El arzobispo de Oviedo pide «pasar página de tantos incendios de tipo ideológico»

La Voz

ASTURIAS

El Arzobipo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, durante la misa de Covadonga
El Arzobipo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, durante la misa de Covadonga Santuario de Covadonga

Sanz Montes celebra la misa en Covanga a la que no ha asistido el presidente del Principado por segundo año consecutivo

08 sep 2025 . Actualizado a las 17:20 h.

El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, ha expresado este lunes la importancia de «pasar página de tantos incendios de diverso tipo ideológico que se llevan nuestro pasado, complican nuestro presente y difuminan nuestro futuro, pero que no destruirán el mañana de la esperanza».

Sanz Montes ha oficiado en la basílica de Covadonga una misa a la que ha asistido, entre otras autoridades, el presidente de la Junta General, Juan Cofiño, pero que no ha contado, por segundo año consecutivo, con la presencia del jefe del Ejecutivo asturiano, Adrián Barbón, ni de la delegada del Gobierno en Asturias, Adriana Lastra.

El arzobispo de Oviedo ha reivindicado la «esperanza» que aportan los jóvenes cristianos «que creen en la verdad y saben distinguir a los que a mansalva mienten», que «creen en la justicia y reconocen a los que torticeramente la usan», que «creen en la honestidad y se distancian de los que de tantos modos se corrompen», que «creen en la belleza y evitan a los que la manchan con sus perversiones inmorales» y que «creen en la bondad y se protegen de los que la envilecen en la insidia que divide y enfrenta».

«Porque los mentirosos que engañan pasarán, los violentos que matan pasarán, los prepotentes que se empoderan pasarán, los que dividen y enfrentan pasarán y surgirá de esta generación de jóvenes una nueva sociedad, una nueva Iglesia también, que llenarán la ciudad de alegría y la vida de esperanza», ha dicho tras recordar a Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis, canonizados ayer en Roma.

A juicio del prelado, esta juventud «tiene otra mirada y se separa de los dioses falsos que denunciaba T. S. Eliot cuando señalaba los tres ídolos que adoran los que se alejan del verdadero Dios: el dinero, el poder y la lujuria».

Incendios forestales

El arzobispo también ha hecho mención a los incendios forestales que «han asolado» el territorio, que «siempre arrasan el pasado que guardaba la memoria de lo que somos».

«El presente ha sido alcanzado por unas llamas que abrasaron a personas cercanas hasta su muerte, sumiéndonos en tanto dolor. Un presente donde el fuego nos ha expulsado de nuestras casas dejándonos a la intemperie e impidiendo seguir sembrando semillas que darían frutos en las campiñas o junto a los ganados que nos alimentaban: todo ha quedado reducido a tierra quemada. Un presente que queda hipotecado ante nuestra incertidumbre más asustada», ha advertido.

No obstante, ha asegurado que «hay un espacio y un tiempo a los que las llamas no llegan» y ese es el «futuro de nuestro inmediato mañana», al que ha pedido mirar con «esperanza».

«Podemos y debemos lamentar con lágrimas lo perdido en los incendios que han quemado parte de nuestro pasado y nuestro presente, pero tenemos delante un futuro al que los pirómanos y las inclemencias jamás llegarán con sus fechorías fortuitas o calculadas», ha apuntado.

Llamamiento a la paz

Sanz Montes ha lamentado en su homilía «las guerras declaradas en este momento crucial de la historia», punto en el que, aludiendo al papa León XIV, ha pedido la paz en territorios como Gaza, Ucrania y Sudán.

También ha reivindicado la «altura y anchura» de la fiesta de Covadonga, una «identidad religiosa y asturiana» y «un lugar y una fecha donde tanta gente de bien reconoce el significado de este marco de belleza natural en las montañas de Picos de Europa». «Tiene las puertas abiertas para quien se quiera acercar».

Sanz Montes ha afirmado que Covadonga es un «refugio en medio de las tempestades» y un sitio «seguro cuando por doquier surgen las hostilidades que pretenden acallar nuestra voz y censurar nuestro mensaje»; informó Efe.