras él, surgieron otras críticas como la de Silvio Mondinelli (que sí tiene los 14 ochomiles) y de Reinhold Messner, premio Princesa de Asturias de los Deportes en 2018 y primera persona en el mundo en lograr la proeza. Actualmente, son 48 los alpinistas que han conquistado las 14 cimas.
El pasado 21 de julio, Confortola aseguró que acababa de ascender el Gasherbrum I y que así cerraba el círculo. Como respuesta, Moro afirmó, en unas declaraciones recogidas por La Repubblica, que «no es una cuestión personal ni nada por el estilo; es tan solo un asunto de ética en la montaña y de respeto hacia todos los que han escalado de verdad las montañas más elevadas del planeta»
La defensa de Confortola es bastante frágil, ya que se limita a decir que «me tienen envidia los que me critican», según aseguró en La Stampa. Además, desvía la atención de la denuncia al señalar que «muchos profesionales hubiesen deseado que muriese en el K2 en 2008», cuando sufrió un accidente que estuvo cerca de costarle la vida y por el que tuvieron que amputarle varios dedos de los pies. En aquella tragedia fallecieron 11 personas.
Según El País, el italiano no ha podido demostrar su cumbre en el Kangchenjunga ni en el Nanga Parbat, mientras que parece que también manipuló digitalmente sus fotos de cima en el Dhaulagiri y el Makalu, a partir de las que hicieron otros alpinistas.