La compañía concretó sus inversiones en Gijón, avanzó en proyectos en Mieres y tiene La Vega en Oviedo en el punto de mira
13 sep 2025 . Actualizado a las 08:51 h.La visita de Ángel Escribano, presidente ejecutivo de Indra, a Asturias a comienzos de esta semana sirvió para disparar toda una serie de proyectos para hacer despegar el sector de la industria militar en Asturias, proyectos además de gran calado y con actuaciones en diferentes puntos de la geografía de la comunidad. Escribano, que no dejó de elogiar el respaldo que había encontrado en la administración autonómica, dejó pistas no sólo sobre los planes de la compañía para su factoría de blindados en Gijón sino también sobre el centro de pruebas que estará en Mieres.
Las instalaciones del Tallerón de Duro Felguera en Gijón son la pieza clave del proyecto del Indra en Asturias. En un contexto de escalada de inversiones masivas en la industria militar en Europa, Indra sondeó meses atrás la posibilidad de adquirir la fábrica de armas de Trubia (perteneciente a General Dynamics) donde ya se están produciendo blindados, los Dragon 8x8, para el Ejército español, pero la empresa, de capital estadounidense, se negó a la venta. Fue entonces cuando Indra puso sus ojos en los terrenos de Duro Felguera y esta semana se concretaron todos los planes.
Según relató Escribano, sus planes pasan por aumentar el empleo en los próximos doce meses hasta alcanzar un máximo de entre 300 y 500 puestos, en función de las necesidades de producción, en una factoría en la que se invertirán «decenas de millones» de euros. El objetivo de la firma es que en un período de entre 18 y 24 meses se puedan comenzar a entregar vehículos militares toda vez que la formación de los nuevos operarios ya ha comenzado, al tiempo que se ejecutan las obras de adecuación de la antigua planta para albergar las líneas de montaje y ensamblaje.
Pruebas en Reicastro
De forma paralela, y aunque aún no se ha anunciado de forma oficial, La Voz de Asturias tuvo conocimiento de que Indra se había decantado por la opción de Mieres para el centro de pruebas de los blindados que se fabriquen en Gijón. La operación incluye la construcción de una pista de unos 1.600 metros de longitud y un complejo tecnológico asociado, para lo que la compañía necesitaba disponer de un terreno de alrededor de 70.000 metros cuadrados.
En el proceso de selección, tanto Mieres como Langreo presentaron propuestas. El polígono de Modesta, en Langreo, con una extensión cercana a los 65.000 metros cuadrados y una ubicación estratégica junto a la autovía minera, se perfilaba como una alternativa sólida por sus facilidades de conexión logística.
Sin embargo, las características del polígono de Reicastro han resultado determinantes. Con 77.000 metros cuadrados de extensión, es una de las mayores bolsas de suelo industrial de la zona. A ello se suman sus buenos accesos a la Autovía de la Plata (A-66) y la disponibilidad de amplias parcelas, que permiten albergar sin dificultad tanto la pista como las instalaciones complementarias.
Un centro en La Vega
La antigua fábrica de armas de Oviedo no volverá a fabricar armas pero quizá su destino no se aleje del todo de la industria militar. Indra también ha puesto sus ojos en el recinto La Vega, en la capital asturiana, como posible ubicación para un futuro centro de investigación y desarrollo (I+D). La dirección de la compañía prevé visitar las instalaciones en las próximas semanas para analizar de primera mano el espacio, en particular el taller de utillaje —conocido como «m-5»—, un edificio de casi 3.800 metros cuadrados que actualmente acoge actividades culturales como algunos de los actos alrededor de los Premios Princesa de Asturias.
El interés de Indra por La Vega llega en un momento en el que la empresa busca consolidar su presencia en Asturias con nuevos proyectos estratégicos. Aunque la factoría de vehículos blindados en Gijón es su gran apuesta, la cúpula de la compañía considera clave diversificar sus inversiones y aprovechar la ubicación privilegiada del recinto ovetense, en pleno casco urbano y con una superficie capaz de albergar proyectos de innovación tecnológica. Las negociaciones no estarán exentas de complejidad, ya que desde septiembre de 2024 los terrenos de La Vega están repartidos entre el Ministerio de Defensa, el Principado y el Ayuntamiento de Oviedo, sin embargo todas las administraciones han mostrado su disposición a facilitar el desarrollo de este tipo de proyectos.
El sector en Asturias
Asturias se ha consolidado en los últimos años como un polo clave para la industria de defensa en España, con un despliegue de proyectos que abarca tanto producción como innovación tecnológica. En Trubia, junto a la histórica fábrica de armas de Santa Bárbara, la compañía Rheinmetall ha experimentado un fuerte crecimiento: en apenas dos ejercicios ha duplicado su plantilla inicial, pasando de 150 a 300 trabajadores, y se ha marcado el objetivo de alcanzar los 400 empleados gracias a una intensa actividad productiva.
El impulso de la defensa en Asturias responde en parte al contexto internacional, marcado por la invasión rusa de Ucrania y el giro de la política estadounidense bajo Donald Trump, que ha empujado a la Unión Europea a aumentar de forma acelerada su gasto militar. En ese escenario, el Principado jugó sus cartas en 2021 cuando el consejero de Ciencia, Borja Sánchez, promovió el Asturias Hub de Defensa. Este clúster, que hoy reúne a más de 50 empresas, ha sido clave para situar a la región en el mapa de los grandes proyectos estatales y europeos del sector.
Entre los actores principales destacan Indra, el Grupo Escribano y GDELS-Santa Bárbara Sistemas, que colaboran en distintos proyectos junto a SAPA bajo el paraguas de TESS Defence, el consorcio llamado a convertirse en el 'campeón nacional de defensa'. Esta alianza prevé instalar en Asturias tanto una fábrica como un centro de ingeniería avanzada, cuya ubicación definitiva aún está por concretar entre Langreo, Siero y Oviedo. Además, el Grupo Escribano impulsa de manera independiente iniciativas adicionales como un centro de I+D+i en Avilés.
El polo de industria militar de Asturias tiene ya grandes centros de producción ya en marcha en Trubia, y además pendientes y confirmados uno en Gijón, otro en Avilés y dos que deben instalarse en algún concejo aún por determinas. En estos proyectos participan a veces en solitario Santa Bárbara Sistemas, Indra o el Grupo Escribano, pero en otros, lo hacen unidos y coordinados. La relevancia de Asturias en este mapa industrial se completa con la creación del cuarto corredor de defensa a lo largo de la Ruta de la Plata, una alianza que conecta el polo asturiano con las nuevas infraestructuras militares de Andalucía, como la base logística del Ejército de Tierra en Córdoba o el centro de innovación CEDETEX en Jaén.